La vida de agua dulce se extingue
El ritmo de desaparición de estas especies, esenciales para los seres humanos, es entre cuatro y seis veces superior al del resto
La biodiversidad de agua dulce es mucho más rica que la de otros ecosistemas, pero desaparece a gran velocidad. Investigadores de todo el mundo subrayan varias amenazas que ponen en peligro a miles de especies en todo el mundo. Las de agua dulce son esenciales para el medio ambiente y la supervivencia de millones de personas. Pero a pesar de su importancia, son en gran parte desconocidas. Los científicos reclaman más investigaciones y medidas de protección: los consumidores también pueden contribuir a frenar la desaparición de estos seres vivos.
- Imagen: Oegg -
Los ecosistemas de agua dulce se colapsan. Así lo aseguran los expertos de Diversitas, el Programa Internacional de Ciencias de la Biodiversidad. Según sus responsables, la tasa de extinción de estas especies es entre cuatro y seis veces superior a la de sus familiares terrestres y marinos.
Reunidos en fecha reciente en Ciudad del Cabo (Sudáfrica), 600 investigadores de esta institución han debatido sobre los problemas que afectan a la desaparición de especies. Uno de los participantes, Klement Tockner, del Instituto Leibniz de Ecología de Agua Dulce y Pesca en Aguas Interiores, con sede en Berlín, ha señalado que la biodiversidad de agua dulce se encuentra "al borde de una gran crisis". Tockner asegura que cada vez más pruebas científicas confirman esta aseveración.
Cada vez más pruebas científicas confirman que la biodiversidad de agua dulce se encuentra al borde de una gran crisis
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) también reconoce la magnitud del problema. Sus responsables explican que las amenazas que se ciernen sobre estas especies son muy diversas. El crecimiento de la población humana, junto con el desarrollo industrial y agrícola, ha sometido a estos ecosistemas a una tensión enorme. Su hábitat, el agua dulce, es un recurso cada vez más escaso que se gestiona en muchos lugares de forma insostenible. Los altos niveles de extracción de este elemento, el drenaje de los humedales o la canalización de los ríos impide el desarrollo normal de la vida de estas especies.
Junto al problema del agua, los expertos de la UICN señalan otras amenazas. La deforestación que conduce a la sedimentación, la introducción de especies invasoras, el calentamiento global, la sobreexplotación de los recursos pesqueros o la fragmentación de ecosistemas naturales ribereños han provocado esta delicada situación.
- Imagen: José Luis Navarro -
Los responsables de Diversitas concluyen que con estos datos, y los relativos a los demás ecosistemas, el objetivo de frenar en 2010 la pérdida de biodiversidad no será factible. Tampoco se podrán cumplir en 2015 los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU, que persiguen la mejora de las condiciones de vida de las personas más desfavorecidas del planeta.
Por qué es importante la biodiversidad de agua dulce
La diversidad de especies de agua dulce es muy alta comparada con la de otros ecosistemas. En un espacio reducido (cubre el 0,8% de la superficie del mundo) vive el 10% de todos los animales. Se estima que estos hábitat son el hogar del 35% de los vertebrados descritos, de unas 27.400 especies de peces, moluscos, cangrejos, libélulas y plantas de agua dulce, de más de 126.000 especies conocidas de animales y de unas 2.600 plantas macrofitas (algas, musgos, etc.).
Si se tradujera en dinero, el valor de estos ecosistemas alcanzaría unos 50 billones de euros
Esta rica biodiversidad proporciona a los seres humanos muchos bienes y servicios importantes, más que cualquier otro tipo de ecosistema: provisión de alimentos agrícolas y pesqueros, agua potable, regulación de enfermedades, materiales de construcción o control de las inundaciones y de la erosión. Si se tradujera en dinero, el valor de estos ecosistemas alcanzaría unos 50 billones de euros, según la UICN.
Muchas poblaciones de todo el mundo dependen por completo de los recursos que proporcionan estos ecosistemas de agua dulce. Por ello, señala Diversitas, la desaparición de estas especies pone en riesgo a miles de millones de personas. Casi el 20% de los peces de agua dulce han desaparecido o hay grandes posibilidades de que se extingan. Esta cifra es mucho mayor en algunos países industrializados. Es el caso de Europa Oriental. Otras muchas especies, como anfibios y moluscos, también peligran. Se estima que en 2025 ningún río de China llegará al mar, excepto durante las inundaciones. Los efectos para la pesca costera podrían ser devastadores.
- Imagen: Azul -
Los ecosistemas de agua dulce y sus especies también son esenciales en la lucha contra el cambio climático. Se calcula que absorben y capturan alrededor del 7% del dióxido de carbono (CO2) que los seres humanos expulsan a la atmósfera cada año. La reducción del número de estas especies y la destrucción de sus hábitats naturales pueden repercutir en el equilibrio del CO2.
A pesar de ello, el conocimiento de esta biodiversidad y sus amenazas es escaso. Los responsables de UICN y de la organización Conservación Internacional (CI) reconocen que sólo se han evaluado 6.000 especies de agua dulce a escala global. Más de 21.000 especies quedarían pendientes de estudio.
Cómo detener la extinción de la vida de agua dulce
La pérdida de biodiversidad de los ecosistemas de agua dulce se podría evitar si se llevaran a cabo las siguientes medidas:
- Aumento de la investigación de estas especies y precisión de su ubicación, principales amenazas o población: se desconoce a un gran número de ellas o se dispone de datos insuficientes. Los estudios de campo, el aumento de expertos locales que puedan investigarlas o la publicación de estudios son esenciales para conocer esta biodiversidad y poder conservarla.
- Los consumidores pueden ser de gran ayuda: concienciarse de la importancia de estas especies resulta básico para aumentar los esfuerzos de conservación. El consumo sostenible de los bienes y servicios que proporcionan puede contribuir a su supervivencia futura. La denuncia de malas prácticas o la exigencia de mayores medidas de conservación a las instituciones pueden colaborar en esta tarea.
- Gestión sostenible de los recursos hídricos: el agua dulce es un bien cada vez más solicitado y escaso. Las políticas de gestión deberían asumir la denominada "nueva cultura del agua" para garantizar las prestaciones ambientales, económicas y sociales.
- Designación de áreas protegidas específicas para las especies de agua dulce.
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