En lugar de aumentar la oferta de agua debe pensarse en disminuir su demanda
• Sustituir inodoros de la metrópoli o renovar el sistema de distribución del Siapa, algunas de las opciones
Hay alternativas viables y económicas a la presa El Zapotillo, insisten expertos. Foto La Jornada Jalisco
En conjunto, ambas cuencas captan anualmente 920 millones de metros cúbicos de agua, tres veces más de la cantidad que potabiliza el Siapa para su distribución –según datos de la propia dependencia–, por lo que se debe cambiar del paradigma de “aumentar la oferta” al de “disminuir la demanda” mediante ahorro, explicó Óscar Castro, coordinador de las maestrías en Ciudad y Espacio Público Sustentable y en Proyectos y Edificación Sustentables.
“Nuestra ciudad ha sido diseñada sin respetar la lógica de cómo funcionan estas cuencas”, recalcó, y agregó que no son deficitarias, “lo cual cuestiona por qué estamos yendo a saquear otras cuencas, otros territorios, para conseguir un agua que cae sobre nuestro propio territorio”.
Explicó que en la cuenca de Atemajac –con 417 kilómetros cuadrados– habita el 80% de la población y recibe alrededor de 400 millones de metros cúbicos de agua; mientras que la cuenca de El Ahogado –con 520 kilómetros cuadrados– alberga al 20% de la población y recibe cerca de 511 millones de metros cúbicos cada año. Por este motivo, existen opciones que se pueden hacer en la misma ciudad para evitar la construcción de presas.
El académico detalló que con un gasto de tres mil 150 millones de pesos se pueden sustituir todos los inodoros de las casas –que usan entre 14 y 16 litros de agua y están fuera de norma– por los de doble descarga, que utilizan entre tres y seis litros. Con esto, la ciudad tendría un ahorro de tres metros cúbicos por segundo de agua, la misma cantidad que mandaría El Zapotillo, con un costo monetario menor y sin problemas socioambientales.
“La presa de El Zapotillo, según nos explican, nos permitiría tener tres metros cúbicos por segundo a un costo de 10 mil millones de pesos, mientras que una acción de sustitución de los 2.1 millones de inodoros tendría un costo de tres mil 150 millones de pesos y significaría un ahorro de tres metros cúbicos por segundo”, indicó Óscar Castro.
Otra opción, precisó, es la renovación del sistema de distribución de agua potable del Siapa, que tendría un costo de tres mil 263 millones de pesos y evitaría una fuga de 1.5 metros cúbicos por segundo.
Se trata de dos visiones diferentes, resaltó: la construcción de El Zapotillo para permitir más consumo de agua, y otra para reducir o controlar la demanda, ya sea mediante el ahorro o la reparación de fugas.
Para el anterior titular de la Comisión Estatal del Agua (CEA), César Coll Carabias, este tipo de opciones y la captación de agua de lluvia eran inviables; sin embargo, con la llegada del nuevo gobierno, afirmó Castro, parece que “empieza a haber un reconocimiento de que hay otras opciones”, pues, al menos en el discurso, ya se mencionan alternativas.
“César Coll está instalado en las perspectiva del aumento de la oferta, vayamos a donde tengamos que ir y consigamos el agua que tengamos que conseguir, pero lo que necesitamos es alguien que tenga una perspectiva diferente, más bien de cómo en nuestra región podemos reducir el consumo y reparar las fugas, para de esta manera no tener que ir a saquear otros territorios”, puntualizó
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