31.7.09

TUCOMA

Gregorio González Cabral

Periodista
En estos tiempos, por las siglas de las siglas, tenía que surgir en la zona metropolitana de Guadalajara, el TUCOMA. ¿TUCOMA? Si: «Todos Unidos Contra el Macrobús », TUCOMA. Porque a cada segundo, más y más adhesiones recibe la ola opositora al «Macrobús», «Choribús», «Cumbiabús », «Matabús», «Lanabús», «Chupabús» o como ustedes le hayan oído mentar. Diego Monraz debe estar feliz, porque ahora sí logró la anhelada unidad. Ahora sí los puso a todos unidos... en contra del «Macrobús». Bastó que los habitantes vieran una prueba de qué se trata esta vacilada, con la que pretenden suplir al tren eléctrico y el veredicto fue unánime: ¡Fuera! ¡Fuera! ¡Fuera! Por ahora: no a otras líneas. Luego: ¡Quiten esos estorbos de la Calzada! A cada momento «la minoría insignificante», crece. Ya como sin temor a la mentada.
Y ni modo de que le atribuyan la culpa a «fuerzas del mal», porque hasta S.E. Cardenal Juan Sandoval señaló su oposición a ese estorbo que fragmenta la ciudad en forma salvaje, afectando su identidad, tradición, capital social. Más que de colombianos, eso debe ser cosa de chilangos. Monraz puede estar pleno en su orgullo: ha sido capaz de unir a fuerzas del mal, del bien y las regularcitas en contra del esperpento. Ahora hasta las sagaces «ciudadanías» de la Sociedad Protectora de los Humanos, han descubierto que la suciedad en las unidades, la falta de aplicación de las medidas preventivas, les hace sospechar una reacción de causa a efecto, entre «Macrobus» e Influenza.
Si ahora los Economistas Chidos, del Capítulo Ixtlahuacán de los Membrillos, denuncia que los recortes en las participaciones federales son producidos por el «Macrobús» y la terquedad de hacer ese negocio sexenal, sobrarán quienes se lo crean.
Están satanizados. Sopa del propio chocolate. Pero, exageraciones aparte, el «Macrobús» es negocio que se está hundiendo en sus mentiras. De cuanto prometieron nada era cierto: ni que iban a acortar los tiempos; ni que sería un transporte barato y con aire acondicionado; ni que mejorará la circulación en la Calzada; ni que los peatones tendrían los puentes, comodidades y servicios de Curitiba; ni que con un boleto podrían viajar hasta el trabajo. Puras mentiras. Ni siquiera Monraz ha dejado el coche.

No hay comentarios: