1. En El Salto, como en todo el país, tampoco hay nada que festejar respecto del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución. Oficialmente se ha reconocido que el 82% de los mexicanos se encuentra en situación de pobreza y/o vulnerable. Entonces, en principio no se justifica tal argumento de la autoridad municipal para remodelar la plaza.
2. Además, cuando las necesidades y los problemas son muchos y de una gran dimensión, y los recursos económicos disponibles son raquíticos, estos deben ser lo mejor administrados y eso quiere decir que deben ser destinados a resolver o atender de menos alguna de esas necesidades o problemas que preocupan a la población.
3. En la cabecera municipal de El Salto la población tiene muy claro cuáles son sus problemas y necesidades y desde hace varios años los ha estado reclamando: los efectos nocivos que sobre su vida y salud provocan la contaminación del río Santiago y del basurero Los Laureles. Por lo visto las autoridades piensan que esto no es la prioridad.
4. Si la autoridad dedica los pocos recursos a actividades y obras diferentes, la gente que sufre cotidianamente las necesidades, y que ha demandado atención y solución, tiene todo el derecho de inconformarse y de actuar consecuentemente.
5. Por su parte, la autoridad municipal tiene la responsabilidad de informar a la población las razones por las que decidió remodelar la plaza y cuáles son sus planes inmediatos para resolver el Pliego Petitorio entregado por la gente desde el mes de abril de 2008 así como dar cumplimiento a las recomendaciones que al respecto hizo la CEDHJ.
6. Según dicen los gobernantes actuales, que éstos son tiempos democráticos. No creemos que sea así pero de serlo, entonces, ente otras cosas, la obra pública municipal debería ser licitada o puesta a concurso pero sobre todo, antes, debería consultarse a la población si le parece conveniente y necesaria. Si hubiera democracia ninguna autoridad tomaría una decisión de forma unilateral a la población.
7. Así mismo, si hubiera democracia entonces la autoridad debería reconocer sus errores y antes que molestarse y andar intimidando a la gente que le reclama debería buscar junto con ellos (nosotros) la mejor manera de enmendarlos.
8. El autoritarismo nunca ha conducido a nada bueno. Lo peor que ha producido es el alejamiento del pueblo respecto de la autoridad y la descreimiento popular en el sistema político y sus instituciones.
9. Se puede convocar a la población a una Consulta Popular para luego, con prensa de por medio, hacer públicos los resultados. Es decir, un domingo instalar urnas transparentes para que toda la población sin distingo alguno emita su opinión.
10. En otro afán de “negociar” se puede aceptar que se convoque a la realización de un plebicito, instrumento o recurso de la llamada democracia directa apropiado para consultar a la población si está de acuerdo o con la decisión gubernamental de remodelar la plaza.
11. Al pensar o proponer esta medida debe hacerse consciente que se va a jugar en su campo, con sus reglas y donde, por lo mismo, ellos siguen teniendo la sartén por el mango. Eventualmente ellos pueden manejar a su antojo un proceso de este tipo. Tienen los recursos y en aparato para ello. De esta manera es muy probable que “ganen” la consulta o plebicito y terminarían legitimando su decisión.
12. Hay que estar claro de lo anterior por el significado político que puede tener el utilizar o proponer hacer uso de este tipo de mecanismo.
13. Ganar o perder, dentro de esta lógica, no residiría en los resultados sino en la misma aplicación del mecanismo o instrumento de la consulta. Claro que si además de ello el resultado es favorable pues mucho mejor aún.
14. El movimiento no cambia su ruta ni pierde sus objetivos. El tema es la salud, la vida de las personas y del río Santiago. Esta intervención a propósito de la remodelación de la plaza es, en todo caso, otra oportunidad para fortalecer el campo popular.
15. Fortalecer al movimiento no significa en principio que la organización crezca o que se amplié significativamente la membrecia. Se habrá fortalecido si se logra que la realización de la obra en cuestión quede cuestionada y más si oficialmente se acepta la aplicación de algún mecanismo de consulta.
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