Viene la bronca
En el ayuntamiento de Zapopan han dejado crecer el descontento de quienes habitan la cuenca del arroyo Milpillas porque no han solucionado eficientemente el derrame de lixiviados de los vertederos Picachos y Hasar’s (público el primero, privado el segundo). Además sólo se ha cumplido con tres de las 17 obras que fueron pactadas como forma de indemnización por parte del municipio por los daños causados. Los habitantes de la zona vuelven a reportar que la planta de tratamiento de Picachos no está funcionando del todo bien y hay lixiviados que no se colectan; sobre la empresa Hasar’s (de la que por cierto es asesora la aspirante a ombudsman jalisciense, Raquel Gutiérrez Nájera) aseguran que la inauguración de la planta de tratamiento de los jugos de la basura fue un relumbrón, pues dejó de funcionar poco después de que se fueron las “personalidades” que la inauguraron. A ver si el asunto no le truena a la alcaldesa Karla Torres en las manos.
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