Residuos afectan paisaje agavero
Vista panorámica del paisaje azul con el multicolor del basurero de Tequila. E. PACHECO
- Por cada litro de tequila se contaminan 10 de agua
Una de las industrias más representativas del país, la tequilera, enfrenta el problema de que sus aguas contaminadas amenazan el equilibrio ecológico
GUADALAJARA, JALISCO.- Detrás de extendidos ejércitos de agave azul declarados Patrimonio de la Humanidad en 2006 y presumidos por México al mundo entero, hay una historia que poco se menciona: la mayoría de las factorías tequileras aniquilan la vida de los afluentes por las descargas de sus vinazas.Esto es una amenaza para el Paisaje Agavero (en los municipios de Tequila, Amatitán, El Arenal, Magdalena y Teuchitlán), opina Guadalupe Zepeda, titular del ICOMOS Jalisco (Consejo Internacional de Monumentos y Sitios, organismo “A” de la UNESCO).
En Jalisco, apenas cuatro o cinco empresas tienen planta de tratamiento y muy pocos riegan las vinazas en sus cultivos, “el problema es que la mayoría lo hace mal”, apunta Luis Alberto Rendón Salcido, doctor en Ciencias y Biotecnología de Plantas, y académico del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la UdeG.
Por su parte, el director general de la Cámara Nacional de la Industria Tequilera, Francisco Soltero Jiménez, señala que no apoyan estas prácticas y es difícil saber las razones por las que no lo hacen.
“Desafortunadamente, algunos no tienen cultura empresarial, pero estamos trabajando para que todas (las empresas) cumplan la normatividad ambiental. Si para ello se requiere que las autoridades los sancionen, que lo hagan”.
Por otro lado, el titular de la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente, Fernando Montes de Oca, argumenta que ninguna de las tequileras cumple en su totalidad con las normas ambientales en el tratamiento de sus lixiviados, ni siquiera las cuatro empresas que producen casi 80% del total del tequila.
En este contexto, a kilómetros del Paisaje Agavero, el Ayuntamiento de Arandas se comprometió a buscar un terreno para iniciar la construcción de una planta de tratamiento, lo que, según la Comisión Estatal del Agua (CEA), podría ser una solución a este problema.
Tequileras incumplen con normas ambientales
Por cada litro de tequila, se contaminan 10 de agua. En México, la producción promedio es de 200 millones de litros de esta bebida, lo cual se traduce en dos mil millones de litros de residuos del proceso de la destilación, que generalmente se “vomita” a los afluentes y a los drenajes públicos.
El municipio de Tequila huele al auge de este jugo de maguey que se creía servía para comunicarse con los dioses y hacer felices a los hombres. Y por ser una de las zonas emblemáticas dentro del Paisaje Agavero, la Secretaría de Cultura de Jalisco ha invertido en infraestructura, como un bonito puente que se alza detrás de las fábricas y que atraviesa el Arroyo Los Lavaderos, también conocido como el Atizcoa, que desde ese punto comienza a pintarse tinto, cafesoso, ácido, y atraviesa el Pueblo Mágico recogiendo los orines de las productoras de tequila —a excepción de Sauza, que tiene planta de tratamiento—, hasta que desemboca en el Río Santiago.
De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable (Semades), la mayoría de las empresas tequileras rebasan los indicadores de contaminación orgánica permitidos por la Norma Oficial Mexicana 001, pues el máximo permitido es de 150 miligramos por litro, y en general la demanda es entre 27 y 30 mil miligramos por litro de DBO (Demanda Bioquímica de Oxígeno).
Un guía de turistas muestra la zona de Los Lavaderos (un largo bloque de pilas de piedra en las que la población lavaba) y repentinamente llega una peste novedosa para los extranjeros. Sin que la gente lo escuche, confiesa que sí se percatan de olores extraños, pero “yo les doy vueltas, mi trabajo es resaltar lo bueno, no hablar mal. Lamentablemente, son muy comunes las descargas”.
En este municipio las primeras fábricas que se instalaron lo hicieron en los márgenes del arroyo desde el Siglo XVIII, debido a que requerían el agua para la fabricación del vino mezcal.
Pero a este río además se les suman las descargas municipales.
En el Plan de Manejo del Paisaje Agavero, una de las directrices es el saneamiento de las aguas. “La contaminación de los ríos y mantos acuíferos es algo que preocupa”, recalca Guadalupe Zepeda, restauradora experta en patrimonio cultural.
Agrega que el tratamiento de las aguas es fundamental para la conservación del entorno ambiental, “ya que es parte del valor patrimonial del Paisaje Agavero. Y desafortunadamente es bastante preocupante que al bajar las cañadas huele a vinazas, porque descargan a los ríos de El Arenal, Amatitán y de Tequila”.
A esta altura el Río Grande ya viene espumoso por todas las descargas de la Zona Metropolitana de Guadalajara, de algunas poblaciones y de zonas industriales.
“No tenemos por qué contribuir al problema y el compromiso que se hizo con la UNESCO no se está cumpliendo. La Conagua debe exigir a todas las industrias y a los municipios que limpien sus aguas, porque con esto el atractivo paisajístico se pierde”.
Cada cuatro años, el organismo internacional revisa los sitios declarados Patrimonio de la Humanidad, y “pronto tendremos la evaluación sobre los avances del Plan de Manejo. El tema de las aguas se tendrá que tocar en algún momento. Si no se hizo nada, puede suceder que nos retiren el título”.
Si no cumplen, “es porque no quieren”
Las vinazas tienen una carga orgánica muy elevada, por lo que la naturaleza tarda mucho en degradarla, principalmente por las fibras y la celulosa. “Al llegar al agua, la naturaleza inicia un proceso de oxidación para su completa degradación, y utiliza el oxígeno que necesitan plantas y animales acuáticos para sobrevivir”, refiere Víctor Alcaraz, ingeniero químico del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías de la UdeG.
De acuerdo con sus investigaciones, estos jugos del agave pueden tratarse de manera aerobia o anaerobia.
En opinión de Luis Alberto Rendón Salcido, las vinazas pueden usarse con fines agrícolas o en el caso del bagazo o marrana para hacer composta. “Desde hace 10 años les explicamos cómo hacerlo, pero por comodidad muchos siguen descargando a los arroyos y a las redes de drenaje”.
El investigador del CUCBA señala que esta infraestructura es costosa y es mucho más viable usar las vinazas con fines agrícolas, pecuarios y para hacer composta.
“Estas aguas tienen azúcares y levaduras que al descargarlas al terreno se filtran las fibras y las capas sólidas y el resto se evapora; y sirve para darle de comer a microorganismos del suelo”. Las pocas empresas que implementaron esta práctica, lo hacen en superficies pequeñas y “eso no es posible, tiene que ser en un terreno mayor, para echar las vinazas de forma rotativa y así se puedan absorber, si no, degradan los suelos”.
El investigador del CUCBA agrega que la contaminación se puede evitar, tanto en el Paisaje Agavero como en los Altos de Jalisco. “Sólo se requiere que contemplen un área de amortiguamiento donde puedan reutilizar las aguas”.
Considera que las autoridades ambientales no son rigurosas con las empresas, porque detrás hay un problema social. Es decir, no pueden clausurarlas totalmente, porque dan empleo y “es la forma en que algunas tequileras se justifican para incumplir”.
El doctor en Ciencias y Biotecnología de Plantas considera que debería obligarse a las industrias a utilizar estas descargas con fines agrícolas, y “lo que se recaude de sanciones se invierta en infraestructura para el tratamiento adecuado de estas vinazas”.
Su conclusión es que éstas son nutritivas para los suelos, mientras que para las aguas son un peligro, un contaminante mortal.
Ninguna tequilera cumple totalmente con la normatividad ambiental
De acuerdo con el procurador Estatal de Protección al Ambiente, Fernando Montes de Oca, las cuatro empresas que producen alrededor de 80% del tequila, han invertido “bastante” en el tratamiento de sus lixiviados y del bagazo. Sin embargo, “ni éstas pueden cumplir 100% con la normatividad ambiental, porque es muy difícil”.
Ante el argumento de que la industria genera empleos, Montes de Oca expresa que “no hay justificación para que contaminen, la problemática es muy alta. Y es muy común que algunos deciden regar los lixiviados, pero resulta que no los riegan, los depositan directo en los terrenos y se generan inundaciones que erosionan la tierra, y escurrimientos que van a parar a propiedades de otras personas que resultan afectadas. O más fácil, las echan a los arroyos”.
Este diario publicó en julio que de 55 tequileras en Arandas, la Proepa detectó irregularidades en 54 en 2008 y en 48 en este año.
Rafael González Pérez, ingeniero químico de la Dirección de Protección al Ambiente, refirió que en la mayoría de los casos las sanciones son por el mal manejo del bagazo o de las vinazas —“principalmente cuando se disponen al riego agrícola”—, y por la calidad de las emisiones a la atmósfera, que se da por la mala calibración de las máquinas que generan bióxido de azufre, monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno, entre otros.
“Muchos nos dicen que es más caro tratar los 10 litros de vinaza que producir un litro de tequila, pero tienen que encontrar otra utilidad a estas aguas. Pongo como ejemplo que las podrían utilizar en cementeras, para que las quemen, pues si actualmente los hornos usan etanol, ¿por qué no puede usar este líquido con contenido calorífico? Tendrían que buscar opciones, diversificarse”, dice el titular de la Proepa.
En las próximas semanas, el procurador tendrá una reunión con la industria y con las autoridades industriales, para buscar “alternativas entre todos”.
Arandas podría tener planta de tratamiento
La Comisión Estatal del Agua (CEA) considera que la solución para que las tequileras limpien sus vinazas está cerca, pues tras meses de revisión de tecnologías, el Ayuntamiento de Arandas se ha comprometido a buscar un terreno para iniciar la construcción de una planta de tratamiento.
El director de Plantas de Tratamiento, Manuel Osés Pérez, explica que la Cámara de la Industria Tequilera invitó a la dependencia estatal para que les ayudara a buscar empresas que se dedicaran al tratamiento de este tipo de descargas. “Ticsa”, “Hi-Pro” e “ICR Ambiental” presentaron sus propuestas y “finalmente se concluyó que se necesitaba una hectárea de terreno y el municipio se comprometió a otorgarlo. Es lo que falta y estamos presionándolos para que se haga antes de que termine esta administración”.
La idea es que todas las tequileras de la región lleven sus vinazas a esta planta de tratamiento, ya que les sale más barato pagar por este servicio que tener una miniplanta por tequilera.
“Después repetiríamos el modelo en Atotonilco, y después en Tequila y El Arenal, porque nuestra prioridad es la región de Los Altos, que descarga al Río Sabinos, que luego es el Zula y finalmente desemboca en el Santiago. La Región Valles está después de la zona donde se construiría la Presa de Arcediano, y por ello no es prioridad”.
La CEA está esperando a que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) emita un plazo para el cumplimiento con las descargas al Río Santiago, que desde enero de este año pasó de ser cuerpo de agua tipo “B” a “C”, el cual permite la vida acuática. “Tenemos que estar pendientes, porque al entrar esta exigencia, vamos a tener que clausurarles si no cumplen con la normatividad”.
¿Qué dice el Plan de Manejo del Paisaje Agavero?
De acuerdo al Plan de Manejo para “El Paisaje Agavero y las Antiguas Instalaciones Industriales de Tequila”, el Río Arenal, que atraviesa el municipio con este nombre y que pertenece a la cuenca tributaria hidrológica Río Lerma-Chapala-Santiago, recibe las descargas urbanas.
En las zonas de conservación y amortiguamiento y de protección y conservación, hay redes de drenaje y agroquímicos que contaminan los arroyos Jarritos, Atizcona y Virgen, en Tequila, y que generan problemas de salud pública.
En cuanto a las vinazas, éstas provocan descargas de DBO (Demanda Bioquímica de Oxígeno), con mortandad de las especies vegetales y animales características de estos hábitats.
En términos generales, plantea la construcción de plantas de tratamiento y la creación de una Comisión de Monitoreo y Vigilancia de la calidad del agua superficial, “que controle las descargas clandestinas, evite la tira de basura directa a los arroyos y controle el uso de agroquímicos en la siembra (…)”.
Avances para el cumplimiento de la normatividad
Empresas cuentan con opciones para descargar sus desechos
De acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria Tequilera, de la generación total de vinazas, 33% se descarga a ríos y afluentes, de lo cual, 60% está saneada,Ê 3% lo tiene de forma parcial y 37% no tiene ningún control en la alcalinidad y la temperatura. Esto significa que del gran total, 12% no tiene ningún tratamiento.
Y es que, dice el presidente de la Cámara, Juan Casados Arregoitia, hay opciones para todo tipo de empresas: las vinazas se pueden utilizar para el riego de cultivos o para el composteo, además de las tecnologías para el tratamiento de aguas.
“En los últimos 10 años, que es más fuerte la cultura ecológica empresarial, hemos trabajado en procesos y tratamientos para las descargas de las tequileras. Aquellas que no pueden tener un sistema físico químico, aeróbico o anaeróbico, pueden descargar en plantaciones de agave, como mejoradores de suelo. Igualmente, para optimizar costos, se empezó a elaborar composta con el bagazo, al cual se le pone levadura y se riega con vinazas. Y así tenemos ciclo biológico ecológico productivo”.
Actualmente, las empresas que ya cumplen con el tratamiento de las aguas para descargar a un cuerpo de agua tipo “C” (que garantiza la vida acuática) son Sauza, Herradura, Fábrica de Tequilas Finos y Patrón.
Hay otros sistemas, como evaporadores ambientales, que pueden servir para pequeños empresarios. La inversión es de entre 80 y 100 mil dólares.
Casados Arregoitia resalta que el mayor logro que han obtenido es el que están trabajando con la Comisión Estatal del Agua: la construcción de una planta regional para el tratamiento de descargas de industrias tequileras en Arandas, la cual podría replicarse en otras zonas de Jalisco.
“Lo interesante es que puede tener ciertas modalidades: puede generar bonos verdes, electricidad o sustituir combustibles por biogás, de tal suerte que con esto ayudemos a evitar contaminación. De hecho, el biogás ya está probado. Lo que se está investigando es si hay rendimiento al hacer biocombustible”.
En estas semanas está definiéndose el costo de la planta regional. A partir de que se defina el proyecto, la infraestructura estaría construida en un año y tardaría seis meses más en operar.
En concreto, para la Cámara Nacional del Tequila, el objetivo es cumplir con la normatividad, y para ello, reiteran, hay distintas alternativas.
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