14.10.09

Habitantes de comunidades aledañas impidieron el paso de camiones recolectores

Plantón en los vertederos de Picachos y Hasar’s en demanda de solución efectiva

Al lugar acudió el alcalde zapopano Juan Sánchez Aldana, quien negó que haya lixiviados

MAURICIO FERRER

En ambos rellenos sanitarios, diariamente se descargan 2 mil 200 toneladas de desechos producidos por los habitantes de Zapopan. Imagen del bloqueo efectuado ayer
En ambos rellenos sanitarios, diariamente se descargan 2 mil 200 toneladas de desechos producidos por los habitantes de Zapopan. Imagen del bloqueo efectuado ayer Foto: FOTO ARTURO CAMPOS CEDILLO

Unos 300 habitantes de las comunidades de Huaxtla, San Lorenzo, Mesa de San Juan, Milpillas, La Soledad y San Francisco de Ixcatán, pertenecientes al municipio de Zapopan, cerraron ayer los basureros de Picachos y Hasar’s, sobre el kilómetro 15 de la carretera que va de Guadalajara a Ocotlán, hasta que las autoridades no resuelvan el problema de contaminación que los lixiviados vertidos por ambas empresas ocasionan en las principales fuentes de agua que los han abastecido toda la vida: los ríos La Soledad y Milpillas.

Puntuales a las 10 de la mañana, como hombres de campo que son. A esa hora ya estaba instalado un plantón improvisado con tallos de árboles y una manta, a manera de cancel, que advertía: “No soluciones parciales, acciones totales”. Y la acción total que pidieron, como prioritaria, fue el cierre de ambos rellenos sanitarios, a donde a diario se descargan 2 mil 200 toneladas producidas por los habitantes de Zapopan, materializadas en pañales, llantas, toallas femeninas, restos de comida, ropa vieja, cajas de cereal, restos de verduras podridas y demás basura que sólo es un manjar para los zopilotes que vuelan en círculos en el cielo que engloba la zona.

“Emilio deja de tomar wisky (sic)”, “Respeta nuestros arroyos, ríos y lagos, no más lixiviados”, “Aldana ¿por cuánto te vendiste?”, “Montes de Oca, por un millón de pesos nos vendiste” y “No queremos cáncer”, fueron los reclamos que los habitantes plasmaron en cartulinas de colores fluorescentes, las voces escritas de 300 familias que conforman estas comunidades.

Desde hace 3 años, según los testimonios de los lugareños, los líquidos de color marrón, los lixiviados, los juguitos de la basura, los que sueltan las mismas bolsas de desechos que usted a diario saca a la calle para que el camión recolector se las lleven, son los mismos que han causado estragos en las poblaciones por donde pasan los ríos La Soledad y Milpillas. Por esos mismos ríos, los lixiviados han hecho de las suyas: un campesino relató que 15 cabezas de ganado han muerto luego de haber tomado agua de pozos alimentados por los dos ríos.

Y un hombre, Enrique Hernández, de Milpillas relató que sus tres nietos, Yazmín, Enrique y Ramón, de entre 3 años y 12 meses de edad, “tres días están alevianados y 4 o 5 enfermos, aunque hervamos el agua”.

Del morral, el anciano de sombrero y huarache, sacó 51 recetas: Pentrexyl, Cefalexina, Metronidazol, Ambroxol, Dextrometorfano… una larga lista de medicamentos para enfermedades gastrointestinales y de las vías respiratorias.

Los habitantes de las comunidades solicitaron una mesa de diálogo con autoridades estatales y municipales a la que sólo asistió el alcalde de Zapopan, el panista Juan Sánchez Aldana, al mediodía de ayer. Tras un recorrido de poco más de dos horas, en el que edil negó que hubiera lixiviados a pesar de los líquidos ocre, burbujas y un olor pestilente, condicionó un encuentro con representantes de la Secretaría de Medio Ambiente para un Desarrollo Sustentable (Semades) del gobierno de Jalisco y de la Procuraduría Estatal de Protección al Medio Ambiente (Proepa), sólo si se retiraba el plantón que impidió el paso a unos 120 camiones recolectores de basura tan sólo ayer.

“La acción de bloqueo es desproporcionada a lo que vemos en el relleno”, aseguró el panista, quien, ante la respuesta clara de los habitantes de ni un paso atrás al plantón, se retiró bajo el argumento que tenía que buscar un lugar para tirar la basura de Zapopan producida hoy.

Según Aldana, un problema lo aquejaba más que el descontento de unos campesinos inconformes: dónde diablos poner la basura que los zapopanos producirían un martes, un día después de la Romería que dejó miles y miles de kilogramos de desperdicios.

Eran casi las 3 de la tarde y el sol sobre Picachos y Hasare_SSRqs era testigo de que los pobladores de la región intentaban crear una comisión de diálogo y que el director de Hasar’s, José Luis Contreras, había dicho adelante al mismo, cuando Juan Sánchez Aldana se subió en su camioneta Suburban y se marchó.

Javier Lechuga, empleado de la Subsecretaría del Interior de la Secretaría General de Gobierno, habló con los inconformes y, según testimonios de los presentes, les advirtió que la administración estatal estaba dispuesta al diálogo y si no, “alguna alternativa habría que encontrarse para levantar el plantón”. “Que nos madreen”, terminó la frase de Lechuga uno de los afectados.

Alrededor de las 6 de la tarde, el plantón continuaba. Los hombres jugaban baraja, las adolescentes le pegaban al balón de volibol, algunos niños dormían, los mosquitos empezaban a atizar, el funcionario de Hasar’s detallaba que estaban listos para llevar a cabo una planta de tratamiento que permitiría hacer más puros mil 300 metros cúbicos de lixiviados al día, un par de policías dormía en la patrulla ZS-09, los cerdos de una granja porcícola chillaban, el olor a estiércol de caballo era fresco, y el diálogo quedaba pospuesto para hoy alrededor de las 12 del día.

Pero Juan Sánchez Aldana no regresó; el responsable de Proepa, Fernando Montes de Oca, aún no llegaba cuando 7 horas atrás había avisado que estaba a unos minutos de arribar al sitio; la titular de Semades, la panista Martha Ruth del Toro Gaytán, ni sus luces, y un par de camiones de la basura, adentro de los rellenos, en espera de que las puertas se abrieran.

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