Los lixiviados de Picachos y Hasar’s
Jorge Regalado Santillán.
- AL MARGEN DEL PODER POR JORGE REGALADO SANTILLÁN
- (rjs39838@yahoo.com)
Lo único que ha sucedido es que el problema, ahora con el intenso temporal de lluvias, se ha empeorado
En México se dice, y con mucha razón, que cuando desde el Gobierno se designa una comisión especial, se nombra un fiscal o se instala una mesa de negociación, en realidad no se tiene voluntad para resolver el problema o demanda de que se trate. Este tipo de figuras, invariablemente, sólo han servido para entretener, para simular, para aparentar interés, para desalentar, desgastar y dividir las iniciativas y protestas sociales.
Habitantes de las comunidades rurales e indígenas de Milpillas, La Soledad, Huaxtla, San Lorenzo e Ixcatán, todas del municipio de Zapopan, ya sabían de tal inutilidad pero volvieron a confiar y por ello hace un poco más de nueve meses, después de haber bloqueado el ingreso a los basureros Picachos y Hasar’s durante tres días, el 14 de octubre de 2009 estuvieron de acuerdo con la presidencia municipal de Zapopan, la Semades y la Proepa en instalar una mesa técnica para analizar los efectos nocivos que los lixiviados que producen tales basureros están teniendo sobre los arroyos, ríos, manantiales, aguas termales, ojos de agua, árboles frutales, animales domésticos y sobre la salud de las personas.
El deber de las autoridades municipales (ellos administran el basurero Picachos), estatales (a través de la Semades) y dueños del basurero Hasar’s parecía muy claro. Se comprometieron a que ni una sola gota de lixiviados volvería a derramarse de sus contenedores. De igual manera asumieron el cargo de iniciar varias obras públicas comunitarias como forma de pago por los daños ambientales sufridos. ¿Qué de lo pactado se ha resuelto? ¡Nada! Lo único que ha sucedido es que el problema, ahora con el intenso temporal de lluvias, se ha empeorado.
Sí, bueno, se puede decir intentando justificar, que hubo cambio en las autoridades municipales. Pero ya llevan seis meses instalados. Además, Héctor Vielma, presidente municipal de Zapopan, conocía desde antes dicha problemática, tanto porque vive en Las Cañadas de San Isidro, fraccionamiento de lujo cercano a las poblaciones dañadas, como porque en campaña muchas personas le hablaron del tema y prometió atenderlo.
Ingenuamente se podría suponer que el presidente municipal, sabiendo del caso, debería haber tratando directamente el punto con las comunidades. Más cuando hacía más de mes y medio que le solicitaron por escrito una reunión. Nunca respondió. Por eso ayer, martes 13 de julio, una comisión masiva de estos pueblos acudió a la presidencia municipal de Zapopan para exigir los recibiera.
Vielma brilló por su ausencia. Sólo después de declarar que no abandonarían el edificio de la presidencia fueron atendidos por algunos regidores y se les prometió, pero como si fuera un gran favor, que el presidente municipal los recibirá el próximo martes 20 de este mes y les tendrá un calendario donde se especificarán fechas y montos de la solución.
Hay que estar atentos, porque igual que en otros casos similares, ya aparecieron los políticos profesionales que quieren usurpar las representaciones legítimas de las comunidades.
Habitantes de las comunidades rurales e indígenas de Milpillas, La Soledad, Huaxtla, San Lorenzo e Ixcatán, todas del municipio de Zapopan, ya sabían de tal inutilidad pero volvieron a confiar y por ello hace un poco más de nueve meses, después de haber bloqueado el ingreso a los basureros Picachos y Hasar’s durante tres días, el 14 de octubre de 2009 estuvieron de acuerdo con la presidencia municipal de Zapopan, la Semades y la Proepa en instalar una mesa técnica para analizar los efectos nocivos que los lixiviados que producen tales basureros están teniendo sobre los arroyos, ríos, manantiales, aguas termales, ojos de agua, árboles frutales, animales domésticos y sobre la salud de las personas.
El deber de las autoridades municipales (ellos administran el basurero Picachos), estatales (a través de la Semades) y dueños del basurero Hasar’s parecía muy claro. Se comprometieron a que ni una sola gota de lixiviados volvería a derramarse de sus contenedores. De igual manera asumieron el cargo de iniciar varias obras públicas comunitarias como forma de pago por los daños ambientales sufridos. ¿Qué de lo pactado se ha resuelto? ¡Nada! Lo único que ha sucedido es que el problema, ahora con el intenso temporal de lluvias, se ha empeorado.
Sí, bueno, se puede decir intentando justificar, que hubo cambio en las autoridades municipales. Pero ya llevan seis meses instalados. Además, Héctor Vielma, presidente municipal de Zapopan, conocía desde antes dicha problemática, tanto porque vive en Las Cañadas de San Isidro, fraccionamiento de lujo cercano a las poblaciones dañadas, como porque en campaña muchas personas le hablaron del tema y prometió atenderlo.
Ingenuamente se podría suponer que el presidente municipal, sabiendo del caso, debería haber tratando directamente el punto con las comunidades. Más cuando hacía más de mes y medio que le solicitaron por escrito una reunión. Nunca respondió. Por eso ayer, martes 13 de julio, una comisión masiva de estos pueblos acudió a la presidencia municipal de Zapopan para exigir los recibiera.
Vielma brilló por su ausencia. Sólo después de declarar que no abandonarían el edificio de la presidencia fueron atendidos por algunos regidores y se les prometió, pero como si fuera un gran favor, que el presidente municipal los recibirá el próximo martes 20 de este mes y les tendrá un calendario donde se especificarán fechas y montos de la solución.
Hay que estar atentos, porque igual que en otros casos similares, ya aparecieron los políticos profesionales que quieren usurpar las representaciones legítimas de las comunidades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario