Las trabas para la aprobación de la planta de Agua Prieta
- Diputados piden más información
La planta de tratamiento de aguas residuales estará en Los Tempisques
GUADALAJARA, JALISCO (15/NOV/2010).- El panorama previo a la aprobación de la macroplanta de tratamiento de Agua Prieta, estuvo rodeado de obstáculos en varios aspectos. Primero, la indisposición del Congreso del Estado a avalar el proyecto, ya que en su momento los diputados solicitaron toda la documentación y, según dijeron, ésta “no llegaba”.
Ello desembocó en un escenario álgido en el cual se involucró el gobernador, Emilio González Márquez, cuando en julio pasado ironizó respecto a la única tarea que, a su ver, tenían qué hacer los representantes del Legislativo para que la planta tratadora comenzara a ser edificada: “Esta solicitud se ha planteado al Congreso y el Congreso no ha tenido tiempo de analizarla, es la verdad. Están muy ocupados y lo entiendo, es mucho lo que hacen los señores diputados”.
Tal insinuación generó molestia entre los legisladores, quienes acordaron citar a comparecer al titular de la Comisión Estatal del Agua (CEA), César Coll Carabias, para que explicara los detalles que no quedaban claros a los integrantes de la Comisión de Hacienda.
Cuando llegó la fecha, el 20 de septiembre, los legisladores dejaron plantado al funcionario y se enfrascaron en una serie de alegatos para repartirse la culpa.
Finalmente el 1 de octubre, Coll compareció ante la Comisión de Hacienda. Los diputados que lo escucharon criticaron su falta de información y amagaron con solicitar un procedimiento de responsabilidad administrativa en su contra.
No obstante, los legisladores decidieron dar “luz verde” al proyecto bajo condición de que se les aclararan algunos aspectos, como la propiedad (y no posesión, que es lo que la CEA comprobó) de las 81 hectáreas de la localidad de Los Tempisques (donde se construirá la planta), la modificación de uso de suelo y el contrato que firmó César Coll con la empresa particular Renova Atlatec para el proyecto ejecutivo, construcción y equipamiento de la obra, que el coordinador de los diputados del PRI, Roberto Marrufo, calificó como “irregular” por carecer de la aprobación previa del Congreso.
Destino de biosólidos, el debate ambiental
A la par del debate político en torno a la planta de Agua Prieta, miembros de la Fundación Cuenca Lerma-Chapala-Santiago y del Instituto de Derecho Ambiental, denunciaron a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) que existían “fraudes inmobiliarios” en los terrenos de la comunidad de Los Tempisques. Afirmaron, en su momento, que el metro cuadrado se pagó a 80 pesos “a quienes representan los intereses generales de la comunidad”, pero que este grupo los entregaba, a su vez, a 21 pesos.
En adición a ello, denunciaron que la construcción de Agua Prieta violaría un decreto del año 2004, en el cual se declara al predio de referencia como Área Municipal de Protección Hidrológica de la Barranca del Río Santiago.
En vista de que los lodos que resultarán de las aguas tratadas en Agua Prieta están catalogados como “residuos industriales peligrosos”, los grupos ambientalistas denunciaron que la CEA había presentado documentación no válida, por hacer caso omiso del decreto 20611 de octubre de 2004 del Congreso del Estado.
LOS DETALLES
La planta de tratamiento de aguas residuales de Agua Prieta será edificada en la comunidad de Los Tempisques, cuya ubicación queda por debajo de la hidroeléctrica Valentín Gómez Farías, que es conocida como La Prieta.
Será una de las plantas saneadoras más grandes de América Latina, y la tercera en todo México, pues dará tratamiento a ocho mil 500 litros por segundo. Se ha presupuestado inicialmente en dos mil 600 millones de pesos.
Ello desembocó en un escenario álgido en el cual se involucró el gobernador, Emilio González Márquez, cuando en julio pasado ironizó respecto a la única tarea que, a su ver, tenían qué hacer los representantes del Legislativo para que la planta tratadora comenzara a ser edificada: “Esta solicitud se ha planteado al Congreso y el Congreso no ha tenido tiempo de analizarla, es la verdad. Están muy ocupados y lo entiendo, es mucho lo que hacen los señores diputados”.
Tal insinuación generó molestia entre los legisladores, quienes acordaron citar a comparecer al titular de la Comisión Estatal del Agua (CEA), César Coll Carabias, para que explicara los detalles que no quedaban claros a los integrantes de la Comisión de Hacienda.
Cuando llegó la fecha, el 20 de septiembre, los legisladores dejaron plantado al funcionario y se enfrascaron en una serie de alegatos para repartirse la culpa.
Finalmente el 1 de octubre, Coll compareció ante la Comisión de Hacienda. Los diputados que lo escucharon criticaron su falta de información y amagaron con solicitar un procedimiento de responsabilidad administrativa en su contra.
No obstante, los legisladores decidieron dar “luz verde” al proyecto bajo condición de que se les aclararan algunos aspectos, como la propiedad (y no posesión, que es lo que la CEA comprobó) de las 81 hectáreas de la localidad de Los Tempisques (donde se construirá la planta), la modificación de uso de suelo y el contrato que firmó César Coll con la empresa particular Renova Atlatec para el proyecto ejecutivo, construcción y equipamiento de la obra, que el coordinador de los diputados del PRI, Roberto Marrufo, calificó como “irregular” por carecer de la aprobación previa del Congreso.
Destino de biosólidos, el debate ambiental
A la par del debate político en torno a la planta de Agua Prieta, miembros de la Fundación Cuenca Lerma-Chapala-Santiago y del Instituto de Derecho Ambiental, denunciaron a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) que existían “fraudes inmobiliarios” en los terrenos de la comunidad de Los Tempisques. Afirmaron, en su momento, que el metro cuadrado se pagó a 80 pesos “a quienes representan los intereses generales de la comunidad”, pero que este grupo los entregaba, a su vez, a 21 pesos.
En adición a ello, denunciaron que la construcción de Agua Prieta violaría un decreto del año 2004, en el cual se declara al predio de referencia como Área Municipal de Protección Hidrológica de la Barranca del Río Santiago.
En vista de que los lodos que resultarán de las aguas tratadas en Agua Prieta están catalogados como “residuos industriales peligrosos”, los grupos ambientalistas denunciaron que la CEA había presentado documentación no válida, por hacer caso omiso del decreto 20611 de octubre de 2004 del Congreso del Estado.
LOS DETALLES
La planta de tratamiento de aguas residuales de Agua Prieta será edificada en la comunidad de Los Tempisques, cuya ubicación queda por debajo de la hidroeléctrica Valentín Gómez Farías, que es conocida como La Prieta.
Será una de las plantas saneadoras más grandes de América Latina, y la tercera en todo México, pues dará tratamiento a ocho mil 500 litros por segundo. Se ha presupuestado inicialmente en dos mil 600 millones de pesos.
CRÉDITOS: Informador Redacción / JEOG Hoy 04:56 hrs
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