Ayer... y hoy
¡Dengue por aquí, dengue por allá! ¡Influenza A H1N1 por aquí, influenza estacional allá y acullá! Sí, amable lector, me duele decirlo, pero Guadalajara, de ser una muchacha bonita, amable y apta para vivir, por la incapacidad, ineptitud y corrupción de los gobernantes en los últimos 20 años la han convertido en un esperpento, en un basurero, y si lo dudan pongamos algunos ejemplos:
La insalubridad pulula por todas partes, por los “seis puntos cardinales”, por el oriente, por el poniente, por el sur y el norte, así como “por arriba y por abajo”, nos rodean por todas partes focos de infección: El Salto de Juanacatlán y su Río de la Muerte; la Barranca de Huentitán con su río contaminado que la convierte en una cloaca; la Cuenca del Ahogado y lo que fue una laguna, hoy es un lugar que no permite la vida; los tiraderos de basura de la zona conurbada, Picachos, etc., etc.; colonias paupérrimas; mugre por todas partes; niños desnutridos que nos recuerdan que “un pueblo hambriento no puede estar sano”, por eso día que pasa la influenza humana, la estacional y el dengue los encontramos por todos lados y cada día que transcurre más abundan; en el último reporte dado a conocer por el secretario de Salud nacional ya han ocurrido 350 muertes por la influenza humana y se tienen registrados 45 mil 809 casos hasta el día 26 de octubre.
El dengue no se quedó atrás de la influenza humana, Jalisco reportó dos mil 500 casos del clásico y 454 del tipo hemorrágico, pareciendo que es imparable y más grave aún, porque para esta enfermedad no hay medicamentos, no hay cura posible y al que le da, le da hasta su muerte.
El problema de estas epidemias es tan grave en el mundo y el panorama tan sombrío, que con fecha 25 de octubre pasado Estados Unidos de Norteamérica declaró “emergencia nacional” en su país por la gripa que provoca el virus A H1N1, pues la llevan más de mil muertos a causa de la enfermedad y su presidente declara que a nivel mundial ya es responsable de más de cinco mil defunciones, según el último balance de la Organización Mundial de la Salud.
No obstante lo anterior, nuestras autoridades siguen jugando al “juego del Tío Lolo”, en vez de iniciar campañas para sanear el ambiente donde está Guadalajara, y quitar los focos de infección arriba señalados, continúan promoviendo eventos donde la asistencia es masiva, conciertos de música de bandas gruperas, autoriza reuniones y provoca marchas de protesta que ya no puede ni debe contener, siguen los palenques, los casinos como si estuviéramos en Las Vegas, no se vigila la asistencia a las escuelas, a los cines y ¿por qué no decirlo?, a los templos de las distintas religiones que existen en el Estado, y las obras que se realizan, como el puente atirantado y los arcos del Milenio, donde son de relumbrón. ¿Cuándo entenderemos?
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