La crisis de Chapala y sus efectos en el medio ambiente
Aspecto del lago de Chapala
Antes de abordar la problemática que intitula el presente artículo quisiera recordar la importancia del lago de Chapala: es el embalse de mayor extensión en México, el tercero en Latinoamérica, el 48 en Norteamérica y el número 60 a nivel mundial. Además, cumple una invaluable labor como regulador del sistema climático y ambiental en la zona colindante de los estados de Jalisco y Michoacán.
Desde hace algunos años, la disponibilidad de agua abundante a lo largo de la cuenca Lerma-Chapala-Santiago trajo como consecuencia un rápido crecimiento poblacional y económico de esta región de nuestro país; pero, al mismo tiempo, importantes problemas para su sustentabilidad derivados de la desecación por evaporación y deforestación; la extracción de agua –sea ésta permitida o clandestina–, así como su contaminación, que proviene de cuatro orígenes:
1.- Los metales pesados que vierten las industrias;
2.- El material bacteriológico que derraman los productores de ganado –principalmente porcicultores– y los desechos humanos que son vaciados en las ciudades y poblaciones que no cuentan con plantas de tratamiento;
3.- Los compuestos orgánicos que arrojan algunos productores rurales a través de los fertilizantes; y,
4.- Los compuestos inorgánicos de productos como los herbicidas.
Como efecto de todo lo anterior, Chapala ha sufrido un aumento considerable de concentraciones en la mayoría de los parámetros analizados de los años 90 a la fecha, rebasando en casi todos ellos la normatividad nacional e internacional.
Dada esta problemática, ya desde mayo de 2003 diversos organismos civiles habían solicitado a la Comisión para la Cooperación Ambiental de América del Norte iniciar una investigación sobre la degradación ambiental en el río Santiago.
Felizmente, el pasado 30 de mayo esta solicitud fue aprobada por unanimidad, por lo que el Secretariado de esta Comisión procederá a realizar la investigación y a integrar un expediente de hechos que se prevé esté listo dentro de un año.
Por lo anterior, es necesario preservar Chapala como un cuerpo de agua con volúmenes estables y de calidad. Se requiere que el lago conserve un mínimo de aproximadamente 5,700 a 6,000 millones de metros cúbicos, que representa el 70% de su capacidad total, para que logremos su subsistencia de por vida, y además reducir sensiblemente la contaminación de sus aguas.
Debido a que la problemática en torno al lago de Chapala es muy variada, ello implica atenderla como un problema ambiental, social y de salud pública. Para ello, se precisa de su reconocimiento por parte de los poderes Legislativo y Ejecutivo de los órdenes de gobierno federal y estatal, así como también de la coadyuvancia de organizaciones sociales e instituciones académicas para el logro de tales objetivos y la realización de las acciones a emprender.
Entre ellas podemos mencionar:
• Normar y crear programas de apoyo a la conservación del nivel óptimo de agua en el lago.
• Crear compromisos de los estados integrantes de la cuenca Lerma-Chapala-Santiago para lograr este fin.
• Instalar plantas de tratamiento de aguas en industrias y centros de población.
• No permitir el uso de herbicidas y fertilizantes tóxicos.
• Poner en orden los corredores industriales, ganaderos y agrícolas,
• Incrementar el nivel de almacenaje en las presas instaladas a los largo de la cuenca.
Para avanzar en lo anterior, sería deseable que el Ejecutivo federal establezca un programa integral de recuperación y conservación de la cuenca hidrológica Lerma-Chapala-Santiago.
Este programa debería incluir que, en los términos de la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, se decrete una emergencia ambiental ante la alta contaminación de la cuenca Lerma-Chapala-Santiago, a fin de que se tomen acciones inmediatas entre las diversas dependencias federales involucradas y las autoridades estatales y municipales para reducir los efectos negativos que ahora se presentan y que inciden principalmente en los altos riesgos de salud de la población.
Es necesario gestionar ante el Congreso de la Unión que se modifique la Ley de Aguas Nacionales para crear un esquema que unifique las acciones en torno al control y vigilancia de la cuenca.
En este sentido, se propone la creación de un organismo público desconcentrado de la Comisión Nacional del Agua, con autonomía de gestión y de aplicación presupuestal, que cuente con atribuciones suficientes para dictar políticas y medidas que aseguren un uso racional del agua, los volúmenes mínimos que debe recibir el lago, el saneamiento de las aguas y políticas de apoyo para que los agricultores implementen técnicas de riego que disminuyan la sobreexplotación y el desperdicio del agua.
Es oportuno recordar que el Senado de la República, el 3 de diciembre de 2002 aprobó una iniciativa presentada por el senador priísta jalisciense Raymundo Gómez Flores, a fin de crear una ley reglamentaria del artículo 27 constitucional para declarar la cuenca Lerma-Chapala-Santiago-Pacífico zona de restauración ecológica y de reserva de agua, misma que a la fecha aún no ha merecido dictamen de la co-legisladora.
Otro aspecto fundamental es la necesidad urgente de que la Comisión Nacional del Agua ejerza realmente y con recursos suficientes sus facultades de inspección, vigilancia y sanción, para restablecer esta cuenca hidrológica.
En el ámbito local se propone establecer la creación de un plan de ordenamiento ecológico territorial en cada uno de los municipios del estado de Jalisco que colinden con la cuenca y analizar la necesidad de crear un organismo estatal dependiente de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable, que establezca las políticas estatales y municipales que habrán de seguirse en torno al cuidado del lago de Chapala y considerar la restauración de la cuenca como asunto de interés público.
Asimismo, se considera indispensable la urgente aplicación de recursos públicos para la instalación de todas las plantas tratadoras de agua en los municipios aledaños al propio lago.
El trabajo por hacer no es fácil, lo más importante es la voluntad política para lograr los resultados necesarios en un marco de amplia participación social.
Actuar hoy de manera responsable, tendrá consecuencias importantes en el futuro inmediato y, sobre todo, con las futuras generaciones. Cuidemos el lago de Chapala. Cuidemos el agua.
*Rector general de la Universidad de Guadalajara
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