Le sacarán menos agua al Lago de Chapala
Trabaja Conagua para que Guadalajara y su Zona Metropolitana tengan "sustentabilidad" y no sigan dependiendo de Chapala.
El Occidental
José Mendoza Navarro
El año 2014 será un parteaguas para la cuenca Lerma-Chapala y para el lago más grande de México, por que se reducirán los volúmenes de aprovechamiento del vaso lacustre y por lo que respecta a la oquedad que inicia en el Estado de México y concluye en la Barranca de Oblatos, en Jalisco, se pretende convertirla en "ejemplo nacional de gestión y sustentabilidad integral", confirmó el titular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), David Korenfeld Federman.
Explicó que los trabajos que se harán en la cavidad Lerma-Chapala para la sustentabilidad del recurso hídrico y medioambiental, están destinados a ser replicables en las otras 12 cuencas que hay en México.
El funcionario federal hizo un compromiso con Jalisco y con el Lago de Chapala: "que el acuerdo de 1994, que años después se convirtió en un convenio de disponibilidad, de distribución y uso de las aguas superficiales, de propiedad nacional, del Lerma-Chapala se transforme, cumpliendo con toda la normatividad jurídica, en un reglamento".
Subrayó que dicho reglamento tendrá que ser acatado por todos los que directa o indirectamente están relacionados con la cuenca: "Esto va a permitir asegurar la producción agrícola en la cuenca y además la sustentabilidad de los cuerpos de agua, especialmente del Lago de Chapala que es un cuerpo que hay que defender, proteger y garantizar para que en los próximos años sea una fuente de desarrollo para esta región del país".
Recalcó el funcionario federal que para alcanzar esta meta es necesario que "todos los usuarios públicos y privados respalden las decisiones que le permitan a este Lago de Chapala transitar a la sustentabilidad, así como trabajar en conjunto para poner a funcionar plantas de tratamiento que se encuentran instaladas y que actualmente no están operando, con las cuales podemos dar tratamiento a una parte fundamental de las aguas regionales".
Korenfeld Federman puntualizó que la cuenca Lerma-Chapala "tiene que adaptarse en su realidad, y convertirse en ejemplo, la gran vulnerabilidad que tenemos para los próximos años (frente a fenómenos naturales) y con estudios muy claros buscar proteger esta cuenca".
El año 2014 será un parteaguas para la cuenca Lerma-Chapala y para el lago más grande de México, por que se reducirán los volúmenes de aprovechamiento del vaso lacustre y por lo que respecta a la oquedad que inicia en el Estado de México y concluye en la Barranca de Oblatos, en Jalisco, se pretende convertirla en "ejemplo nacional de gestión y sustentabilidad integral", confirmó el titular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), David Korenfeld Federman.
Explicó que los trabajos que se harán en la cavidad Lerma-Chapala para la sustentabilidad del recurso hídrico y medioambiental, están destinados a ser replicables en las otras 12 cuencas que hay en México.
El funcionario federal hizo un compromiso con Jalisco y con el Lago de Chapala: "que el acuerdo de 1994, que años después se convirtió en un convenio de disponibilidad, de distribución y uso de las aguas superficiales, de propiedad nacional, del Lerma-Chapala se transforme, cumpliendo con toda la normatividad jurídica, en un reglamento".
Subrayó que dicho reglamento tendrá que ser acatado por todos los que directa o indirectamente están relacionados con la cuenca: "Esto va a permitir asegurar la producción agrícola en la cuenca y además la sustentabilidad de los cuerpos de agua, especialmente del Lago de Chapala que es un cuerpo que hay que defender, proteger y garantizar para que en los próximos años sea una fuente de desarrollo para esta región del país".
Recalcó el funcionario federal que para alcanzar esta meta es necesario que "todos los usuarios públicos y privados respalden las decisiones que le permitan a este Lago de Chapala transitar a la sustentabilidad, así como trabajar en conjunto para poner a funcionar plantas de tratamiento que se encuentran instaladas y que actualmente no están operando, con las cuales podemos dar tratamiento a una parte fundamental de las aguas regionales".
Korenfeld Federman puntualizó que la cuenca Lerma-Chapala "tiene que adaptarse en su realidad, y convertirse en ejemplo, la gran vulnerabilidad que tenemos para los próximos años (frente a fenómenos naturales) y con estudios muy claros buscar proteger esta cuenca".
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