Acepta Poncitlán obligación de tratar aguas residuales
En Poncitlán, la falta de operación de sus plantas, contribuyen a la contaminación del Río Santiago. ARCHIVO
- Tramitan acuerdo para reactivar dos plantas
El costo quedará a cargo de la actual administración
PONCITLÁN, JALISCO.- El Ayuntamiento de Poncitlán tiene nueve meses sin operar las plantas de tratamiento de la cabecera municipal y de Cuitzeo, por lo que diariamente descargan tres mil 200 metros cúbicos de aguas negras al Río Santiago.
Aunque el ex presidente municipal, Ramón Romo, se negó rotundamente a firmar el convenio para operar la infraestructura, el actual alcalde Carlos Maldonado, se reunió el pasado miércoles con autoridades de la Comisión Estatal del Agua (CEA) para externar su disposición a resolver el problema.
Ramón Romo no entregó ni las llaves de las plantas de tratamiento y nadie sabe dónde están. Tampoco notificó que hay una multa de 500 mil pesos por dejar de operar las dos plantas, como consecuencia del procedimiento administrativo que inició la Comisión Nacional del Agua en agosto de 2009 por las descargas de aguas crudas.
El costo, finalmente, lo tendrá que asumir la actual administración, pues la sanción se cobrará a través de la Secretaría de Hacienda.
En la CEA informaron que la reunión “fue satisfactoria”, porque además de la disposición de tratar las aguas, se planteó la necesidad de crear un organismo operador y de rehabilitar otras cuatro plantas de tratamiento que opera el Ayuntamiento, pero que no funcionan totalmente porque son obsoletas. “La CEA ofreció hacer un análisis general de cuál es el estado actual de todas las plantas para apoyarlos”.
Otro problema que enfrenta Carlos Maldonado es que no se resguardaron las instalaciones y ahora están saqueadas. Esto significa que tiene que hacer una evaluación para saber el monto a invertir.
La CEA entregó en junio de 2009 las dos plantas de tratamiento, listas para operar.
El convenio que firmarán el Ayuntamiento de Poncitlán y la CEA contempla que el Estado y la Federación paguen 60% de la operación de la infraestructura, y el otro 40% el municipio. El costo total aproximado en un año es de cuatro millones de pesos.
Las plantas de tratamiento existen desde hace 18 años y hasta 2009, la CEA solventó los gastos.
“Poncitlán tiene ahora un problema grave con los recursos, porque no le cobran el agua a todos; las tarifas son fijas para uso industrial y para el uso doméstico. Y por ello es que se les planteó la necesidad de tener un organismo operador descentralizado, que ayude a reestructurar todo”.
El otro convenio que deberá firmar es para construir una nueva planta de tratamiento que sustituya la existente, de lagunas de regulación, ya que su operación es muy costosa. Si el Ayuntamiento de Poncitlán lo acepta, el municipio pagaría 20% y el resto, el Estado y la Federación.
Ramón Romo, ex alcalde de Poncitlán, declaró en septiembre pasado que no podía operar las plantas y mucho menos pagar las multas de la Conagua, porque el Ayuntamiento no tenía dinero. En su opinión, la CEA debía hacerse cargo de las plantas de la cabecera y de Cuitzeo, pues Poncitlán opera las de Mezcala de la Asunción, San Jacinto, San Pedro Itzicán y San Miguel Zapotitlán.
Aunque el ex presidente municipal, Ramón Romo, se negó rotundamente a firmar el convenio para operar la infraestructura, el actual alcalde Carlos Maldonado, se reunió el pasado miércoles con autoridades de la Comisión Estatal del Agua (CEA) para externar su disposición a resolver el problema.
Ramón Romo no entregó ni las llaves de las plantas de tratamiento y nadie sabe dónde están. Tampoco notificó que hay una multa de 500 mil pesos por dejar de operar las dos plantas, como consecuencia del procedimiento administrativo que inició la Comisión Nacional del Agua en agosto de 2009 por las descargas de aguas crudas.
El costo, finalmente, lo tendrá que asumir la actual administración, pues la sanción se cobrará a través de la Secretaría de Hacienda.
En la CEA informaron que la reunión “fue satisfactoria”, porque además de la disposición de tratar las aguas, se planteó la necesidad de crear un organismo operador y de rehabilitar otras cuatro plantas de tratamiento que opera el Ayuntamiento, pero que no funcionan totalmente porque son obsoletas. “La CEA ofreció hacer un análisis general de cuál es el estado actual de todas las plantas para apoyarlos”.
Otro problema que enfrenta Carlos Maldonado es que no se resguardaron las instalaciones y ahora están saqueadas. Esto significa que tiene que hacer una evaluación para saber el monto a invertir.
La CEA entregó en junio de 2009 las dos plantas de tratamiento, listas para operar.
El convenio que firmarán el Ayuntamiento de Poncitlán y la CEA contempla que el Estado y la Federación paguen 60% de la operación de la infraestructura, y el otro 40% el municipio. El costo total aproximado en un año es de cuatro millones de pesos.
Las plantas de tratamiento existen desde hace 18 años y hasta 2009, la CEA solventó los gastos.
“Poncitlán tiene ahora un problema grave con los recursos, porque no le cobran el agua a todos; las tarifas son fijas para uso industrial y para el uso doméstico. Y por ello es que se les planteó la necesidad de tener un organismo operador descentralizado, que ayude a reestructurar todo”.
El otro convenio que deberá firmar es para construir una nueva planta de tratamiento que sustituya la existente, de lagunas de regulación, ya que su operación es muy costosa. Si el Ayuntamiento de Poncitlán lo acepta, el municipio pagaría 20% y el resto, el Estado y la Federación.
Ramón Romo, ex alcalde de Poncitlán, declaró en septiembre pasado que no podía operar las plantas y mucho menos pagar las multas de la Conagua, porque el Ayuntamiento no tenía dinero. En su opinión, la CEA debía hacerse cargo de las plantas de la cabecera y de Cuitzeo, pues Poncitlán opera las de Mezcala de la Asunción, San Jacinto, San Pedro Itzicán y San Miguel Zapotitlán.
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