Sandoval se lava las manos en el tema de El Zapotillo

JUAN CARLOS G. PARTIDA

El cardenal Juan Sandoval Íñiguez descalificó la labor del presbítero Gabriel Espinosa Íñiguez a favor del Comité Salvemos Temacapulín, colectivo de organizaciones civiles que trata de impedir que los gobiernos federal y estatal construyan la presa El Zapotillo e inunden tres comunidades.

“(El padre Espinosa) anda como chapulín fuera de la olla. Es una obra del gobierno, el agua. Entonces qué tiene que andar convenciendo la Iglesia si la hace o no la hace, ni que fuéramos técnicos nosotros. Necesitamos agua”, dijo el purpurado.

Espinosa pidió (La Jornada Jalisco, 28 de febrero) que la jerarquía eclesial se declarara abiertamente a favor de esta lucha de los pobladores pero el purpurado de la Arquidiócesis tapatía sepultó esa petición bajo el argumento de que Temacapulín, Acasico y Palmarejo, comunidades de los municipios alteños de Cañadas de Obregón y Mexticacán, pertenecen a otra demarcación de la Iglesia católica.

–¿Habrá un pronunciamiento de la jerarquía eclesial a favor de la lucha de los pobladores?–, se preguntó a Sandoval Íñiguez.

–Como dijo don Teofilito, no lo ha habido ni lo habrá, eso está claro. Este padre se anda metiendo en camisa de once varas, en cosas que no le corresponden. Él es de allí y anda haciendo al redentor de allí por… está en una posición muy débil él porque Temaca no es de la Diócesis de Guadalajara, por eso yo no puedo decir nada ni debo, Temaca es de la Diócesis de San Juan de los Lagos y él está dentro de Guadalajara.

En otros temas, Sandoval Iñiguez además habló de la indicación que dio a los sacerdotes que tienen parroquias aledañas a las vías del tren, que estén atentos al paso de los migrantes de Centro y Sudamérica para brindarles apoyo, en conjunto con la congregación de escalabrinianos cuya misión pastoral se dedica justo a ayudar a quienes dejan su país en busca de un trabajo mejor remunerado.

También recordó que el pasado fin de semana fue invitado por esta congregación religiosa a Chicago, Illinois, para bendecir una imagen de Santo Toribio Romo, uno de los 25 mártires canonizados en el 2000, y a quien los propios migrantes nombraron su patrono.