Productos de maíz y caña sustituyen los de unicel
En México se producen al año 8 millones de toneladas de envases, 16 por ciento son de plástico y 2 por ciento de unicel.
Ante la contaminación y daño que provocan al ambiente, se han desarrollado productos biodegradables elaborados con fécula de maíz y caña de azúcar.
Sin saberlo, la huella de una fiesta de cumpleaños permanece de por vida en la memoria de la Tierra, pues los platos y vasos de unicel o de plástico no se desintegran, lo más que logran estos materiales es dividirse en moléculas muy pequeñas.
Si bien el plástico y el unicel son materiales muy socorridos en la industria alimenticia, se trata de productos altamente contaminantes y cuando el segundo de ellos se introduce al microondas libera las cancerígenas dioxinas.
“La vida moderna nos ha conducido al uso excesivo de este tipo de recipientes. Este modus vivendi ya no tiene que ser a tan alto costo para la salud y el ambiente.
“Existen productos desechables para mesa biodegradables, sean térmicos o no, hechos a base de fécula de maíz y caña de azúcar.
“La diferencia de éstos con los que se comercializan desde hace varios años en nuestro país hechos de cartón y que también son biodegradables, es que son amigables para el equilibrio ambiental por estar hechos con materiales de ciclo corto; es decir que su producción lleva poco tiempo y su biodegradación también. Además no son tóxicos al usarse en microondas”, asegura Esther Hernández, directora de Agua Tierra un proyecto ambiental y social mexicano para difusión y comercialización de estos productos.
Los productos de Agua Tierra realizados a base de maíz y los recipientes térmicos como los vasos, que son hechos a base de pulpa de caña de azúcar, se degradan en un periodo que va de un mes hasta año.
A decir de Esther, quien ha abierto una tienda ecológica donde entre otras cosas se venden los productos que importa desde China, fueron elaborados inicialmente en Alemania pero China perfeccionó la técnica y hoy distribuye a la mayoría de los países europeos.
“El unicel es muy agresivo para el medio ambiente, por tratarse de un derivado del petróleo en su fabricación se desprenden vapores tóxicos.
“Es un material que no permite la formación de gérmenes, pero no es biodegradable ni reciclable.
“Nuestros vasos, platos, bolsas y recipientes no tienen ninguno de esos problemas, se usan ampliamente en Europa y aprueban allá cualquier certificación, en México simplemente no existe una pero de haberla la aprobarían”, dice Hernández.
Los productos de Agua Tierra llegan a costar lo mismo que algunos hechos de plástico y unicel; depende de la calidad del plástico con el que se quiera comparar, no obstante asegura que en un corto plazo el mercado de desechables deberá comprometerse con sus clientes y utilizar productos que no sean agresivos para el planeta.
Actualmente el mercado mundial es de unos 30 mil millones de dólares anuales, 13 mil millones se venden en Estados Unidos y en México cerca de 650 millones de dólares, según datos de INEGI.
Esther Hernández explica que si el mercado de los productos desechables es tan grande y mueve tanto capital, las empresas que utilizan estos recipientes deberían asumir el compromiso y responsabilizarse de la basura que producen.
“Ahí están, añade, todas las cadenas de comida rápida, los supermercados que deberían regalar bolsas biodegradables (que tienen un costo muy similar) en compensación de años y años en que contaminaron el planeta y no aprovechar el momento, como lo están haciendo, para vender otras bolsas de tela.
Mercado en expansión
Alrededor de 97 por ciento del mercado de productos biodegradables se encuentra distribuido entre Europa, Australia y Nueva Zelanda.
El 3 por ciento se encuentra en América: Estados Unidos, Argentina, Costa Rica, Canadá, y recientemente Guatemala, México y Chile.
EU tiene una venta de 13 mil millones de dólares anuales; en México, el mercado de los desechables arroja ganancias de hasta 650 millones de dólares.
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