El derrame de petróleo ocurrido en el Golfo de México ya ha dejado consecuencias en el medio ambiente.
El derrame de petróleo llegó a las costas de Luisiana, empantanando y asfixiando a muchos animales que viven en una costa excepcional constituída, en gran parte, por pantanos y manglares. De hecho, hay 20.000 personas que se ocupan de limpiar 130 kilómetros costeros.
Más de 600 especies animales, especialmente el pelícano marrón y una tortuga marina ya están en peligro, amenazados por la capa de petróleo. Apróximadamente 134 especies de aves, 445 especies de peces, 45 mamíferos y 32 reptiles y anfibios -ranas, lagartos y serpientes de mar- han sido afectados por esta marea, según lo expresado por las autoridades del departamento de vida silvestre y de pesquera de Luisiana.
“Había no sólo petróleo en la superficie, sino que también había petróleo en la columna de agua hasta por lo menos diez metros de profundidad, y eso afecta a toda la vida acuática. La concentración de estos productos se acumulan en la cadena de vida y se hallan en todos los animales que dependen de ella”.- expresó el oceanógrafo J. M. Cousteau.
Los tiburones han huido del Golfo de México. Tortugas, delfines, aves y crustáceos son algunas de las víctimas ya identificadas. En la Isla Candelaria, santuario natural donde sobreviven, se han vuelto a introducir los últimos pelícanos marrones y también las aves migratorias, pero la desaparición de los peces tendrá graves consecuencias. Para los seres humanos también, ya que al estar prohibida la pesca, los pescadores que dependen de estos recursos no tienen de qué alimentarse. Por su parte, la tercera barrera de coral del mundo, en los Cayos, también se ve amenazada.
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