El lago de Chapala se recuperará difícilmente
Cd. y Región •
23 Junio 2012 - 2:08am — Agustín del Castillo
La Comisión Estatal del Agua advierte el caso de la presa de
Solís, con menos de 20 por ciento de almacenamiento, que deberá llenarse
antes de soltar agua cuenca abajo.
Foto: Marco A. Vargas
La presa Solís tiene un promedio de almacenamiento de 18.75 por ciento.
Guadalajara • El lago de Chapala vivirá dificultades para tener una buena recuperación en el actual
temporal que comienza, reconoció el director de cuencas y
sustentabilidad de la Comisión Estatal del Agua (CEA), Héctor Castañeda
Náñez.
El funcionario llamó la atención sobre el hecho de que las dos últimas anualidades, el mayor embalse natural del país ha tenido las pérdidas más altas en dos décadas, respectivamente, con 1.42 y 1.40 metros de descenso. En particular, en la sequía 2011-2012, fueron más de 315 días de pérdida contra un promedio de 254 días de descenso en esos dos decenios.
Por si fuera poco, la cuenca Lerma está severamente estresada por falta de agua, y de acuerdo con la política óptima conjunta (POC), vigente como esquema de distribución, los vasos artificiales sólo sueltan agua cuando alcanzan su nivel máximo ordinario, y esos son los excedentes que pueden favorecer al lago, añadió Castañeda Náñez en entrevista con MILENIO JALISCO.
“Recién comenzamos a registrar los niveles en las presas y en el lago de Chapala, una mejoría aún muy precaria, pero recién inicia; en el caso de Chapala más que un centímetro ganado, pero sobre todo, hemos visto que lleva varios días sin perder su nivel de almacenamiento, lo cual es alentador, pero no es garantía de que ya haya iniciado su proceso de recuperación; me parece que los pronósticos de lluvia que se tienen en el estado todavía no permiten garantizar el periodo y que el descenso del lago de Chapala ya haya terminado”, refirió.
“Lo que podemos revisar en el caso del lago en lo que es el nivel de almacenamiento, es que de los últimos 20 años, los dos más recientes han sido los más drásticos en materia de descenso; en el periodo 2010-2011, el lago perdió un metro con 42 centímetros, y en este periodo 2011-2012, el lago pierde un metro con 40 centímetro (cm); y si uno revisa la media de todo el periodo anda en promedio de un metro con 10 cm, lo cual ubica claramente los dos últimos años como los dos más agresivos en el tema”.
Por si fuera poco, “también estábamos acostumbrados a tener en la media un periodo de descenso que rondaba de 240 a 250 días, contra un periodo de recuperación que dura en promedio el orden de 110 a 120 días, pero en esta ocasión el periodo de descenso se alargó tanto, que llegó a durar 315 días, entre el 9 de agosto del año pasado, que fue cuando el lago perdió su primer cm, al día en que gano su primer cm en esta semana; tuvieron que pasar 315 días para eso”.
—La Comisión Nacional del Agua señaló que quizás el nivel de lluvias en la cuenca Lerma-Chapala iba a andar en el promedio histórico, contra un panorama de déficit considerando todo el país.
—Pues por lo menos en las fechas que estamos, esas lluvias ya se debían haber presentado, cosa que no ha sucedido; lo que evitó el descenso en el lago de Chapala no se debió precisamente a lo que llovió en la parte alta o en las parte media de la cuenca, sino a lo que llovió en la cuenca propia; ahí señalaríamos que el tema de la infraestructura que existe aguas arriba no se ha visto modificada en su nivel de almacenamiento para más, y eso es lo que nos indica que allí no está lloviendo de una manera en que nos permitiera echar las campanas al vuelo; los niveles de esas presas aún están muy bajos, sobre todo en las grandes presas; la que más nos preocupa es la presa de Solís, que tiene un promedio de almacenamiento de 18.75 por ciento, pues esa infraestructura nos detiene una cantidad de agua importante de lo que llueve en la parte media de la cuenca, lógicamente hasta no llegar a 80 por ciento de su capacidad, ya que ande ahí por los 620 a 640 millones de metros cúbicos [m3] de agua almacenada, pues no le aporta nada aguas abajo al lago de Chapala.
—Entonces habrá que ser muy cautos respecto a esto...
—El lago nos tiene acostumbrados que en el periodo de lluvias sube al menos un cm diario, y en los mejores días del temporal de 2008 llegó a subir de cuatro a cinco cm en un solo día; pero si revisas los 24 cm que gané en el temporal pasado contra el de 1.40 que perdió, tenemos de todas a todas números rojos.
Están mejor las presas del territorio estatal. “De las principales 52 presas que se les toma registro, solamente tenemos dos embalses con agua cerca de 100 por ciento de su capacidad; tenemos tres presas con más de 90 por ciento, una entre 80 y 90 por ciento, y 46 presas están por abajo de 80 por ciento de su capacidad; en todo el estado el porcentaje de almacenamiento en las presas anda bajo, y preocupa porque finalmente son los almacenamientos de agua de los cuales podemos disponer para las actividades productivas y el consumo de las personas”.
Claves
Cifras de la escasez
► Las 11 presas mayores de la cuenca Lerma, que es la alimentadora principal del lago de Chapala, tienen en conjunto un almacenamiento de de apenas 38.44 por ciento en sus existencias de agua, esto es, 789.7 millones de metros cúbicos (m3), contra una capacidad de 2,054 millones de m3.
► De esos embalses, destaca la situación de la presa de Solís, con capacidad para 800 millones de m3 en su nivel máximo ordinario (namo), pero que contiene apenas 152.5 millones de m3 —alrededor de 20 por ciento de su capacidad—, casi la mitad de lo que almacenaba un año atrás.
► Conforme con la política óptima conjunta, que rige la distribución de las aguas superficiales de la región, los cuerpos de agua deben alcanzar su namo antes de abrir el vertedor para enviar agua cuenca abajo. Eso significa que sólo derraman hacia Chapala cuando alcanzan su máxima capacidad oficial; eso depende de lluvias copiosas que no se han presentado, y de muchas jornadas de abundancia.
► Al 22 de junio, el lago de Chapala tiene 3,761 millones de m3, tras un descenso de 1.40 metros durante 315 días, y el incremento de apenas un cm. La pérdida es de 1,471 millones de m3 desde el 9 de agosto de 2011.
► Si se toman los últimos dos años del lago, fechado al día de ayer, la pérdida acumulada de agua es de 3,053 millones de m3, contra una recuperación de sólo 262 millones de m3, en el único período húmedo entre dos grandes épocas secas. Esa pérdida equivale a 17 años de agua para la zona metropolitana de Guadalajara, a los niveles actuales de extracción.
El funcionario llamó la atención sobre el hecho de que las dos últimas anualidades, el mayor embalse natural del país ha tenido las pérdidas más altas en dos décadas, respectivamente, con 1.42 y 1.40 metros de descenso. En particular, en la sequía 2011-2012, fueron más de 315 días de pérdida contra un promedio de 254 días de descenso en esos dos decenios.
Por si fuera poco, la cuenca Lerma está severamente estresada por falta de agua, y de acuerdo con la política óptima conjunta (POC), vigente como esquema de distribución, los vasos artificiales sólo sueltan agua cuando alcanzan su nivel máximo ordinario, y esos son los excedentes que pueden favorecer al lago, añadió Castañeda Náñez en entrevista con MILENIO JALISCO.
“Recién comenzamos a registrar los niveles en las presas y en el lago de Chapala, una mejoría aún muy precaria, pero recién inicia; en el caso de Chapala más que un centímetro ganado, pero sobre todo, hemos visto que lleva varios días sin perder su nivel de almacenamiento, lo cual es alentador, pero no es garantía de que ya haya iniciado su proceso de recuperación; me parece que los pronósticos de lluvia que se tienen en el estado todavía no permiten garantizar el periodo y que el descenso del lago de Chapala ya haya terminado”, refirió.
“Lo que podemos revisar en el caso del lago en lo que es el nivel de almacenamiento, es que de los últimos 20 años, los dos más recientes han sido los más drásticos en materia de descenso; en el periodo 2010-2011, el lago perdió un metro con 42 centímetros, y en este periodo 2011-2012, el lago pierde un metro con 40 centímetro (cm); y si uno revisa la media de todo el periodo anda en promedio de un metro con 10 cm, lo cual ubica claramente los dos últimos años como los dos más agresivos en el tema”.
Por si fuera poco, “también estábamos acostumbrados a tener en la media un periodo de descenso que rondaba de 240 a 250 días, contra un periodo de recuperación que dura en promedio el orden de 110 a 120 días, pero en esta ocasión el periodo de descenso se alargó tanto, que llegó a durar 315 días, entre el 9 de agosto del año pasado, que fue cuando el lago perdió su primer cm, al día en que gano su primer cm en esta semana; tuvieron que pasar 315 días para eso”.
—La Comisión Nacional del Agua señaló que quizás el nivel de lluvias en la cuenca Lerma-Chapala iba a andar en el promedio histórico, contra un panorama de déficit considerando todo el país.
—Pues por lo menos en las fechas que estamos, esas lluvias ya se debían haber presentado, cosa que no ha sucedido; lo que evitó el descenso en el lago de Chapala no se debió precisamente a lo que llovió en la parte alta o en las parte media de la cuenca, sino a lo que llovió en la cuenca propia; ahí señalaríamos que el tema de la infraestructura que existe aguas arriba no se ha visto modificada en su nivel de almacenamiento para más, y eso es lo que nos indica que allí no está lloviendo de una manera en que nos permitiera echar las campanas al vuelo; los niveles de esas presas aún están muy bajos, sobre todo en las grandes presas; la que más nos preocupa es la presa de Solís, que tiene un promedio de almacenamiento de 18.75 por ciento, pues esa infraestructura nos detiene una cantidad de agua importante de lo que llueve en la parte media de la cuenca, lógicamente hasta no llegar a 80 por ciento de su capacidad, ya que ande ahí por los 620 a 640 millones de metros cúbicos [m3] de agua almacenada, pues no le aporta nada aguas abajo al lago de Chapala.
—Entonces habrá que ser muy cautos respecto a esto...
—El lago nos tiene acostumbrados que en el periodo de lluvias sube al menos un cm diario, y en los mejores días del temporal de 2008 llegó a subir de cuatro a cinco cm en un solo día; pero si revisas los 24 cm que gané en el temporal pasado contra el de 1.40 que perdió, tenemos de todas a todas números rojos.
Están mejor las presas del territorio estatal. “De las principales 52 presas que se les toma registro, solamente tenemos dos embalses con agua cerca de 100 por ciento de su capacidad; tenemos tres presas con más de 90 por ciento, una entre 80 y 90 por ciento, y 46 presas están por abajo de 80 por ciento de su capacidad; en todo el estado el porcentaje de almacenamiento en las presas anda bajo, y preocupa porque finalmente son los almacenamientos de agua de los cuales podemos disponer para las actividades productivas y el consumo de las personas”.
Claves
Cifras de la escasez
► Las 11 presas mayores de la cuenca Lerma, que es la alimentadora principal del lago de Chapala, tienen en conjunto un almacenamiento de de apenas 38.44 por ciento en sus existencias de agua, esto es, 789.7 millones de metros cúbicos (m3), contra una capacidad de 2,054 millones de m3.
► De esos embalses, destaca la situación de la presa de Solís, con capacidad para 800 millones de m3 en su nivel máximo ordinario (namo), pero que contiene apenas 152.5 millones de m3 —alrededor de 20 por ciento de su capacidad—, casi la mitad de lo que almacenaba un año atrás.
► Conforme con la política óptima conjunta, que rige la distribución de las aguas superficiales de la región, los cuerpos de agua deben alcanzar su namo antes de abrir el vertedor para enviar agua cuenca abajo. Eso significa que sólo derraman hacia Chapala cuando alcanzan su máxima capacidad oficial; eso depende de lluvias copiosas que no se han presentado, y de muchas jornadas de abundancia.
► Al 22 de junio, el lago de Chapala tiene 3,761 millones de m3, tras un descenso de 1.40 metros durante 315 días, y el incremento de apenas un cm. La pérdida es de 1,471 millones de m3 desde el 9 de agosto de 2011.
► Si se toman los últimos dos años del lago, fechado al día de ayer, la pérdida acumulada de agua es de 3,053 millones de m3, contra una recuperación de sólo 262 millones de m3, en el único período húmedo entre dos grandes épocas secas. Esa pérdida equivale a 17 años de agua para la zona metropolitana de Guadalajara, a los niveles actuales de extracción.
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