19.1.14

CABALGAN LAS AUTODEFENSAS...

Cabalgan en el país las autodefensas
Trotan en una confusión donde se mezclan concepciones

Organización Editorial Mexicana
19 de enero de 2014


Por NIDIA MARÍN / Primera de dos partes / El Sol de México

En la tierra de los bailadores de sones y fandangos, de los músicos con violín, guitarra y tamborita, de los sembradores de limas, melón, sandía, aguacate, limón, naranja, mango, hoy campea la incertidumbre. Están a la espera de los resultados de los nuevos trabajos gubernamentales, porque como escribiera Luis González y González... "La tierra caliente es un país tropical, un medio de mala reputación, distante de las rutas máximas de tráfico mercantil. Está fuera de camino..."

Hay inquietud, pero también esperanzas de oportunidades, porque ya saben que en la tierra caliente...

"Por su débil situación respecto a las veredas del hombre, se le estampó el epíteto culto de la Ultima Tule y el apodo popular de fondillo del mundo".

Quizás en el futuro mediano llueva gobernabilidad. Tal vez cambie la zozobra y la serie de hechos recurrentes hasta antes del lunes, porque...

"En los años la sequía ni siquiera en los puntos llovedores, la lámina de agua llega a 400 milímetros. Ha habido temporales con un metro de lluvia. En los años pintos algunos puntos se empantanan y otros quedan tan secos que los animales se mueren de flacos. Las precipitaciones terracalenteñas no cumplen con ley alguna; son temibles por indisciplinadas y por violentas".

Quizás por aquellas tierras, que cuenta con su añejo y extraño volcán de cabecera, El Jorullo, hoy continúen los rezos al señor de Carácuaro para que las cosas salgan mejor que como estaban.

No será fácil porque los puntos clave de la droga, iniciados por los fuereños y adoptados por muchos nativos, se resisten. En Múgica, Antunez, Cuatro Caminos, Nueva Italia, Parácuaro, están reacios.

Nada nuevo en el país, pero sobre todo por aquellas tierras michoacanas que jamás pudieron ser conquistadas por los aztecas, por ejemplo. Pero por los españoles sí. No obstante que mujeres como Eréndira (quien nunca tuvo dueño) luchó para evitar la conquista de Cristóbal de Olid, mientras otra princesa Atzimba, poco antes, se enamoraba del capitán español Villadiego.

Aquel enviado por Cortés a explorar, se perdió, junto con su expedición, entre los pinos y los oyameles de las montañas y de ahí la frase "tomó las de Villadiego". Ahí fue el inicio de la incubación del nombre Tarasco, es decir "tarhashkuas", el cual en purépecha quiere decir cuñado. Además, en son de paz los naturales les obsequiaban a sus hermanas.

Actualmente, a través de Michoacán, México va. En el caso de la crisis es una muestra, desde el lunes pasado, que se está llevando a cabo el cambio del paradigma a la estrategia en el combate a la delincuencia y en la recuperación de la gobernabilidad, del que hablara el especialista Raúl Benítez Manaut.

Los hechos se han estado sucediendo desde que Enrique Peña Nieto anunció su programa de 10 puntos en la materia:

1) Reducir la violencia y recuperar la territorialidad en las ciudades más afectadas;

2) Devolver la seguridad en todas las entidades federativas;

3) Recuperar la confianza ciudadana;

4) Reorganizar los cuerpos policiacos en los tres niveles de gobierno;

5) Homologar la profesionalización, equipamiento y capacitación de la policía;

6) Aumentar el número de agentes capacitados de la Policía Federal;

7) Aplicar en todo el país el sistema de justicia penal acusatorio oral;

8) Impulsar planes integrales de prevención, que incluyan estrategias de salud y educación;

9) Disminuir al menos en 50 por ciento la tasa de homicidios y secuestros;

10) Abatir la extorsión y trata de personas.

Además de las novedades que se han presentado en aquella entidad con la coordinación de todos los niveles de gobierno, incluido el estatal y los municipales e inclusive con el nombramiento de un Comisionado del Gobierno Federal a cargo del nuevo operativo de seguridad en Michoacán (Alfredo Castillo) la nueva estrategia da sus primeros pasos a nivel estatal.

¿Tendrá éxito? El tiempo lo dirá.



w Cuando les dan

el pretexto

Ciertamente, en México, siempre se ha caído en la tentación de establecer cuerpos de seguridad propios y fuera de la ley, lo mismo en las zonas rurales que en las urbanas.

Hoy, en el país cabalgan "autodefensas", "policías comunitarias", "policía ciudadana" y "vigilantes" en varias entidades de la república (once, asegura la Comisión de los Derechos Humanos), fundamentalmente en aquellas con severos conflictos. Trotan en una confusión donde se mezcla la concepción de las antiguas policías rurales juaristas, los rurales porfiristas (cuyas arbitrariedades fueron famosas), las fuerzas rurales del Ejército Mexicano de la segunda mitad del siglo XX (constitucionales), las guardias blancas de las compañías petroleras, de los hacendados y su contraparte las "defensas agrarias", así como las lucha de algunos agraristas de principios de la centuria pasada y desde luego los esbirros de los caciques.

No hay novedad alguna, aunque estemos en el siglo XXI. Por ejemplo, de los paramilitares dice Onésimo Domínguez Rodríguez en un trabajo de 1997: "Se distinguen porque son grupos de campesinos e indígenas, organizados con una estructura policiaco-militar que actúan de manera más colectiva ya sea como comunidad, grupo u organización masiva. No dependen de terratenientes o ganaderos, sino del Ejército Federal, Policía de Seguridad Pública, del gobierno y de instituciones gubernamentales que las financian a través de proyectos de desarrollo, porque responden a intereses políticos más que a la defensa de tierras..."

El nombre de guardias blancas, señala Onésimo Domínguez Rodríguez, es retomado de la exUnión Soviética. "Después del triunfo de la revolución de octubre de 1917, el gobierno soviético optó por repartir la tierra a quien la necesitaba, pero se encontró con la resistencia de la policía particular de los propietarios que se les llamaba guardias blancas; entonces el gobierno optó por combatirlas a través de las guardias rojas", explica.

De acuerdo a Jesús Silva Herzog, en 1910 existían en México 840 hacendados, propietarios de la mayor parte del territorio nacional. En el caso de Michoacán había haciendas de 58,487 hectáreas, como la de San Antonio de las Huertas, de tradición frutícola, ubicada en Carácuaro (en la Tierra Caliente), cuyo productor era Guillermo González; en tanto que en Nocupétaro (también Tierra Caliente) se ocupaban en lo mismo Celso Díaz y Marcelino García. Esa hacienda de José Mariano Anzorena también contaba con trapiche. En el estado estaban entre 40 y 50 haciendas... hasta que llegó la Reforma Agraria en 1915 e inició el reparto.

Cuando falta un año para que se cumpla un siglo de aquella Reforma, ya no hay tierra para repartir, pero la filosofía actual de los presuntos luchadores en las comunidades sigue siendo de rebeldía, ahora centrada en una supuesta o real defensa contra la delincuencia organizada que durante más de una década ha estado asolando, mediante la venta de protección, a comerciantes, pequeños y grandes empresarios y a todo aquel trabajador que recibe cierta cantidad de recursos económicos.

En el caso de Michoacán, no solamente existen los grupos de autodefensas, pagadas, vestidas, calzadas y armadas por Pedro, Juan y varios, sino una mezcla de convenientes posiciones ideológicas, basadas algunas en las luchas agraristas de los años veinte. Por ejemplo la de Primo Tapia, cuya cabeza no solamente tuvo precio por parte del Gobierno Federal, sino del abad de Pátzcuaro. Finalmente fue fusilado en la comunidad "El Chirimoyo", en abril de 1926 en los albores de la guerra cristera.



w De Aguililla a

Tepalcatepec

Las autodefensas en Michoacán surgieron en la primera mitad del año pasado, según dijeron, para hacer frente a los criminales. Una de las consecuencias de sus acciones armadas fue el desplazamiento forzado de familias de Aquila, Coalcomán, Chinicula, Buenavista Tomatlán, Tancítaro, Aguililla, La Ruana, Tepalcatepec y Parácuaro, fundamentalmente esos municipios de la entidad, así como en su capital, en estados circunvecinos como Colima (Nuevo Calxitlán, municipio de Tecomán) e inclusive, las que pudieron, en los Estados Unidos.

De ahí que entre las medidas para recuperar el tejido social tan dañado en la entidad, los estudiosos recomiendan reintegrar los terrenos y predios a sus verdaderos propietarios, realizar un censo sobre la cifra de desplazados forzados y lograr que las más de 3 mil familias retornen.

El desplazamiento forzado es un fenómeno conocido en algunos países de América Latina (El Salvador, Nicaragua, Guatemala, etcétera) particularmente en Colombia. En ese país, de acuerdo con los datos de la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (Codhes), de 1985 a 2010 por lo menos 5 millones 195 mil 620 personas fueron desplazados por cuestiones de violencia, aproximadamente el 11 por ciento de la población del país sudamericano. El gobierno colombiano, dice, acepta una cifra de 3 millones 573 mil 132 personas desplazadas entre 1997 y 2010. Sólo para 2010, según la Codhes, hubo casi 300 mil desplazados forzados.

Esta agrupación en una explicación de la materia puntualiza que el desplazamiento forzado intraurbano (DFI) "no sólo persiste como el hecho victimizante de mayor impacto en las dinámicas urbanas del conflicto armado, sino que como estrategia y consecuencia del control social y territorial de grupos armados ilegales que facilita actividades relacionadas con rentas ilegales que involucran a la población civil en espacios marginales de las ciudades, la crisis humanitaria que supone ha aumentado y ha pasado de ser una tipología del desplazamiento forzado mayoritariamente silenciosa, a volverse un fenómeno constante y, en las ciudades del Pacifico colombiano, masivo y visible".

(Continuará)

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