9.11.09

Granjas Carroll continúa perjudicando a más de 100 mil personas: campesinos


En la imagen, una pancarta en contra de la granja porcícola durante la Quinta Asamblea Nacional de Afectados Ambientales, que se realizó el fin de semana en la comunidad de Chichicuautla, en el municipio de Tepeyahualco / Foto Arturo Alfaro Galán
ARTURO ALFARO GALÁN

Habitantes y campesinos de 25 comunidades del valle de Perote, ubicadas en los límites de Puebla y Veracruz, denunciaron que la empresa porcícola Granjas Carroll de México (GCM) continúa afectando a más de 100 mil personas de la región con la emisión de contaminantes en los mantos acuíferos, en la atmósfera por malos olores y otros factores perjudiciales de tipo biológico que alteran el equilibrio del lugar.

Durante la Quinta Asamblea Nacional de Afectados Ambientales (ANAA), que se realizó el fin de semana en la comunidad de Chichicuautla, en el municipio de Tepeyahualco, los pobladores acusaron que los gobiernos federal y estatales han contribuido a que los activistas sociales, quienes se han pronunciado por una revisión en los procedimientos ambientales y sanitarios de la empresa GCM, sean criminalizados, señalados y encarcelados por delitos “que no se cometieron”.

Saúl Roque, representante del Consejo de Pueblos de Morelos, señaló que una prueba del efecto de las granjas de cerdo sobre la salud de las personas, “y que ha sido ocultado por las autoridades”, es que en las comunidades del valle de Perote, se dio el primer brote de enfermedades respiratorias –presuntamente por contagios del virus AH1N1– que comenzó a afectar a los pobladores pues se convirtió en una infección neumológica, por lo que el personal médico emplazado en el área tendió un cerco sanitario que incluyó la fumigación de todas las viviendas y la vacunación de todos los moradores.

Asimismo, demandaron a la empresa GCM dejar de amenazar y hostigar a los cinco ecologistas: José Luis Martínez Crisóstomo, Margarita Hernández Burgos, Bertha Crisóstomo Lara, María Verónica Hernández Argüello y Guadalupe Serrano Gaspar, quienes después de realizar una manifestación el 10 de enero de 2007 para demandar el cierre de la empresa porcícola, fueron procesados por los delitos de obstrucción y daño en las vías de comunicación.

En la asamblea nacional de afectados ambientales participaron durante dos días decenas de representantes de comunidades de diversas entidades del país, como Jalisco, Morelos, Tlaxcala, Oaxaca, Hidalgo, Distrito Federal y Puebla, con la intención de dar a conocer –a través de mesas de trabajo– su problemática ambiental particular, compartir sus experiencias y establecer nuevas formas de organización social.

Resistencia colectiva

El presidente de Bienes Ejidales de la localidad de Chichicuautla en el municipio de Tepeyahualco, Valentín González, acusó a la empresa GCM de invadir terrenos y caminos ejidales, con la intención de instalar nuevas fábricas y canales de desecho, lo que ha puesto en riesgo la salud de los habitantes.

Además, aseguró que al menos 80 tierras ejidales aún no han aceptado negociar con la empresa GCM para la venta de los terrenos, que representan una extensión aproximada de 150 hectáreas.

Sin embargo, refirió que la mayoría de las personas de la región ha cedido a las presiones de la empresa, al vender hasta en 3 millones de pesos los terrenos de la zona para el uso de la transnacional de cerdos.

Valentín González sostuvo que de las 105 granjas de puercos que están instaladas en el Valle de Perote, únicamente se tiene instalado un biodigestor que no cumple con su función de descomponer y contener la expulsión de gas metano al medioambiente, además de poder generar fertilizantes, con la utilización como combustible del gas.

En su turno, Fausto Limón Palestina, propietario ejidal afectado del valle de Perote y propietario del Rancho “El Riego”, apuntó que ninguna de las lagunas de oxidación de aguas negras, instaladas a un costado de cada granja de GCM cuenta con geomembranas, lo que ha provocado que el agua que se utiliza para el riego de los cultivos, esté contaminada.

“Nosotros tenemos acceso a un pozo de agua, pero sabemos que esa agua está contaminada, porque ahí en Granjas Carrollo de México no se han preocupado por mantener un equilibrio en el ambiente. No hay una construcción correcta de una laguna de oxidación y eso tienen que verlo las autoridades sanitarias, para que se den cuenta del daño que están haciendo a nuestros pueblos”, apuntó ante más de 2 mil personas que se presentaron en la ANAA.

Durante un recorrido realizado por este diario por las granjas instaladas en los municipios de El Seco, Tepeyahualco y Guadalupe Victoria, se constató que las lagunas de oxidación de la empresa Granjas Carroll de México carecen de señalización, delimitación física y están a campo abierto, junto a las cosechas de maíz y frijol de al menos una veintena de campesinos.

Además en las comunidades aledañas a las granjas de cerdos prevalece un olor fétido y plagas de moscas, lo que mantiene preocupada a la población de contraer nuevas enfermedades respiratorias y virales.

“Ese mal olor son gases nocivos para la salud de las poblaciones, sino a toda la atmósfera en su conjunto. Ese es un problema muy fuerte, porque el gobierno ha tolerado el funcionamiento de estas empresas, que no están aplicando ninguna norma ambiental. La granja produce una enorme mortalidad de los cerdos y el lugar de depósito se llena de moscas, y eso es un foco de infección. Además, por las noches cuando liberan el canal de desecho y las personas tienen que salir de sus casas por los síntomas intolerables que presentan, como vómito y mareos constantes”, afirmó Hipólito Rodríguez Herrero, vocero de la Red de Ambientalistas del Valle de Perote.

Recordó que en los últimos 10 años los niveles de acuíferos han descendido más de 40 centímetros por año, pues existe un mayor consumo de energía para los pozos de riego agrícola y para la limpieza de las granjas, que anualmente requiere de mil 500 metros cúbicos de líquido.

“Tanto del deficiente funcionamiento de las lagunas de oxidación, como de los llamados biodigestores, que no son más que cementerios en los que se colocan los cadáveres de los cerdos sin mayor tratamiento, se desprende un olor insoportable. Además, los cerdos muertos son arrojados a cielo abierto, lo que ha originado en la zona la proliferación nocturna de perros salvajes, que deambulan cerca de las granjas para devorar los cadáveres, lo que ha complicado el tránsito a pie de los pobladores”, afirmó.

Los lugareños afirman que quizás los cerdos de Carroll estén más sanos que los seres humanos que habitan en las comunidades, pues saben que constantemente están vacunados e inspeccionados, pero dicen que algo es seguro: Carroll contamina los mantos freáticos con el excremento de estos cerdos; aunque las autoridades locales desconocen el número, en dichas comunidades son comunes las enfermedades de las vías respiratorias.

Campaña de información

Jorge Ucid, ciudadano afectado de Chichicuautla de Tepeyahualco, anunció que en los próximos días comenzarán con una campaña de información sobre los efectos nocivos en la salud con la instalación de las Granjas Carroll en las comunidades aledañas de Veracruz y Puebla. Las campañas de difusión comenzarán en las principales ciudades estatales, con la intención de “mantener a las personas enteradas de lo que sucede con este crimen ambiental y social”.

Asimismo, ayer, durante el último día de la Quinta Asamblea Nacional de Afectados Ambientales, los participantes propusieron la creación de un nuevo Consejo Nacional para la Defensa de los Afectados Ambientales (CNDAA), que proveerá de asesoría técnica y legal a las personas que han resultado afectadas por las demandas interpuestas por los consorcios transnacionales, como Granjas Carroll contra cinco lugareños de la región.

El consejo nacional será, expuso Jorge Ucid, el primer mecanismo de defensa real para las personas que han sido perseguidas y hostigadas por los intereses de las empresas.

De otras demandas

Durante los dos días de la asamblea nacional también se expusieron problemáticas ambientales y la defensa de la tierra, pertenecientes a los estados de Jalisco, Oaxaca, Morelos, Hidalgo, Tlaxcala y Distrito Federal.

Entre los temas abordados resaltó el rechazo de un grupo de campesinos poblanos de las regiones de los volcanes Popocatépetl y La Malinche ante la construcción de los proyectos arcos norte y surponiente de la ciudad de Puebla, así como del proyecto Aura, que se pretende realizar en la presa de Valsequillo.

Además, expusieron su problemática los habitantes de Ocotlán, que se ubica en el Valle Central de Oaxaca, quienes rechazaron la apertura de una mina; los afectados por la Minera San Xavier y los opositores a la construcción de la presa El Zapotillo, en el estado de Jalisco.

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