La URPJ inaugurará un proyecto que pretende poner el ejemplo
Las miradas, puestas en una granja modelo
2009-05-18•Negocios
Genaro González, encargado de Gestión Ambiental de la Unión Regional de Porcicultores de Jalisco (URPJ) reconoce que ninguna de las 1,266 granjas en la entidad cumple a cabalidad con las normas ambientales, y que apenas hay entre 70 y 77 biodigestores instalados en empresas en Jalisco, en granjas grandes que manejan más de cinco mil animales.
Según dijo, una granja que ya cuente con biodigestor, depósito de excremento donde los desperdicios se transforman en energía renovable, tiene “entre 70 y 80 por ciento del cumplimiento de la norma”.
Pero además de ello, “faltaría un poco más, pero en eso es que estamos trabajando, sobre un gran modelo para hacer que los demás productores se den cuenta de lo que tienen que hacer y de lo que falta. Es una granja modelo que estará en condiciones” de mostrar a todos los granjeros cómo tratar los residuos del cerdo, “en el sentido de los orgánicos, los cadáveres, las placentas, la basura, los frascos vacíos de medicamentos, en sí, todo lo que conlleva residuos”.
Explicó que la URPJ piensa inaugurar dentro de casi un mes esta granja modelo, que está ubicada en Zapopan,
Sobre los biodigestores, dijo que se trata de inversiones cuantiosas, que, dependiendo de su tamaño, pueden llegar a costar hasta dos millones de pesos, pero “estamos tratando de establecer modelos de biodigestor de granjas más pequeñas […] estamos por terminar la planta de tratamiento de Villa Rica [la granja modelo] y ahí vamos a ver muchos detalles pero hace falta para continuar con los biodigestores, que aunque no cumplan en la totalidad [de las normas ambientales], es un avance porque ya los gases hacia la atmósfera se están evitando. Claro que sí nos hace falta, pero estamos en pie de lucha tratando de que salga adelante”, señaló, tras afirmar que los porcicultores saben de los daños al medio ambiente de su actividad, pero que hay ánimo para modificar estos procesos.
Por separado, Jesús Vega, socio de la granja Venagen, una de las señaladas por sus descargas al río Santiago, dijo que el desarrollo de esa granja modelo es importante para enseñar a los productores qué deben hacer para cumplir con todas las normas. “Los porcicultores no queremos estar contaminando, pero que sí nos vayamos por un modelo ya probado para no estar invirtiendo en algo que no nos va a dar el resultado que necesitamos a fin de cuentas”, expresó.
También dijo que sería recomendable utilizar parte de los recursos que reciben los porcicultores como apoyos productivos de las autoridades para destinarlos a proyectos que beneficien el medio ambiente.
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