6.10.11

Intentan entregar su manifiesto en el Palacio de Gobierno

Los pueblos de la barranca del río Santiago se declaran en resistencia por daños ecológicos

JORGE COVARRUBIAS

Los pueblos de la barranca del río Santiago se declararon en resistencia y listos para afrontar los embates de quienes “invaden, saquean, y envenenan nuestros suelo, aire y agua”, mediante descargas industriales, agrícolas, pecuarias y residenciales.

Se lo pudieron haber dicho en persona al gobernador del estado, Emilio González Márquez, pero la comitiva de representantes que fue en su búsqueda a Palacio de Gobierno se topó con una barrera de policías y un funcionario neurótico que amenazó en varias ocasiones con negarles el acceso.

Enrique García Feregrino, burócrata de la Subsecretaría de Asuntos del Interior, se tornó violento cuando el representante de la comunidad indígena de San Francisco Ixcatán, José Casillas, le pidió permiso para entregar el manifiesto de los pueblos en la ventanilla de Oficialía de Partes en compañía de seis personas.

“A mí no me gusta que me estén viendo la cara cuando nos comprometemos a cosas”, acentuó el funcionario, que en varias ocasiones amagó con retirarse porque tenía que “hacer cosas”.

Sus manos temblaban al igual que su párpado derecho, y el tono de su voz era muy imperativo. La manifestación del Movimiento Antorcha Campesina que en ese momento se desplegaba en el exterior del edificio lo habían trastornado, y estalló cuando se le pidió gentileza.

El documento en cuestión que llevaron a la oficina del mandatario, y que más tarde entregarían a los presidentes municipales de Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque, Tonalá, Tlajomulco, y El Salto, advierte que los habitantes de los pueblos de Huaxtla, Milpillas, San Lorenzo, San Francisco Ixcatán, San Esteban, Ejido de Copala y Ejido de Mesón de Copala, entre otros, están dispuestos a organizarse y defender sus tierras, arroyos, manantiales, bosques, pastizales, cultivos frutales, hortalizas y de granos básicos, animales del campo, sitios arqueológicos, cultura y tradiciones.

El escrito alude específicamente a la población de El Tempisque, perteneciente a la comunidad indígena de Mezquitán, que se tuvo que marchar del lugar desde diciembre del año pasado, porque en sus inmediaciones la Comisión Estatal del Agua (CEA) depositará los lodos tóxicos que producirá la macroplanta de tratamiento de aguas negras denominada Agua Prieta.

“No queremos experimentar en carne propia el desplazamiento forzoso, como ya le ocurrió al pueblo de El Tempisque”.

La advertencia no es para menos. Teódulo Orozco Reynoso, de la comunidad de Huaxtla, dijo que las poblaciones que colindan con la Barranca del Río Santiago se han convertido prácticamente en “pueblos fantasma”, porque están perdiendo su capacidad productiva.

“Somos rehenes de quienes compran barata la tierra para luego especular con ella, olvidando la producción de alimentos y oxígeno, la recarga de las corrientes superficiales de agua y ríos subterráneos que nos dan alimento, oxígeno, recreación y vida”, dice el texto.

El escrito alude a la cosmogonía de la región, sus costumbres, su identidad, siempre en estrecha relación con el medio ambiente.

“Contamos con médicos tradicionales, parteras, yerberos, sobaderos, hueseros y rezanderas; artesanos de la costura, tejido, hoja de maíz, madera y otate; compositores, músicos y grupos musicales de tambora antigua, chirimía, norteño, mariachi y banda de viento…”

El grupo de seis personas que ingresó aún no llegaba a la ventanilla, y el funcionario continuaba en su actitud belicosa.

“¡Lo toman o lo dejan!”, respondió ante el reclamo de Elvia Lorena Campos, propietaria de un balneario en la comunidad de Hacienda San José, quien le pedía explicaciones de su trato soberbio a los ciudadanos.

Las poblaciones firmantes del manifiesto le exigen al mandatario y presidentes municipales el saneamiento de al menos seis cuencas entre las que se encuentran la de río Blanco, Agua Prieta, Agua Zarca, El Taray–La Soledad, Milpillas- Huaxtla, y el río Santiago.

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