Más de la mitad del año falta el agua y el resto la ciudad se está inundando, dice
Con ahorro y sistemas de acopio habría bastante agua en la ZMG, afirma experto
Nuevo acueducto de Chapala no es necesario si se cambia de actitud, señala Armando Escobar
En la Zona Metropolitana de Guadalajara pueden evitarse los tandeos escalonados que realiza el SIAPA mediante el acopio del agua durante los meses de lluvia y con la reducción de los consumos por parte de los usuarios en los hogares, aseguró Vogar Armando Escobar Hernández, especialista en temas del agua y académico del Departamento de Estudios Mesoamericanos de la Universidad de Guadalajara.
“Si uno revisa la historia en Guadalajara poco más de la mitad del año padecemos por agua y el resto del tiempo nos estamos inundando, yo creo que no hay que pensarle mucho para entender que la naturaleza nos está hablando de ciclos y que hay que aprovechar éstos, para evitar la escasez hay que aprovechar la abundancia por lo que hay que captar el agua de lluvia, tanto a nivel doméstico como colectivo, para que durante la época de estiaje no se tengan que reducir los niveles del abasto”, dijo el académico universitario.
Añadió que en algunas escuelas secundarias de la zona metropolitana se han hecho algunos esfuerzos aislados que han sido eficientes para los planteles escolares que lo realizan; en cuanto a la aplicación de estas medidas dentro del hogar expresó que la inversión que se tiene que realizar no es mayor que los beneficios que se tendrán.
“A nivel macro es algo similar, sólo a diferente escala y esto nos involucraría a todos en acciones que contribuyan a la filtración y el acopio de agua y no sólo a una dependencia como es el SIAPA, con esto estaríamos hablando de un cambio de mentalidad pues en Guadalajara se consumen alrededor de 280 litros diarios por persona”, afirmó.
Respecto al plan de crear un segundo acueducto desde el lago de Chapala hacia la zona metropolitana, que proponen algunas autoridades, mencionó que la medida puede evitarse mediante una concientización del uso del agua y con la extracción de más litros por minuto de los pozos profundos, los cuales son subutilizados.
Agregó que la justificación para realizar esta obra está plagada de argumentos que fueron empleados previos a la construcción del primer acueducto, en la década de los ochentas, sin que hasta la fecha se hayan solucionado todas las problemáticas de desabasto, tal y como se dijo que sería una vez que se tuviera el actual sistema de traslado de agua.
“El lago de Chapala no es un ente aislado, pertenece a una cuenca que desborda en nuestros límites estatales, viene desde el Estado de México y cruza cinco estados y ya hay pleitos con la gente de otros estados por el agua del río Lerma; no podemos apostarle a estar consumiendo cada vez más agua y a estarla peleando con más estados, tenemos que apostar a una sustentabilidad interna y para eso se requiere aplicar medidas”, dijo el académico quien refirió que detrás de las grandes obras hidráulicas existen muchos intereses económicos en donde “todos ganan, menos la naturaleza”.
Escobar Hernández refirió que es necesario lograr un cambio de actitud para que no tengamos que llegar al punto en el que se restrinja tanto el abasto de agua como para darnos cuenta de cuáles son los niveles mínimos de consumo en situaciones extremas.
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