27.10.11

Habitantes de la zona protegida de Wirikuta señalan que su territorio es sagrado

Huicholes exigen cancelar 22 concesiones mineras

El gobierno de México entregó esos permisos a una firma canadiense. Protestarán en el Ángel, en la UNAM, en Antropología y en la pirámide de Cuicuilco.
2011-10-27•DF y estados
El actor Daniel Giménez Cacho acompañó a los indígenas durante la conferencia de prensa.
El actor Daniel Giménez Cacho acompañó a los indígenas durante la conferencia de prensa. Foto: Javier García

Las comunidades indígenas huicholas exigieron al presidente Felipe Calderón cancelar las 22 concesiones mineras de la zona protegida de Wirikuta, frenar los megaproyectos de empresas jitomateras y que se ponga en marcha un proyecto alternativo que dé trabajo a las comunidades de la zona. Santos de la Cruz, uno de los dirigentes, denunció que el “Estado está asesinando” sus tierras.

En conferencia de prensa, en la que estuvo presente el actor Daniel Giménez Cacho, integrantes de las comunidades señalaron que Wirikuta es su territorio sagrado, que se ubica en San Luis Potosí, Sierra de Catorce y el Bajío y fue declarado Reserva Ecológica Natural y Cultural con una superficie de más de 140 mil hectáreas. Fue incorporado por la Unesco a la Red Mundial de Sitios Sagrados Naturales.

Actualmente, el gobierno mexicano ha entregado al menos 22 concesiones mineras de la empresa canadiense First Majestic Silver Corp en el área de Real de Catorce, a través de la firma mexicana Real Bonanza SA de CV. De las cerca de 7 mil hectáreas concesionadas, 70 por ciento de esa superficie es de la reserva de Wirikuta.

En el área El Bernalejo, en la comunidad Margaritas, el gobierno otorgó al menos otras dos concesiones mineras a la empresa canadiende West Timmins Mining, con sus filiales mexicanas Golondrinas y Cascabe.

Además, las cantidades de agua utilizadas por esa industria minera provocan el destacamiento de cuencas híbridas, las cuales, según la Comisión Nacional del Agua, se encuentran ya sobreexplotadas.

Las jitomateras agroindustriales, indicaron los representantes de los indígenas, están desmontando varios predios ubicados dentro de la reserva.

El desmonte se realiza en zonas de gran valor ambiental, donde crecen cáctaceas protegidas por la leyes mexicanas.

Con la complacencia de las autoridades de la Procuraduría del Medio Ambiente, que no han clausurado la ilegalidad de esas empresas pese a tener una denuncia desde marzo pasado, el desmonte se realiza en las zonas de gran valor ambiental.

Estas empresas, destacó Carlos Chávez, otro de los dirigentes, en los últimos años ya han bombardeado las nubes con químicos que impiden la lluvia, tan necesaria para los campesinos, y están bombeando el agua del subsuelo para regar sus jitomates.

Santos de la Cruz, quien en la segunda reunión del diálogo con el Movimiento por la Paz y la Justicia le entregara esa exigencia al Presidente, ayer pidió que se respeten los derechos de los pueblos rarámuris porque “nos están acabando”.

Chávez expuso que mientras el gobierno federal se ha negado a atender sus exigencias, otra empresa, denominada La Golondrina, pretende iniciar sus actividades mineras en las inmediaciones del altar sagrado de Kauyumarietse, donde se recolecta la planta sagrada de Hikuri, ofrendan sus cantos, rezos y flores, piden y agradecen por el bien de su pueblo y la vida en todo el mundo. “Esta minera plantea realizar un proyecto de explotación, lo que provocaría un daño irreversible”.

En esa zona las actividades que se permiten son para satisfacer las necesidades básicas económicas y culturales de los habitantes.

Con una delegación aproximada de 200 comuneros, entre autoridades, jicareros, consejos de ancianos, mujeres y niños, decidieron presentarse en el Distrito Federal para expresar sus demandas de cancelación de las concesiones a las mineras y todo la industria contaminante que atenta contra Wirikuta.

Para hacer públicas sus exigencias, realizarán diferentes actos, uno en la Universidad Nacional Autónoma de México, en la pirámide de Cuicuilco, una concentración en el Ángel de la Independencia y en el Museo Nacional de Antropología e Historia.

Claves
Consecuencias

•La actual sequía ha sido la peor de los últimos 50 años para los campesinos de Wirikuta.

•Consecuencias de la industria minera en la zona: contaminación de agua, drenajes ácidos y arrastre de metales pesados, vapores y emanaciones toxicas, desertificación e inutilización del suelo para actividades agropecuarias, y eliminación y mortandad de animales y aves.

•En las personas que viven en áreas cercanas aumentan las enfermedades respiratorias, intestinales, renales, dermatológicas y mayor incidencia de cáncer pulmonar.

México • Eugenia Jiménez

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