Porcicultores violan la norma ambiental, confirma la Proepa
Hay graves problemas de contaminación en Jalisco a causa de la porcicultura. La Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (Proepa) confirmó que ninguna de las 1,266 granjas que tiene registradas cumple con las normativas en materia ambiental. De hecho, este año van al alza las sanciones impuestas a las empresas que se dedican a criar y reproducir cerdos.
“Se puede decir que ninguna granja cumple a 100 por ciento” con las normativas ambientales, “la principal irregularidad que nosotros detectamos en las inspecciones es el mal manejo de sus residuos, es decir, el excremento de los cerdos”, lo que ocurre en las empresas de todos los tamaños, afirmó Alfredo González, director de Inspección y Vigilancia de Recursos Naturales de la Proepa.
El problema es que en la mayoría de las granjas la mayor parte del estiércol y de la orina de los miles de cerdos van a dar al agua. “Provoca una contaminación de las aguas porque las granjas pequeñas y medianas, que son las que normalmente están al interior de la zona urbana de los pueblos, las mandan ya sea al drenaje o a pequeños arroyos”.
González agregó que “ahora, en tiempos de estiaje, esas aguas no alcanzan a llegar al río, pero en tiempo de lluvias todo eso se va al río, y sigue su cauce hasta el mar. Es una contaminación fuerte y hasta ahora la mayoría de las granjas no cuentan con un sistema de tratamiento” de excrementos.
Hay otro problema. “Como todo producto orgánico, una vez que empieza a descomponerse [los excrementos] genera un gas metano, es un gas de efecto invernadero que provoca cambio climático, eso es lo fuerte” en términos de daños al medio ambiente por la actividad porcícola.
El maltrecho río Santiago recibe los mayores castigos, pues “85 por ciento de las visitas que hemos hecho a granjas están precisamente” dentro de esta cuenca. Además, 50 por ciento de las empresas del sector están asentadas en la región de Tepatitlán, y sus desechos se descargan justamente en el tóxico río.
Pero González minimizó los riesgos a la salud de las miles de personas que viven cerca de estas granjas, porque “como 85 por ciento” de las empresas “tienen un control a su fauna nociva, esto quiere decir, roedores y moscos, el único riesgo es el olor, que obviamente es desagradable”. Esto, además de los problemas por contaminar aguas.
Muchas de las grandes granjas, dijo, manejan biodigestores, “que son como unas fosas, unas pilas, has de cuenta una albercota, donde hay un proceso donde ellos evaporan con aguas en un tratamiento preciso y ya generan el excremento sólido o semisólido, y la mayoría lo emplean para abono”.
En el caso de las granjas medianas y pequeñas, “por lo general lavan con manguera a presión [donde se produce el estiércol y orina] enviándolo a arroyos o drenajes, ese es el problema fuerte por su mal manejo”.
Pero contar con un biodigestor no garantiza el cumplimiento de la totalidad de las normas ambientales, es sólo “el proceso del tratamiento de sus aguas residuales o de sus excrementos”.
Las normas establecen muchos otros requerimientos. El marco jurídico para la actividad porcícola está conformado por la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiental, la Ley Estatal de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (ambas con sus reglamentos), las normas estatales ambientales 003 (regula manejo de excrementos) y la 004 (regula manejo de cadáveres).
Infracciones al alza
El año pasado la Proepa apercibió a 139 granjas por violar las normas ambientales, y en lo que va de 2009 han sido apercibidas 77 empresas “con irregularidades”.
Respecto con las sanciones, el año pasado fueron por un total de 175 mil pesos, repartido entre las 139 granjas, y este año el monto acumula 205 mil pesos entre las 77 empresas, es decir, en promedio cada compañía paga la impresionante suma de… 2,700 pesos.
Sin embargo, González aclaró que el monto de las multas varía según “la capacidad económica” de la empresa. Las cantidades van desde una base de cerca de mil pesos (20 salarios mínimos) hasta un máximo de un millón de pesos (20 mil salarios).
De cualquier manera, dijo que las granjas están intentando cumplir las normas. Afirmó que la Proepa tiene reuniones con la unión regional de porcicultores, “y hay un programa muy bueno con Fider donde les están ofreciendo ciertos capitales” para instalar biodigestores, “y luego pasan a un subtema de separación”, después “tendrían que hacer un tratamiento de sus aguas residuales mediante plantas de tratamiento”.
Para el titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano de Jalisco (Seder), Álvaro García Chávez, lo que sucede es que en el tema medioambiental hay “falta de cultura, de normativa, de sanciones, de endurecer lo que está establecido en la ley” (Público, 14 de mayo de 2009).
1 comentario:
gracias por seguir dia dia!!
y siempre darnos esperanzas y fuerza
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