El renacer del arroyo Cheonggyecheon

Gracias a un programa ecológico, se podrá volver a disfrutar de las aguas del Cheonggyecheon, en Seúl. Luego de quedar sepultado por una avenida y una autopista debido al rápido desarrollo de la capital tras la guerra de Corea en los 50, el manantial vuelve a ser el eje de la vida en la ciudad. La infalible combinación entre lo urbano y lo ecológico.

La infalible combinación de lo urbano y lo ecológico - AP

La creación de 22 puentes temáticos, la plantación de árboles, el saneamiento del curso del agua y el desmantelamiento del cemento fue todo lo necesario para crear un nuevo espacio y santuario ecológico para varios peces y aves. De 5,8 kilómetros de largo, el arroyo Cheonggyecheon atraviesa el centro de Seúl y está íntimamente vinculado con la historia del país desde los tiempos del rey Taejong, cuando comenzó a ser dragado y se construyeron sus primeros puentes.

Tuvo su época de esplendor en la primera mitad del Siglo XVIII y luego comenzó un lento declive que se aceleró con la fuerte inmigración interna que sufrió la capital al final de la guerra de Corea en 1953. El movimiento lo convirtió en uno de sus lugares más contaminados, con gente hacinada en casas de madera en sus orillas.

A raíz de esto, las autoridades resolvieron entubarlo para mejorar el transporte en una ciudad que había multiplicado su tráfico vehicular. En 1958, se construyó una avenida, y luego una autopista en 1976. Ambas obras hicieron desaparecer completamente el arroyo.

La presidencia surcoreana del G20, que celebra su cumbre en Seúl el jueves y viernes, puso especial empeño en mostrar al mundo los avances que logró el país, y en particular su capital, en materia de Medio Ambiente tras las profundas transformaciones sufridas en la segunda mitad del Siglo XX. A un lado del arroyo, se puede observar un museo dedicado exclusivamente a Cheonggyecheon. Este es parte de un proyecto de desarrollo ecológico que costó aproximadamente 900 millones de dólares.

Actualmente, el arroyo celebra la "Fiesta de las Luces", con decorados especiales montados en el agua que representan personajes y motivos tradicionales de la cultura coreana, china, japonesa y otros países de Asia. Seúl, declarada Ciudad Del Diseño por la UNESCO, recibió en 2010 una mención especial del Programa de Naciones Unidas sobre Asentamientos Urbanos HABITAT por el proyecto de recuperación de Cheonggyecheon a favor de un medio ambiente urbano más limpio y verde.