El maíz transgénico, un reto serio para la biotecnología en México
Integrantes de la campaña “¿Transgénicos? No, gracias” protestaron afuera del Hotel Hilton ofreciendo una elotiza. M. FREYRÍA
- Con elotiza protestan afuera de la FAO
Expertos llaman a realizar experimentos “transparentes” ante la opinión pública, para disipar dudas sobre las semillas genéticamente modificadas
GUADALAJARA, JALISCO.- La experimentación del maíz transgénico en México será todo un reto para que la aplicación de la biotecnología de los organismos genéticamente modificados (OGM) se haga de manera seria y “transparente” ante la opinión pública, de modo que se despejen dudas sobre este instrumento científico, del que nuestro país “no puede sustraerse ante el desafío de generar oferta alimentaria en forma sustentable y de responder a la mayor demanda poblacional”.
Así coincidieron dos de los principales conocedores de la biotecnología agrícola en nuestro país: el director del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Víctor Villalobos Arámbula; y el científico del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Luis Herrera Estrella.
Expresaron que los experimentos en torno al maíz amarillo en el Norte del país, por la seriedad con que se aplican, marcarán pauta para se despejen dudas y con ello abrir oportunidades a las ventajas de los OGM.
Los dos también señalaron que México debe retomar el papel que tenía anteriormente como líder en la transferencia de tecnología al campo en el ámbito latinoamericano. Señalaron que las actuales plantaciones experimentales del maíz transgénico se aplican “con todas las medidas necesarias” para asegurar que no haya flujo de genes del grano transgénico hacia otras plantas de esta especie.
Dijeron que hay siembras diferenciadas por dos semanas para evitar la polinización cruzada, además del aislamiento de por lo menos 500 metros de las parcelas con los OGM (en Europa son 200 metros).
Herrera Estrella reconoció que el mayor riesgo en el flujo de genes hacia los maíces nativos de México, se tiene de parte de los cultivos sin permiso que pudieran efectuarse con granos importados.
Ambos fueron entrevistados en el foro internacional sobre biotecnología que se realiza bajo la coordinación de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Integran expediente para llevarlo a tribunales internacionales
Después de tres días de actividades alternas a la reunión de la FAO, la especialista en derecho indígena Magda Gómez, presentó los avances del expediente que se está integrando para llevarlo ante tribunales internacionales, por la introducción de maíz genético en México.
Resaltó que actualmente están en el proceso de recopilar evidencias y determinar cuál será la mejor estrategia jurídica.
Por ahora, considera viable demostrar que hay desviación de poder del Gobierno mexicano para favorecer a trasnacionales, a nombre de la biotecnología y el combate al hambre.
A los representantes de distintos pueblos del país, les pidió que incorporen un riguroso acervo etnográfico e histórico para mostrar cómo el maíz está ligado a la cultura de nuestros pueblos.
Asimismo, será fundamental que las declaraciones de la FAO de estos días se integren, y experiencias comparativas de distintos países.
En las actividades que la Red en Defensa del Maíz ha realizado desde el lunes pasado, han participado alrededor de 200 participantes de más de 20 estados de México y campesinos de Estados Unidos y Canadá.
Protesta peculiar
Integrantes de la campaña “¿Transgénicos? No, gracias” protestaron afuera del Hotel Hilton donde se realiza la reunión de la FAO desde el pasado 1 de marzo, e invitaron a los directores del organismo
internacional a disfrutar de elotes mexicanos.
Además, en el evento al interior de la FAO participó un campesino filipino, debidamente acreditado, de nombre Isidoro Angodog, quien con una pancarta en el pecho se dijo “en huelga de hambre por el uso de cultivos transgénicos en su país”. Este quejoso informó ser productor de arroz y hortalizas en un predio de una hectárea en la provincia de Bohol.
Así coincidieron dos de los principales conocedores de la biotecnología agrícola en nuestro país: el director del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Víctor Villalobos Arámbula; y el científico del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Luis Herrera Estrella.
Expresaron que los experimentos en torno al maíz amarillo en el Norte del país, por la seriedad con que se aplican, marcarán pauta para se despejen dudas y con ello abrir oportunidades a las ventajas de los OGM.
Los dos también señalaron que México debe retomar el papel que tenía anteriormente como líder en la transferencia de tecnología al campo en el ámbito latinoamericano. Señalaron que las actuales plantaciones experimentales del maíz transgénico se aplican “con todas las medidas necesarias” para asegurar que no haya flujo de genes del grano transgénico hacia otras plantas de esta especie.
Dijeron que hay siembras diferenciadas por dos semanas para evitar la polinización cruzada, además del aislamiento de por lo menos 500 metros de las parcelas con los OGM (en Europa son 200 metros).
Herrera Estrella reconoció que el mayor riesgo en el flujo de genes hacia los maíces nativos de México, se tiene de parte de los cultivos sin permiso que pudieran efectuarse con granos importados.
Ambos fueron entrevistados en el foro internacional sobre biotecnología que se realiza bajo la coordinación de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Integran expediente para llevarlo a tribunales internacionales
Después de tres días de actividades alternas a la reunión de la FAO, la especialista en derecho indígena Magda Gómez, presentó los avances del expediente que se está integrando para llevarlo ante tribunales internacionales, por la introducción de maíz genético en México.
Resaltó que actualmente están en el proceso de recopilar evidencias y determinar cuál será la mejor estrategia jurídica.
Por ahora, considera viable demostrar que hay desviación de poder del Gobierno mexicano para favorecer a trasnacionales, a nombre de la biotecnología y el combate al hambre.
A los representantes de distintos pueblos del país, les pidió que incorporen un riguroso acervo etnográfico e histórico para mostrar cómo el maíz está ligado a la cultura de nuestros pueblos.
Asimismo, será fundamental que las declaraciones de la FAO de estos días se integren, y experiencias comparativas de distintos países.
En las actividades que la Red en Defensa del Maíz ha realizado desde el lunes pasado, han participado alrededor de 200 participantes de más de 20 estados de México y campesinos de Estados Unidos y Canadá.
Protesta peculiar
Integrantes de la campaña “¿Transgénicos? No, gracias” protestaron afuera del Hotel Hilton donde se realiza la reunión de la FAO desde el pasado 1 de marzo, e invitaron a los directores del organismo
internacional a disfrutar de elotes mexicanos.
Además, en el evento al interior de la FAO participó un campesino filipino, debidamente acreditado, de nombre Isidoro Angodog, quien con una pancarta en el pecho se dijo “en huelga de hambre por el uso de cultivos transgénicos en su país”. Este quejoso informó ser productor de arroz y hortalizas en un predio de una hectárea en la provincia de Bohol.
CRÉDITOS: Informador Redacción / RC Hoy 05:44 hrs
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