5.8.10

Existe debilidad financiera de municipios para atenderlas, dice el gobernador

Por falta de presupuesto no operan 11 nuevas plantas de tratamiento en Jalisco

Se analizaron en el Congreso propuestas para establecer tarifas diferenciadas en cuotas del agua

GEORGINA GARCÍA SOLÍS

El gobernador Emilio González al analizar el problema del agua en la ZMG y de las plantas de tratamiento en los municipios de Jalisco en el foro Modelo Agua, Jalisco 2010
El gobernador Emilio González al analizar el problema del agua en la ZMG y de las plantas de tratamiento en los municipios de Jalisco en el foro Modelo Agua, Jalisco 2010 Foto: FOTO LA JORNADA JALISCO

La descentralización de los servicios del agua a partir de 1980 fue un retroceso para Jalisco, cuyos municipios mostraron su incapacidad técnica, económica y humana para operar las redes de suministro de agua y alcantarillado, concluyeron especialistas y autoridades en el primero de cuatro foros Modelo Agua, Jalisco 2010, que se realizarán a fin de elaborar la iniciativa que se presentará en el Congreso del Estado para transformar este servicio.

Entre las propuestas que se discutieron estuvo el establecimiento de una tarifa no generalizada, que tenga una función social, una económica y una financiera, tal como lo pretende hacer el SIAPA con cuotas acordes al nivel socioeconómico de cada usuario.

El gobernador Emilio González Márquez admitió que la construcción de plantas de tratamiento de aguas residuales en todo el estado, solución que planteó para uno de los tantos problemas de este modelo, no ha dado los resultados deseados y se convirtió en un escollo más debido a la incapacidad económica de los municipios para operarlas.

“En esta administración hemos construido 49 y esto que pudiera parecer la solución a un problema, lo que hizo fue transformar el problema”, dijo el Ejecutivo, quien precisó que 11 de las nuevas plantas de tratamiento todavía no operan por falta de recursos.

“Habíamos decidido tratar las aguas, este tratamiento de las aguas tiene un costo evidentemente, y la pregunta es ¿quién lo paga?, ¿quién va a pagar el tratamiento de las aguas residuales? o si vamos a continuar con esta debilidad financiera que tenemos municipios y estados por tantos populismos en donde no tenemos, ni los municipios ni el estado el recurso para tratar el agua, porque hemos llegado a una situación de decir ‘sí estoy consciente de que debo tratar el agua’, me lo han dicho los presidentes municipales, ‘yo dejo de hacer lo que estoy haciendo para poder limpiar el agua que estamos utilizando’. No es una cuestión de conciencia, y sin embargo, hay que insistir en este tema”, señaló el mandatario.

César Coll, director de la Comisión Estatal del Agua (CEA) expuso que a raíz de la descentralización de los servicios del agua no existen procesos formales de cobro y que en la mayoría de los municipios “sólo el 30 por ciento se llega a cobrar”.

“Los padrones de usuarios se encuentran desactivados. En muchos de los casos no se conoce el costo de los servicios, se lleva una cuenta única de ingresos y egresos, se da el servicio, pero no se sabe realmente lo que está costando y al no tener conciencia de ese enorme subsidio que tiene que pagar el ayuntamiento por el agua, al ignorarlo se dejan las cosas tal como están. La micro y macro medición prácticamente no existe a pesar de que la Ley de Aguas del Estado Jalisco establece claramente que se debe contar con la medición ya que es el sistema más equitativo.

“La planeación en el mejor de los casos se limita a tres años, los presupuestos de ingresos y egresos son una repetición del año anterior con una actualización basada en la inflación de la canasta básica, que muchas veces no tiene que ver nada con el incremento de energía eléctrica que pega muchísimo en el bombeo, y a pesar de que es una obligación de los ayuntamientos contar con el reglamento de servicio, más de 70 no cuentan con este instrumento”, añadió el titular del CEA.

Coll explicó que la descentralización de este servicio pretendió fortalecer la autonomía municipal y mejorar de manera sustancial la calidad de vida de sus habitantes, pero lejos de alcanzar ese objetivo, aclaró, provocó en la entidad un efecto contrario, ya que “se puso por encima del bien común y el respeto a los logros alcanzados, la interpretación y aplicación literal de una disposición constitucional”.

Por tal motivo, remarcó, “para el gobierno de Jalisco es impostergable y estratégico para el desarrollo de sus comunidades establecer la planeación del recurso, su gestión a largo plazo, dejar atrás las viejas prácticas de la administración gubernamental y con ello erradicar los retrocesos”.

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