Una planta de tratamiento y otra de Pemex, los peligros

Se edificarán viviendas en zonas de alto riesgo en Tlajomulco y El Salto

JUAN CARLOS G. PARTIDA

Dos nuevos fraccionamientos en construcción, La Perla en Tlajomulco, y Campobello en El Salto, obtuvieron permisos para edificar cientos de viviendas en zonas de alto riesgo. La Perla se ubica a menos de 30 metros de donde se construye la planta de tratamiento de aguas residuales en El Ahogado, mientras que Campobello levanta casas junto a tres grandes factorías en el corredor industrial de El Salto, una de ellas las instalaciones de Pemex que fueron reubicada de Guadalajara a una zona deshabitada de El Salto tras las explosiones del 22 de abril de 1992.

El fraccionamiento La Perla, que se ubica en territorio de Tlajomulco casi en los límites con El Salto, obtuvo en la pasada administración panista de Antonio Tatengo Ureña, el permiso de construcción que rápidamente inició con al menos 300 casas de interés social el año pasado y que ya tiene casi totalmente urbanizado, con algunas casas incluso ya habitadas.

Sin embargo desde el pasado mes de junio y luego de un retraso de casi dos años, la planta de tratamiento de El Ahogado, que en teoría limpiará las aguas residuales del sur de la zona metropolitana de Guadalajara, incluyendo la zona industrial tapatía y de El Salto, se construye a menos de 30 metros de los límites del nuevo asentamiento habitacional, como pudieron constatarlos diputados locales que en marzo pasado hicieron un recorrido por ese lugar y criticaron que la llamada “zona de amortiguamiento” sea reducida y tenga árboles plantados que en ese entonces ya estaban secos.

La ubicación de la planta tratadora en construcción fue decidida luego de buscar supuestamente el lugar idóneo para que sus labores no tuvieran repercusiones con la población. Sin embargo y aunque ya se conocía que estaría ubicada en el sitio donde hoy se construye, las autoridades de la pasada administración de Tlajomulco otorgaron el permiso de construcción, lo que fue tolerado a la llegada de las nuevas autoridades presididas por Enrique Alfaro, que permitieron que se terminara de comercializar el espacio pese al evidente peligro a la salud pública para los nuevos habitantes, quienes van a convivir con una planta que se supone limpiará por segundo casi 3 metros cúbicos de aguas altamente contaminadas.

No muy lejos de ahí, pero ya en territorio de El Salto, el movimiento de tierras para construir el fraccionamiento Campobello, ubicado en la delegación de San José del Castillo, comprueba que los 23 permisos para nuevas colonias que se autorizaron hace dos administraciones por la panista Beatriz Moreno, comenzaron a obtener sus licencias de construcción ahora en la presidencia priísta de Gerardo González Díaz, pues en Campobello ya es posible visitar las “casas muestra”, todas de interés social y con precios que no llegan a 300 mil pesos.

Aunque durante la pasada administración, también priísta y que presidió el hoy diputado federal Joel Díaz González –hermano del actual alcalde-, esos 23 permisos se mantuvieron congelados ante las recurrentes inundaciones en El Castillo y La Azucena, además del paradigmático caso de la muerte del niño Miguel Ángel López Rocha, la entrega de licencias de construcción en el caso de Campobello reitera el desinterés municipal por el riesgo en que se pone a los habitantes, en este caso a 3 mil 500 familias que será el número de casas proyectado.

Y es que a menos de mil metros de los límites del naciente asentamiento está la planta de Pemex, la cual fue reubicada a finales del siglo pasado desde la colonia El Álamo, en Tlaquepaque, luego de que la paraestatal reconoció su trágico papel en las explosiones del 22 de abril. A la gigantesca planta llega el poliducto de Celaya, Guanajuato, y desde ahí se distribuyen hidrocarburos a toda la ZMG a través de otros ductos o pipas transportadoras.

Además Campobello colinda con la fábrica Urrea, donde se elaboran herramientas mediante procedimientos químicos que utilizan cromo. Lo mismo sucede con otra factoría, Emerson, donde se construyen transmisiones de potencia para automotores y maquinaria pesada, y con Evans, fábrica de generadores y equipos electromecánicos que ha tenido dos recientes contingencias por el uso de solventes en sus procesos, además que cuenta con dos tanques de almacenamiento de gran capacidad que se encuentran pegados a lo que será la zona habitacional.