La espuma blanca, el olor a huevo podrido y un caudal grisáceo están listos para ser protagonistas de la aventura en rafting que un grupo de jóvenes harán, en uno de los ríos más contaminados del mundo: El Río Santiago.
Desde Chapala, Jalisco, a San Blas, Nayarit, cuatro jóvenes de diferentes nacionalidades retratarán el profundo daño ambiental en todo el cauce.
‘Heal the Rio Santiago’ es un creativo intento fílmico que busca exhibir al mundo no solo la contaminación del río, sino sus efectos en las comunidades que viven cercanas al cauce.
Y que a su vez tiene implicaciones en la salud de quienes consumen los productos que son regados con las aguas tóxicas del Santiago.
En entrevista con Reporte Indigo, Sam Morrison, uno de los participantes del documental, explica que, como instructor de rafting, a su llegada a Guadalajara hace casi tres años buscó alternativas para recrearse los fines de semana.
Al poco tiempo de su llegada a la ciudad conoció La Barranca de Huentitán, pero su sorpresa al bajar el río fue encontrar el cauce contaminado.
“Vi el río abajo por la barranca: me pareció magnifico, súper bonito e increíble y pensé, ‘quiero correr ese río en mi kayak’, pero cuando bajé por la barranca olí el río y descubrí que estaba súper sucio.
“Para mí, (una persona) que le encantan los ríos, fue un problema del que quise hacer algo para ayudar a esta situación”.
Para el mundo de los deportes extremos, la corriente del Río Santiago es privilegiada, así lo considera el entrevistado, quien es originario de Idaho, Estados Unidos, y profesor de inglés en un colegio privado de Guadalajara
“Pensé que podríamos hacer una expedición desde el Lago de Chapala hasta el mar para mostrar la belleza, pero también mostrar la situación con los contaminantes y la polución”, agrega.
Para Morrison, la contaminación del Santiago deriva del incumplimiento de leyes ambientales tanto de las industrias como de los gobiernos.
“Pienso que el problema es que no se aplican y no hay apoyo para respetar las leyes”, comenta el documentalista.
Más de 400 empresas asentadas en el corredor industrial de los municipios de Ocotlán, El Salto y Juanacatlán, entre ellas procesadoras de alimentos, armadoras de vehículos e industria electrónica, derraman su desechos en el río causando severos daños en la salud de los habitantes.
En el 2012 el Instituto Mexicano del Seguro Social contabilizó la muerte de 44 personas en El Salto, Jalisco, a causa de la contaminación del río.
La impunidad en el daño ambiental es tal que no ha habido reparación de daños efectiva, y ningún gobierno municipal de la Zona Metropolitana de Guadalajara ha dado cumplimiento a la recomendación que emitió la Comisión Estatal de Derechos Humanos en 2009 (véase, Acción colectiva contra daño en Río Santiago).
Un recorrido por respuestas
Adentrarse en las entrañas de la contaminación del Río Santiago también es un clavado al laberinto burocrático, refiere Morrison.
“Vamos a tener problemas (para ingresar) en las presas, porque el gobierno no quiere gente cerca de ellas y eso lo veremos en el documental”, apunta el entrevistado, quien afirma que buscarán acercamiento con la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
El documental se comenzará a rodar en septiembre. Antes planearán detalles de guión y el presupuesto para cada proceso del rodaje. Iniciarán su recorrido en Chapala y seguirán el cauce hasta San Blas, en Nayarit; las aguas rápidas se interrumpen por las presas de Santa Rosa, del Cajón y Aguamilpa.
La ruta que recorrerán mide 300 millas, lo equivalente de 482 kilómetros. La filmación durará cuatros semanas. En la balsa se montarán Sam Morrison, AJ Lawrence, Tom Morrison y Chris García; la fotografía será de Jhon Mackiley.
“Vamos a traer algunos respiradores (que se usarán) en las partes arriba del Río Santiago”, dice Morrison, quien explica que en Chapala, Ocotlán, El Salto y Juanacatlán es en donde se concentra la parte más tóxica del río: “los contaminantes son más poderosos”.
Con ese equipo ayudan a proteger sus pulmones. Los documentalistas también portarán equipo para proteger su piel del contacto con los contaminantes.
Buscan más fondos
El pasado mes de diciembre, el equipo de ‘Heal the Rio Santiago’ convocó a la comunidad a apoyar a través de donaciones del proyecto.
Por cada colaboración, el auspiciante recibe diferentes beneficios. La aportación más pequeña es de cinco dólares y eso te permite acceder a una copia del video antes incluso de ser exhibida en festivales.
Por 20 dólares de aportación se incluirá el nombre del donante en los créditos.
Con 50 dólares de donación recibes como obsequio una playera así como la aparición de tu nombre en los créditos.
Con una donación de 75 dólares accedes a una cena con cualquiera de los participantes al documental.
La aportación mayor es de mil 500 dólares y eso incluye una semana de paseo en rafting de Guadalajara hasta el municipio de Tequila.
Otras iniciativas ciudadanas
La contaminación en el Río Santiago ha sido motivo de muchas iniciativas ciudadanas que buscan visibilizar la insostenible situación que viven los habitantes de El Salto y Juanacatlán.
Publicaciones, procesos legales, paseos informativos y documentales se suman a la lista de apoyos en los siete años de lucha contra la contaminación.
‘Los paseos del terror’ fue una iniciativa que iniciaron en el colectivo, “Un salto de vida” que en colaboración con otras organizaciones como Greenpeace han logrado concretizar a centenas de personas que se han acercado a la comunidad para conocer de viva voz la contaminación en ese corredor industrial.
Los trayectos informativos atrajeron la atención de estudiantes y académicos de diversas universidades, quienes generaron proyectos de apoyo a la comunidad desde las aulas.
La iniciativa de paseos también dio pie a un documental a cargo del director Eugenio Polgovsky, quien retrata la vida de las familias que viven a un costado del río y han iniciado una lucha contra la contaminación.
Se trata de un documental que ilustra la construcción del colectivo ‘Un Salto de vida’ y ha sido exhibido en varios países.
En julio de 2013 la comunidad de El Zapote inició un Juicio de Acción Colectiva a fin de que se iniciara un proceso de reparación de daños a su salud y economía familiar derivada de la excesiva contaminación del Río Santiago.
La figura legal que promovió la comunidad de El Zapote tiene poco de haberse aprobado y podría resultar en la primera batalla ganada en favor de las comunidades afectadas