Yo no registré mi celular...

Tecno empresa

Hugo González

• 2010-04-09•Negocios

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Y no lo voy hacer hasta saber qué pasará con los (por lo menos) 20 millones de líneas que no se registraron. ¿Quién debe ser el pagano de las incompetencias de un sistema y de un gobierno que nos obligan a tomar medidas fascistas para darnos seguridad? ¿Nuestra libertad, las operadoras telefónicas o los usuarios?

Me niego a pagar esas torpezas oficiales y por eso también me niego a cooperar. Pero también lo hago como curiosidad pues quiero saber que tanto servirá esta medida para mejorar la seguridad pues he podido registrar celulares a nombre de muertos, bebés y personas famosas que encontré en Facebook.

El registro no tiene fines de protección sino de control y negocio. Pero ahora me entero que al menos Telefónica no desconectará a sus usuarios (bien por ellos) y confío que todas las demás operadoras y las autoridades usen al pie de la letra la semántica de sus promocionales y que las líneas no registradas sólo queden suspendidas (hasta que se inscriban) y no compruebe con tristeza que los números fueron cancelados aumentando la lista de millones de desconexiones.

Es más, esto podría ser usado como una muy buena excusa de algunos quejosos del servicio que solamente esperan cumplir cierto tiempo para dejar de pagar algunos planes tarifarios de algunas empresas que no quieren soltarlos. En fin, todo se perfila como un atractivo mitote de varios días que nos permitirá recordar a Lucero al decir: No registre mi celular ¿Y?

Bit

El tsunami de reformas en materia de telecomunicaciones, radio y televisión se avecina y todo parece indicar que muchos de los grandes pendientes de la industria se resolverán por la vía legislativa.

Definitivamente hay temas que deben solucionarse pero existe el riesgo de que estos ánimos reformadores se puedan contaminar con ánimos revanchistas y guerras santas de varios promotores de las reformas, las cuales podrían darle al traste a varios años de esfuerzo tanto de tirios como de troyanos. Sinceramente hace falta tiempo para digerir las propuestas, analizar sus pros y sus contras, pero lo que a simple vista puede verse es que sólo se necesita un pequeño cerillo para comenzar con la yihad de varios rencorosos que aprovecharán el momento para cobrar facturas pendientes.

hugo.gonzalez@milenio.com