Faltó “voluntad real” en separación de basura
Cd. y Región •
18 Abril 2012 - 4:14am — Agustín del Castillo
Era previsible el fracaso de programas por falta de mercados, de
interés oficial y de una legislación moderna que obligue a empresas a
hacerse responsables de sus empaques, subraya Sofía Chávez.
Foto: Chema Martínez
Guadalajara • El fracaso del programa
de separación de la basura en Jalisco era previsible desde que se
publicó la norma ambiental estatal, en 2008: los productos
de la separación no tienen mercado en su mayor parte, las empresas
prestadoras del servicio o los ayuntamientos no se comprometieron en
cumplir y la legislación no ha evolucionado para favorecer el reciclaje
como esencia del proceso.
Esto lo piensa Sofía Chávez Arce, del proyecto Ecovías, AC, quien destacó que hay más responsabilidad de la parte gubernamental, que debe implementar las políticas públicas, que del lado ciudadano, que puso mucha voluntad y sufrió el desaliento total por su esfuerzo.
“Tiene un trasfondo muy profundo y muy complejo”, que remite a la falta de mercados y de “voluntad real” de aplicar las medidas, dijo ayer a MILENIO RADIO.
“Por ejemplo, la norma habla de la separación de residuos orgánicos, inorgánicos y sanitarios; si nada más tomamos el caso de los orgánicos, —según las estadísticas, 50 por ciento de los residuos—, si pudiéramos lograr que no llegaran a un relleno sanitario, estaríamos resolviendo muchos problemas, como son los lixiviados y también dejaríamos de arrojar residuos tóxicos, además de darle doble vida a los rellenos, pero qué es lo que pasa: en la composta no tenemos infraestructura, no hay un municipio en Jalisco —quizás algunos en zonas rurales— que tenga una planta de composta decente. ¿Y por qué no hay una planta de composta grande? Porque no hay mercado para comprar esa composta...”.
La verdad es que los municipios no tienen presupuestos para construir plantas de composta, “porque no es importante el tema en las agendas públicas; más allá de eso, no hay un mercado que pueda comprar esa composta, o sea, en los parques y jardines de los municipios no se puede consumir tal volumen; entonces, si yo no tengo un mercado que me garantice que puedo deshacerme de esa composta que ya fabriqué, para qué la hago.
—Hay una grave crisis a escala nacional con el deterioro de los suelos agrícolas ¿no puede irse como mejorador de suelos?
—Así es; sin embargo, no tenemos una ley ni estatal ni federal que obligue a los agricultores a consumir esta composta, ni tampoco tenemos una norma oficial mexicana que regule la producción de composta apropiada para el uso agrícola. Y si no tenemos todas estas cosas puestas en su lugar, ni manejadas ni pensadas, pues no podemos obligar a los municipios que hagan su composta o a que separen sus residuos, porque además la norma dice que una vez separados no se pueden volver a juntar.
—La zona metropolitana ensayó la separación, pero ha fracasado, ¿por qué cuesta tanto trabajo?
—Es una pregunta muy difícil de contestar. Lo que yo entiendo es que la manera más económica y más rápida de hacer las cosas es revolver todo y llevarlo al relleno sanitario, y la participación de la pepena es muy importante, es una fuerza política muy importante. Entonces hay muchos factores que jalan a que estos procesos no cambien y lo que nosotros manejamos en nuestra asociación civil son centros de acopio ciudadano, y de cualquier zona urbana el ciudadano puede traer sus residuos, y esos residuos jamás van a llegar a un relleno sanitario, y van a ser tratados, reciclados, reusados, remanufacturados, para volver a entrar a las cadenas productivas.
Chávez añadió que el panorama con la otra mitad de los residuos, los inorgánicos y los sanitarios, no es mucho mejor: “No todo tiene mercado, ni todo es reciclable ni aprovechable, y de lo que sí es aprovechable, hay muchos factores que hacen que no se saque, ni en el relleno sanitario para la pepena, y uno de ellos es el factor económico: si al pepenador no le conviene económicamente sacar algo del relleno sanitario, no lo va a sacar, aunque sea técnicamente reciclable, y ahí hablamos del vidrio”.
—Falta una agresiva reforma en esto, para que quienes sean los responsables de la fabricación de esos desechos también se hagan responsables de reciclarlos o confinarlos; un ciudadano compra al mismo precio un envase que es desechable o no es desechable, o sea, no hay un estímulo para que no se generen ese tipo de desechos...
—Totalmente de acuerdo, y ese es un trabajo que a nivel federal se ha quedado en el tintero, porque eso implica a los empresas una erogación de recursos que no quieren hacer, y una acción para que esas leyes se impulsen; entonces el problema de los residuos deriva en una complejidad muy seria a partir de que el ciudadano separe o no separe, complejidades económicas, políticas, industriales.
—¿Tiene esperanza, en estos tiempos electorales, de que esta clase de temas se retomen y se puedan hacer compromisos de los políticos que buscan votos?
—Claro. Creo que a través de una conciencia ciudadana, a lo mejor no a corto pero sí mediano plazo, los ciudadanos podrán tener una incidencia muy fuerte en las políticas públicas en el sentido de la gestión de los residuos. Luchamos para que eso suceda.
► Claves
Las normas estatales no se cumplen
► La NAE-SEMADES-007/2008, que establece los criterios “para realizar la separación, clasificación, recolección selectiva y valorización de los residuos en el estado de Jalisco” ha tenido un destino aciago. Las otras seis normas estatales también se desconocen:
► NAE-SEMADES-001/2003, “criterios y especificaciones técnicas bajo las cuales se deberá realizar la poda, el trasplante y el derribo del arbolado en zonas urbanas del Estado de Jalisco”.
► NAE-SEMADES-002/2003, “condiciones y especificaciones técnicas de operación y extracción de bancos de material geológico”.
► NAE-SEMADES-003/2004, “para la prevención de la contaminación ambiental, producida por el manejo inadecuado de los residuos orgánicos pecuarios, denominados cerdaza”.
► NAE-SEMADES-004/2004, “para la prevención de la contaminación por el manejo inadecuado de cadáveres porcinos”.
► NAE-SEMADES-005/2005, “para la selección, planeación, forestación y reforestación de especies arbóreas en zonas urbanas”.
Esto lo piensa Sofía Chávez Arce, del proyecto Ecovías, AC, quien destacó que hay más responsabilidad de la parte gubernamental, que debe implementar las políticas públicas, que del lado ciudadano, que puso mucha voluntad y sufrió el desaliento total por su esfuerzo.
“Tiene un trasfondo muy profundo y muy complejo”, que remite a la falta de mercados y de “voluntad real” de aplicar las medidas, dijo ayer a MILENIO RADIO.
“Por ejemplo, la norma habla de la separación de residuos orgánicos, inorgánicos y sanitarios; si nada más tomamos el caso de los orgánicos, —según las estadísticas, 50 por ciento de los residuos—, si pudiéramos lograr que no llegaran a un relleno sanitario, estaríamos resolviendo muchos problemas, como son los lixiviados y también dejaríamos de arrojar residuos tóxicos, además de darle doble vida a los rellenos, pero qué es lo que pasa: en la composta no tenemos infraestructura, no hay un municipio en Jalisco —quizás algunos en zonas rurales— que tenga una planta de composta decente. ¿Y por qué no hay una planta de composta grande? Porque no hay mercado para comprar esa composta...”.
La verdad es que los municipios no tienen presupuestos para construir plantas de composta, “porque no es importante el tema en las agendas públicas; más allá de eso, no hay un mercado que pueda comprar esa composta, o sea, en los parques y jardines de los municipios no se puede consumir tal volumen; entonces, si yo no tengo un mercado que me garantice que puedo deshacerme de esa composta que ya fabriqué, para qué la hago.
—Hay una grave crisis a escala nacional con el deterioro de los suelos agrícolas ¿no puede irse como mejorador de suelos?
—Así es; sin embargo, no tenemos una ley ni estatal ni federal que obligue a los agricultores a consumir esta composta, ni tampoco tenemos una norma oficial mexicana que regule la producción de composta apropiada para el uso agrícola. Y si no tenemos todas estas cosas puestas en su lugar, ni manejadas ni pensadas, pues no podemos obligar a los municipios que hagan su composta o a que separen sus residuos, porque además la norma dice que una vez separados no se pueden volver a juntar.
—La zona metropolitana ensayó la separación, pero ha fracasado, ¿por qué cuesta tanto trabajo?
—Es una pregunta muy difícil de contestar. Lo que yo entiendo es que la manera más económica y más rápida de hacer las cosas es revolver todo y llevarlo al relleno sanitario, y la participación de la pepena es muy importante, es una fuerza política muy importante. Entonces hay muchos factores que jalan a que estos procesos no cambien y lo que nosotros manejamos en nuestra asociación civil son centros de acopio ciudadano, y de cualquier zona urbana el ciudadano puede traer sus residuos, y esos residuos jamás van a llegar a un relleno sanitario, y van a ser tratados, reciclados, reusados, remanufacturados, para volver a entrar a las cadenas productivas.
Chávez añadió que el panorama con la otra mitad de los residuos, los inorgánicos y los sanitarios, no es mucho mejor: “No todo tiene mercado, ni todo es reciclable ni aprovechable, y de lo que sí es aprovechable, hay muchos factores que hacen que no se saque, ni en el relleno sanitario para la pepena, y uno de ellos es el factor económico: si al pepenador no le conviene económicamente sacar algo del relleno sanitario, no lo va a sacar, aunque sea técnicamente reciclable, y ahí hablamos del vidrio”.
—Falta una agresiva reforma en esto, para que quienes sean los responsables de la fabricación de esos desechos también se hagan responsables de reciclarlos o confinarlos; un ciudadano compra al mismo precio un envase que es desechable o no es desechable, o sea, no hay un estímulo para que no se generen ese tipo de desechos...
—Totalmente de acuerdo, y ese es un trabajo que a nivel federal se ha quedado en el tintero, porque eso implica a los empresas una erogación de recursos que no quieren hacer, y una acción para que esas leyes se impulsen; entonces el problema de los residuos deriva en una complejidad muy seria a partir de que el ciudadano separe o no separe, complejidades económicas, políticas, industriales.
—¿Tiene esperanza, en estos tiempos electorales, de que esta clase de temas se retomen y se puedan hacer compromisos de los políticos que buscan votos?
—Claro. Creo que a través de una conciencia ciudadana, a lo mejor no a corto pero sí mediano plazo, los ciudadanos podrán tener una incidencia muy fuerte en las políticas públicas en el sentido de la gestión de los residuos. Luchamos para que eso suceda.
► Claves
Las normas estatales no se cumplen
► La NAE-SEMADES-007/2008, que establece los criterios “para realizar la separación, clasificación, recolección selectiva y valorización de los residuos en el estado de Jalisco” ha tenido un destino aciago. Las otras seis normas estatales también se desconocen:
► NAE-SEMADES-001/2003, “criterios y especificaciones técnicas bajo las cuales se deberá realizar la poda, el trasplante y el derribo del arbolado en zonas urbanas del Estado de Jalisco”.
► NAE-SEMADES-002/2003, “condiciones y especificaciones técnicas de operación y extracción de bancos de material geológico”.
► NAE-SEMADES-003/2004, “para la prevención de la contaminación ambiental, producida por el manejo inadecuado de los residuos orgánicos pecuarios, denominados cerdaza”.
► NAE-SEMADES-004/2004, “para la prevención de la contaminación por el manejo inadecuado de cadáveres porcinos”.
► NAE-SEMADES-005/2005, “para la selección, planeación, forestación y reforestación de especies arbóreas en zonas urbanas”.
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