Semadet: sector forestal es un desastre heredado
CD. Y REGIÓN • 3 ABRIL 2013 - 4:57AM — AGUSTÍN DEL CASTILLO
El último gobierno llevó al estado al liderazgo nacional en deforestación, en pérdida neta de bosques y en incendios forestales, lamenta la secretaria.
Guadalajara • De las “tres herencias” recibidas por la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet), la más problemática es la del sector forestal de Jalisco, que provino de la Secretaría de Desarrollo Rural (Seder), la cual fue llevada a su peor postración en las últimas décadas, dijo ayer la titular de la Semadet, Magdalena Ruiz Mejía.
En entrevista con MILENIO RADIO, la funcionaria puso en relieve que con un presupuesto raquítico, de apenas 0.17 por ciento del total del gasto del Ejecutivo, la Semadet arrancó funciones con las tareas propias de la extinta Semades (Secretaría de Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable), con el sector forestal agónico que proviene de la Seder y con todo el ámbito de desarrollo territorial que apenas era atendido en la extinta Secretaría de Desarrollo Urbano (Sedeur).
“Creo que el tema más desaseado, y ahí quiero hacer un énfasis, es el de lo forestal en Jalisco; un desastre, un desaseo total en cuanto a la importancia que [no] se le dio a esta política pública, cuando se subsume algo que debía ser prioritario como un sector productivo, como un sector de mantenimiento de servicios ambientales, ligado a la conservación; no se le dio un seguimiento justo a pesar de que tenemos en Jalisco a la Comisión Nacional Forestal; Jalisco no estaba dentro de los niveles de productividad y conservación, todo lo contrario; está dentro de los primeros lugares pero de deforestación nacional —somos el segundo en tasa de deforestación y de pérdida neta de bosques—; somos el segundo con más incendios forestales, y quintos en superficie quemada”, puso en relieve la funcionaria.
Un reflejo del desdén del gobierno de Emilio González Márquez por el tema es la nula aportación al ProÁrbol por parte del estado. “No sólo lo ignoró sino que lo puso a competir de una manera muy perversa con otro tipo de incentivos que derivaban en daño de los bosques; se ignoró totalmente el tema de la vinculación con lo federal, no solamente ProÁrbol, sino todos los esquemas de conservación, de generar nuevos modelos de desarrollo, de fomentar las juntas intermunicipales, de promover la sanidad forestal”.
Así, el forestal “es un sector deprimido, hay una serie de irregularidades por los vacíos que se dejaron, lo que se demuestra con la tala ilegal y los aprovechamientos federales que no debieron ser aprobados como el caso de los aguacates en el sur del estado; de este modo ha crecido nuestra frontera agropecuaria y ganadera de manera desmedida y desordenada; ese es el escenario, y es lo más terrible que recibimos todos los jaliscienses”, insistió.
Los desafíos generales de la Semadet son enormes: además de este tema, debe hacer frente a una falta de cultura de legalidad en el tema ambiental, y llevar a la práctica “valiosos instrumentos” generados por la antigua Semades, pero no aplicados; debe también respaldar la contención de los poderes fácticos, ligados a la especulación inmobiliaria, que han regido el crecimiento desmedido de las ciudades, y en general, llevar a la realidad la intención de que lo ambiental regule y determine todos los aspectos de las políticas públicas en lo económico y lo social.
“Nos dejan un presupuesto de 92 millones de pesos que se convierten en meras cuestiones operativas y que no permiten hacer políticas públicas para uno de los estados más importantes del país en el tema”.
Ruiz Mejía destacó la “estadística terrible” de los tapatíos en temas como la basura, el dispendio de agua, la ignorancia de los temas esenciales del desarrollo sostenible. La “alfabetización ambiental” es otro de los terrenos donde falta mucho por avanzar, concluyó.
Presa no se puede detener
Lograr introducir y hacer parte del quehacer del gobierno la “gestión del agua” no será cosa fácil. “Vamos a ir demostrando que se van a hacer los cambios; no vamos a poder detener la construcción de El Zapotillo, ésta es una realidad, porque ya venía, estaba aprobada y es federal; pero van a empezar a aparecer plantas de tratamiento basadas en humedales, en municipios pequeños; vamos a empezar a concertar el agua con los municipios de manera integral, con una visión de cuenca; vamos a trabajar el tema del agua basado en la demanda más que en la oferta, en la zona metropolitana […] será la suma de pequeñas, medianas y grandes acciones las que van a hacer este cambio de paradigmas, no de inmediato, pero se va a hacer”, advierte Ruiz Mejía.
“Uno de nuestros ejes de gobierno es transversalizar [sic] el medio ambiente; es una intención programática en un plan de gobierno, y si bien esto no puede hacer cambios de realidad, a golpes de discurso, esto quiere decir que debe tomar en cuenta a todos los actores, a todas las posiciones, y este cambio de paradigmas se debe llevar poco a poco”.
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