¿Y el Río Lerma? Domingo, 3 Junio 2012 por Armando González Escoto
Solamente nos queda esperar que llueva, para que
resucité el Río Lerma y arroje sobre Chapala todo el sin fin de
deshechos acumulados en sus cauce seco
Hace algunos años, cuando se cruzaban los límites entre Jalisco y Michoacán, había un letrero que decía “Río Lerma”. Para los habitantes de la Barca, era un paseo dominical atrayente que congregaba a familias enteras. Hoy existe solamente un cauce pedregoso ya sin letrero.
¿Y dónde está el río? El Río Lerma sigue naciendo como desde hace milenios en la sierra de Toluca, alimentando su cauce con un sinnúmero de arroyos y ríos menores. Muy pronto se añadieron desagues urbanos, y luego infinidad de desagües industriales y ganaderos, en principio aguas residuales que debiendo ser oficialmente tratadas por empresas y municipios no lo son.
Del modo que sea, es un hecho que los estados por donde transita el río se fueron adueñando de él al margen de normas, leyes, acuerdos o lo que sea. Se construyeron enormes presas, canales y distribuidores, sobre todo en el Estado de Guanajuato, para uso agrícola e industrial, a tal punto que en un momento dado, y sobre todo en el periodo de estío, el río simplemente ya no llegó a Jalisco.
Recientemente el Sr. Presidente de la República declaró en la ciudad de Hermosillo que el uso del agua debe ser prioritariamente destinado al consumo humano. Esto en el marco de la polémica que agricultores de Sonora sostienen en contra de la construcción de una presa que abastecería de agua a la ciudad de Hermosillo, afectando el uso que de ésta hacen para fines agrícolas e industriales. La declaración presidencial muestra por un lado la postura oficial del Gobierno, y por otra la diversa forma en que dicha norma se aplica, ya que entonces el Río Lerma tendría que ser primordialmente aprovechado en presas artificiales o naturales, que, como Chapala, están destinadas al consumo humano, lo cual por supuesto no ocurre. Pero en cambio sí se aplica cuando se trata de construir una presa con el Río Verde a fin de llevar agua para consumo humano a la ciudad de León, precisamente el Estado que mayoritariamente se queda con el agua del Río Lerma no para uso humano, sino agrícola, ganadero e industrial. El pasado 24 de mayo, el mismo Sr. Presidente declaraba que México tiene que ser un país donde las leyes se apliquen sin distingo, claro, no nos dijo como para cuando deba eso suceder, ni si Jalisco estará entre los estados beneficiarios de tan hermoso propósito.
Solamente nos queda esperar que llueva, para que resucité el Río Lerma y arroje sobre Chapala todo el sin fin de deshechos acumulados en sus cauce seco, junto con los demás drenajes que ya con el agua de lluvia pueden alegremente navegar hacia nuestro Estado.
No es desde luego el único caso en que los jaliscienses no hemos sabido defender nuestro patrimonio, estamos casi por perder la parte Norte de nuestra Entidad, junto con las disputas territoriales congeladas en torno a los límites con Colima y Zacatecas. Allá por los años del presidente Calles, se dijo que Jalisco era el gallinero de la República, palabras de las que luego el propio mandatario debió mucho arrepentirse, pero a la luz del presente tendríamos que pensar que Calles fue profeta, que hablaba del futuro, de ese futuro que es hoy nuestro presente.
Hace algunos años, cuando se cruzaban los límites entre Jalisco y Michoacán, había un letrero que decía “Río Lerma”. Para los habitantes de la Barca, era un paseo dominical atrayente que congregaba a familias enteras. Hoy existe solamente un cauce pedregoso ya sin letrero.
¿Y dónde está el río? El Río Lerma sigue naciendo como desde hace milenios en la sierra de Toluca, alimentando su cauce con un sinnúmero de arroyos y ríos menores. Muy pronto se añadieron desagues urbanos, y luego infinidad de desagües industriales y ganaderos, en principio aguas residuales que debiendo ser oficialmente tratadas por empresas y municipios no lo son.
Del modo que sea, es un hecho que los estados por donde transita el río se fueron adueñando de él al margen de normas, leyes, acuerdos o lo que sea. Se construyeron enormes presas, canales y distribuidores, sobre todo en el Estado de Guanajuato, para uso agrícola e industrial, a tal punto que en un momento dado, y sobre todo en el periodo de estío, el río simplemente ya no llegó a Jalisco.
Recientemente el Sr. Presidente de la República declaró en la ciudad de Hermosillo que el uso del agua debe ser prioritariamente destinado al consumo humano. Esto en el marco de la polémica que agricultores de Sonora sostienen en contra de la construcción de una presa que abastecería de agua a la ciudad de Hermosillo, afectando el uso que de ésta hacen para fines agrícolas e industriales. La declaración presidencial muestra por un lado la postura oficial del Gobierno, y por otra la diversa forma en que dicha norma se aplica, ya que entonces el Río Lerma tendría que ser primordialmente aprovechado en presas artificiales o naturales, que, como Chapala, están destinadas al consumo humano, lo cual por supuesto no ocurre. Pero en cambio sí se aplica cuando se trata de construir una presa con el Río Verde a fin de llevar agua para consumo humano a la ciudad de León, precisamente el Estado que mayoritariamente se queda con el agua del Río Lerma no para uso humano, sino agrícola, ganadero e industrial. El pasado 24 de mayo, el mismo Sr. Presidente declaraba que México tiene que ser un país donde las leyes se apliquen sin distingo, claro, no nos dijo como para cuando deba eso suceder, ni si Jalisco estará entre los estados beneficiarios de tan hermoso propósito.
Solamente nos queda esperar que llueva, para que resucité el Río Lerma y arroje sobre Chapala todo el sin fin de deshechos acumulados en sus cauce seco, junto con los demás drenajes que ya con el agua de lluvia pueden alegremente navegar hacia nuestro Estado.
No es desde luego el único caso en que los jaliscienses no hemos sabido defender nuestro patrimonio, estamos casi por perder la parte Norte de nuestra Entidad, junto con las disputas territoriales congeladas en torno a los límites con Colima y Zacatecas. Allá por los años del presidente Calles, se dijo que Jalisco era el gallinero de la República, palabras de las que luego el propio mandatario debió mucho arrepentirse, pero a la luz del presente tendríamos que pensar que Calles fue profeta, que hablaba del futuro, de ese futuro que es hoy nuestro presente.
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