Cuestionan propuesta para reubicar alumnos de El Salto
La escuela Mártires del Río Blanco se encuentra aledaña al Río Santiago. E. PACHECO
- Autoridades aseguran que hay acuerdo para la mudanza
Padres de familia de la escuela Mártires del Río Blanco dicen “no” a la propuesta para reubicar a sus hijos
GUADALAJARA, JALISCO.- El martes pasado, el director de Educación de El Salto, Luis Reyes, y personal de la Secretaría de Educación Jalisco (SEJ), presentaron la propuesta de trasladar a los niños a otro sitio, para cumplir con la medida cautelar que la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ) emitió en 2008, por los riesgos a la salud que representa estudiar a un costado del Río Santiago, justo donde desembocan las aguas contaminadas de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), del tubo que construyó la Secretaría de Desarrollo Rural, después de la muerte del niño Miguel Ángel López Rocha (13 de febrero de 2008).
“Ahí nos comentaron que querían la finca. Y que había dónde reubicarnos, pero que dos o tres en una escuela y en otra. Y les respondimos que no, que si quieren, tienen que cambiar los seis salones juntos, que nos quedamos hasta que hagan otro edificio. Y entonces dijeron que teníamos que firmarles que nosotros nos hacíamos responsables de la salud de nuestros hijos”, relata con frases aceleradas Concepción Castillo, una de las madres inconformes que se reunió el sábado afuera del plantel, para expresar la situación a EL INFORMADOR.
Lo que buscan, dice, es sacar a los niños de la escuela “para lavarse las manos. Pero el punto es que a dónde nos van a reubicar, si todos vivimos alrededor, a una o dos cuadras. ¿Por qué no cambian a todo El Salto? Que no le busquen, aquí el asunto es sanear el río, así de fácil”.
De cualquier forma, puntualiza que están de acuerdo en que les construyan otra primaria, siempre y cuando sea en un área que no esté contaminada, con las instalaciones adecuadas, y que la hacienda de valor patrimonial en la que estudian actualmente se destine para fines culturales, no para oficinas municipales.
Heriberto Cuevas, otro de los padres de familia empapados de indignación, señala que “el Ayuntamiento nos quiere sacar, pero no los vamos a dejar, porque ahí nació El Salto. El edificio era una hacienda de 1816 y luego se construyó la industria textilera (cuenta toda la historia que le dibuja su identidad); y esto es lo único que ha sobrevivido. Lo que pasa es que donde está la Policía y Protección Civil pagan renta desde hace nueve años, y aprovecharon el pretexto de la contaminación para meterse a este lugar”.
La escuela Mártires del Río Blanco, comenzó a funcionar para atender a los hijos de los empleados de la textilera, a un lado de la cascada de El Salto. Desde hace tres décadas, la vista se convirtió en un paraíso en ruinas.
En dos semanas determinan el trámite El director de Educación de El Salto, Luis Reyes, puntualiza que en 15 días la Secretaría de Educación Jalisco (SEJ) dará a conocer si se puede iniciar el trámite legal para el traslado de los menores.
En la reunión del martes pasado, “llegamos a un acuerdo con los padres de familia de otro terreno, que es la bodega donde está el taller del Ayuntamiento. En estas semanas se hará el estudio para hacer los trámites, pero es un proceso largo”.
Refiere que ninguno de los casi 100 asistentes aceptaron salirse hasta que les construyan otro edificio, y que la población estaba “alarmada” y “desinformada”, pues pensaron que a los alumnos se les iba a mandar a distintas escuelas, “pero ya les aclaramos que no era esa la intención”.
Los trámites iniciarían en la Secretaría de Educación Pública (SEP), donde “se haría el trámite legal de las escrituras, se les daría el comodato de las mismas y luego se mandan los documentos a Capece (Comité Administrador del Programa Estatal de Construcción de Escuelas), para que lo metan al presupuesto. De la fecha en que se licita, puede tardar unos seis meses la construcción”.
Explica que el Ayuntamiento propuso a la SEJ intercambiar el terreno que donarán, por la finca de valor patrimonial donde está la primaria.
“No quiero que se malentienda. Quedaron de investigar lo de la escuela porque hubo un caso en Las Pintas, que el ejido donó un terreno para una escuela y a cambio les dieron la viejita. Y acá, si el municipio va a donar un espacio, que es un taller donde están todos los vehículos, pues tendríamos que cambiarnos a otro sitio. Sería lo más justo que nos dieran a cambio el otro edificio”.
Este taller se eligió porque está a la entrada de El Salto y “no hay más espacios para resolver este problema”.
En contraste con lo que dicen las madres de familia que entrevistó este diario, Luis Reyes asegura que todos aceptaron la propuesta, con la condición de que les construyan un espacio digno.
En detalleEl 29 de junio, la SEJ y el Ayuntamiento no habían atendido la medida precautoria de la CEDHJ, para evitar que los niños respiren el ácido sulfhídrico (que se concentra en la zona, al ser más pesado que el aire) que golpea los sentidos por su condensado olor a huevo podrido.
La SEJ declaró en ese momento que no tenían terrenos y que era prácticamente imposible. En respuesta, el municipio de El Salto dijo que sí existía una opción y a partir de esto, se reunió con los padres de familia. La propuesta es rechazada por algunos, ya que opinan que los quieren despojar del monumento histórico, protegido por el Instituto Nacional de Antropología e Historia.
La escuela de los Mártires del Río Blanco es una hacienda construida en 1818, propiedad de los feudales españoles José María Bermejillo y su esposa Dolores Negrete. Posteriormente, se instaló una planta eléctrica y una fábrica de harina. En 1896 se inició en ese punto la construcción de la fábrica de hilados y tejidos de algodón con capital francés, a partir de la cual comenzó el desarrollo in