29.9.10

No es común que se presente enfermedad renal en niños de 12 a 15 años, dice Mario Márquez, director de Salud Pública de SSJ

Para Petersen, los casos de San Pedro y Mezcala son ironías de la estadística

VIRIDIANA SAAVEDRA PONCE

Sí existe. La planta de tratamiento de aguas residuales de San Pedro, sumergida en el lago de Chapala
Sí existe. La planta de tratamiento de aguas residuales de San Pedro, sumergida en el lago de Chapala Foto: FOTO ARTURO CAMPOS CEDILLO

Las comunidades de Mezcala y San Pedro Itzicán, en el municipio de Poncitlán, donde hay decenas de personas enfermas del riñón, son parte de las estadísticas mundiales, que ubican al daño renal como una enfermedad que ha crecido en los últimos años, dijo el titular de la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ), Alfonso Petersen Farah.

“La enfermedad renal no sólo se ha convertido en un problema frecuente en la Ciénega, sino en todo el país… El caso de la Ciénega no ha despertado en el sistema de vigilancia epidemiológica alguna situación complementaria o adicional. Estamos asumiendo esa información con mucha responsabilidad para tratar de llevar a cabo una identificación adecuada”.

Dijo que es más evidente en la región colindante con el lago de Chapala, porque es una comunidad pequeña, donde todos sus habitantes tienen relación entre sí. “En zona metropolitana tan grande como Guadalajara, cuando tenemos una tasa por ejemplo de 10 o quince personas afectadas por cada mil habitantes pasa un poco desapercibido, pero en población de mil habitantes con quince personas enfermas, eso llama mucho la atención. Creemos que el sistema tiene que ver fundamentalmente con esa situación”, agregó.

Este diario publicó ayer casos de personas enfermas del riñón, principalmente menores de edad, que desde hace años han sido tratados de dicho malestar, sin saber de dónde surge.

Algunos de los afectados aseguran que es consecuencia del agua que llega a sus casas, y que por no tener otra opción –y confiando en que es agua para consumo humano, como les dijeron hace años al instalar un enfriador– la beben a diario.

Otros culpan al pescado que sacan del lago y que a lo largo de su vida han consumido. La diferencia es que antes no tenían una planta de tratamiento de aguas residuales, como la instalada en San Pedro Itzicán hace 10 años y hoy inundada por la recuperación de Chapala.

Lo que es un hecho, es que en San Pedro y en Mezcala hay decenas de enfermos. Al llegar a las comunidades cualquiera conoce al menos tres casos de personas que están en lista de espera de trasplante de riñón, que se someten a diálisis, o que ya fueron trasplantadas.

Petersen Farah reiteró que el agua de la llave no es para consumo humano, aunque su intención difícilmente será atendida por los habitantes de San Pedro o de Mezcala, donde toman agua de la llave por no tener otra opción, la de garrafón resulta un lujo para la mayoría.

Sobre la planta de tratamiento que quedó prácticamente bajo el agua con la recuperación del lago, el funcionario estatal aseguró no tener conocimiento. “Esos no son los procedimientos habituales que la CEA (Comisión Estatal del Agua) ha reportado, de tal manera que espero que eso no sea una situación real”.

De su parte, el director de Salud Pública de la SSJ, Mario Márquez Amezcua dijo tener conocimiento de la situación en Poncitlán y negó que los casos en su mayoría adolescentes que se enfermaron durante su niñez, sean representativos de la Ciénega, pero reconoció que tampoco es común ver menores enfermos. “No es común que se presente enfermedad renal en niños de 12 a 15 años. Tendríamos que ver qué tanto nos referimos a lo común”, aseguró.

El próximo año habrá resultados de un estudio que determine si los pescados contaminados o el agua que beben pobladores de Poncitlán tienen relación con la presencia de enfermedades renales y sobre la planta de tratamiento a la que el lago ya alcanzó, agregó: “la Secretaría de Salud tendría que verificar el nivel de contaminación de esta fuente y saber si es limpia."

No hay comentarios: