La Planta El Ahogado, rebasada; no alcanza a tratar las aguas del temporal
• El Río recibe 50 mil litros por segundo, la PTAR apenas puede tratar dos mil 500 Alejandro Velazco.- La Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) de El Ahogado no ha podido con el temporal de lluvias, por lo que la contaminación biológica –que se manifiesta en forma de espuma y mal olor– se ha vuelto evidente en la cascada de El Salto de Juanacatlán, en el Río Santiago.Vecinos de la zona refieren que desde hace algunas semanas se ha incrementado la presencia de contaminación, pese a que la planta de tratamiento se encarga de eliminar los desechos orgánicos que provocan la contaminación visible –sin limpiar las aguas de residuos industriales–.
Al final de la anterior administración de la Comisión Estatal del Agua (CEA), encabezada por César Coll Carabias, se realizó una gira para revisar los beneficios de la planta, haciendo una demostración de cómo se reducía la carga orgánica del río de forma considerable. La demostración se hizo en tiempo de secas, cuando el agua a tratar en el canal de El Ahogado es menor.
La planta de tratamiento de El Ahogado fue inaugurada en marzo de 2012 y seis meses después, el entonces director operativo de Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales de la CEA, Manuel Osés Pérez, admitió que la obra debería ampliarse, pues en ese momento ya estaba rebasando la capacidad de dos mil 250 litros por segundo.
Pese a las promesas hechas por las autoridades para aminorar los problemas ocasionados por la contaminación del Río Santiago, los estudios de presencia de contaminantes en los meses posteriores a la puesta en marcha de la planta demostraron un incremento en metales pesados e incluso en residuos orgánicos (La Jornada Jalisco, 20 de octubre de 2012).
El 1 de junio del 2012 el grupo ecologista Greenpeace hizo público el documento denominado “Actualización del estudio de Calidad del agua del Río Santiago, desde su nacimiento en el lago de Chapala hasta la presa Santa Rosa, tercera etapa”, investigación realizada entre 2009; y 2011 por personal del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA).
En ese documento se registra de manera oficial que en el Río Santiago tiene en sus aguas presencia 1090 sustancias químicas, sobre todo Compuestos Orgánicos Semivolátiles (COSV) y volátiles (COV). Algunas de estas sustancias son altamente tóxicas como ftalatos (disruptores hormonales); fenoles, que afectan el desarrollo neuronal tolueno, una sustancia cancerígena, y hasta retardantes de flama.
El estudio del IMTA señala que la mayoría de las sustancias químicas encontradas son de origen industrial y que de 87 a 94% de las industrias que descargan líquido residual en la Cuenca del Río Santiago incumplen al menos uno de los parámetros de la Norma Oficial Mexicana NOM 001-SEMARNAT-1996, que regula precisamente las descargas de aguas residuales.
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