Usando un vaso para lavarse los dientes se pueden ahorrar 33 mil 900 litros por persona, según Luege Tamargo
Se destinará un billón de pesos para recuperar agua
El Estado mexicano invertirá hasta un billón de pesos en los próximos 20 años para recuperar los mantos acuíferos y potabilizar sus aguas, como parte de la Agenda 2030 elaborada por expertos en la materia y que será presentada hoy por el presidente Felipe Calderón.
De acuerdo al análisis de la situación, el costo económico de no actuar aumenta con el tiempo, llegando a representar 1.5 billones de pesos anuales al 2030. Diferir la implantación de la Agenda del Agua 2030 tendría crecientes impactos económicos negativos para el país”, advierte el documento de la Comisión Nacional del Agua.
José Luis Luege Tamargo, director de la Conagua, ha insistido en que se requiere la inversión de empresas, gobierno e incluso ciudadanía para llegar a esta cifra, toda vez que se trata de una política hídrica de largo plazo, con visión de cuenca, encaminada a lograr la sustentabilidad en materia de agua, a través de acciones dirigidas en cuatro ejes: ríos limpios, cuencas en equilibrio, cobertura universal de los servicios de agua, y asentamientos seguros frente a inundaciones catastróficas. Este último requiere de reordenamiento territorial, lo que constituye “uno de los retos más importantes del país”.
El plan de acción plantea que para alcanzar las metas requiere una inversión de un billón de pesos, es decir, “invertir anualmente 51 mil millones de pesos en los próximos 20 años”.
El monto promedio de inversiones realizadas en el sector hídrico para el periodo 2007-2010 fue de 37 mil millones de pesos, lo que significa “una brecha de 14 mil millones de pesos anuales, por ende será necesario incrementar la asignación de recursos y modificar las políticas de inversión en el sector para alcanzar dichas metas”, explica la Agenda 2030.
Se propone que durante los primeros 10 años del periodo se asigne una cantidad similar a la que actualmente se destina en el sector y se invertiría en el incremento de coberturas de agua potable y alcantarillado, sobre todo.
Participación ciudadana
Para mejorar el uso del líquido se requiere de la participación ciudadana, aseguró el titular de la Conagua que, en el festejo del Día Internacional del Agua, regaló paquetes con cepillo y pasta de dientes y un vaso.
El objetivo del obsequio es que la gente se lave los dientes usando sólo un vaso con agua, pues por cada millón de personas que haga esto se puede ahorrar 33 millones 900 mil litros de agua al día, explicó el funcionario.
Otra práctica, dijo, con la que se puede ahorrar el líquido es colocar una cubeta bajo la regadera al bañarse, con lo que se recolectan hasta 20 litros de agua que se pueden destinar a cualquier otro uso, especialmente para desalojar el escusado. “Si esto lo hacemos a escala nacional y de manera cotidiana, los ahorros serán muy importantes”, aseguró.
Esto forma parte de la campaña “Nuevos Hábitos”, que también recomienda cerrar la llave de la regadera mientras se enjabonan, lavar el auto con una cubeta de agua, evitar lavar las banquetas con manguera, y regar plantas y jardines por las noches, lo que contribuiría en gran medida a conservar los recursos hídricos, pues así se reduciría la explotación de los acuíferos y se conservarían las reservas subterráneas y superficiales, señaló.
La escasez, por políticas equivocadas: ONU
••• Expertos independientes de Naciones Unidas aseguraron que la falta de acceso al agua y al saneamiento seguro y asequible en zonas urbanas es “el resultado de decisiones políticas” equivocadas que provocan mayor exclusión y perpetúan la pobreza.
La experta independiente de Naciones Unidas sobre agua y saneamiento Catarina de Albuquerque, la especialista sobre extrema pobreza Magdalena Sepúlveda y la relatora especial sobre viviendas Raquel Rolnik emitieron un comunicado conjunto en el que explican que la urbanización se incrementa, pero 40 por ciento ocurre en los barrios pobres en asentamientos irregulares.
Los municipios y los estados “siguen sin tener un plan frente a este crecimiento”, pero al considerarlos ilegales, las autoridades les niegan los servicios de agua y saneamiento, pero éste es un derecho humano que debe ser garantizado a toda persona sin discriminación.
Peor aún, a menudo las personas en situación de pobreza pagan más para acceder a los servicios esenciales como el agua y el saneamiento. Al no estar conectados a la red pública de servicios de agua y saneamiento, quienes viven en la pobreza a veces no tienen más remedio que comprar agua de dudosa calidad a vendedores informales, o utilizar letrinas compartidas sucias que no son gestionadas adecuadamente.
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