Las presas no son solución para abastecer de agua a la ZMG, asegura académico
• Debe aprovecharse la cuenca subterránea de donde se pueden hacer grandes captaciones de agua, dijo López Ramírez
Georgina García Solís.- La construcción de El Zapotillo o de otra presa no es la solución para abastecer de agua a la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), aseguró Mario López Ramírez, del programa de Ecología Política del ITESO.
La ZMG está instalada sobre un suelo, “que por sí mismo, de manera natural, forma una cuenca subterránea de donde se pueden hacer grandes captaciones de agua”, explicó el especialista, que ha participado en las mesas de trabajo del equipo de transición del gobernador electo, Aristóteles Sandoval Díaz.
El académico consideró que la alternativa más viable para dotar de agua potable a la ciudad debe estar ligada a su “ciclo hidrológico” y de esta forma aprovechar los mantos acuíferos de Atemajac, El Ahogado, Cajititlán, Toluquilla y San Isidro con un sistema que garantice su recarga, con políticas de reuso de agua, con la implementación de mejores prácticas de monitoreo de fugas y volúmenes y el entendimiento del ciclo dinámico tanto del Lago de Chapala como de los ríos Santiago y Verde.
“Eso significa entender el ciclo hidrológico, que no sólo implica el agua superficial o subterránea y que el sistema de abastecimiento actual únicamente entuba el agua superficial.
“Hace falta entender la relación entre ciudad y naturaleza, es un tema pendiente que pudiera traer muchas alternativas y una de ellas sin duda es la recarga del agua subterránea, sobre todo cuando hay años húmedos, cuando hay mucha precipitación de lluvia, pero estas alternativas nunca se comentan en público porque para resolver el tema del agua siempre se dice que se deben hacer presas, que hay que hacer infraestructura”, expuso.
López Ramírez explicó que actualmente el 30% del agua que se canaliza a la ZMG proviene de mantos acuíferos, pero aclaró que de esta fuente no se tienen datos concretos de su volumen y calidad.
“Hace falta el diseño de una gestión integral para el agua subterránea de Guadalajara. Tampoco hay una política de recarga de subsuelo. Y nos estamos quedando con el agua superficial.
“En la agenda 2030 de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) se estima que el 93% de los recursos es para construir infraestructura de abastecimiento como de saneamiento. En la lógica tradicional de gestión del agua es construir obras y hacer una buena gestión, es integrar todas las partes con una visión amplia”, refirió.
Otra de las acciones, dijo, que se tienen que implementar es una revisión de la demanda. “Es decir, tenemos un modelo de oferta en donde lo que se busca es darle más agua a la ciudad. Y lo que se tiene que saber es cuánta se necesita en Guadalajara en realidad y para qué la necesitamos. Esos conteos no los tenemos claros tampoco. Hay algunos datos, pero no hay estudios profundos con enfoque de demanda y entonces se ven las alternativas, pero no necesariamente son presas.
“Ahora, si volteamos a ver nuestros ríos e incluso el Lago de Chapala como un cuerpo dinámico, es decir, hay momentos en los que tienen mucho agua y otros donde tienen menos agua. Si nosotros aprendiéramos a identificar cómo es ése ciclo dinámico tanto en el Lago de Chapala como en los ríos como el Santiago y el Verde podríamos tener temporadas de aprovechamiento de agua de estos lugares”, abundó.
Además el sistema operador del agua de la ciudad, agregó, debería medirse contra las mejores prácticas internacionales de monitoreos de fugas, volúmenes y tuberías.
“Eso nosotros no lo tenemos y son diversas alternativas de cómo eficientar el uso de agua. Los cerca de mil millones de pesos que se gastaron en los estudios para la presa Arcediano, si se hubieran dedicado a la infraestructura de la ciudad se habría mejorado el sistema operativo de la ciudad, el sistema de monitoreo de la ciudad, de fugas… porque tenemos un gran desperdicio de recursos en un proyecto de presa que quedó inservible”, subrayó.
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