Busca CEA propuesta alterna a la presa de Arcediano
La falta de certeza financiera para la construcción de la presa de Arcediano y el complicado panorama del abasto de agua para la Zona Metropolitana de Guadalajara ante temporales de lluvia irregulares como el de este año obligaron a la Comisión Estatal del Agua (CEA) a buscar una propuesta alterna que podría ubicarse sobre el río Verde.
Tras una reunión entre la CEA y el Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA) la tarde de ayer, se determinó que con temporales de lluvia como el pasado, en tres años el lago de Chapala, principal fuente de abastecimiento para la ciudad, podría bajar hasta quedar en un cuarto de su capacidad.
Ante ello, se plantean obras complementarias para garantizar el agua de la zona metropolitana en tanto se resuelva la viabilidad financiera de la presa de Arcediano, que podría demorarse aún más de lo previsto ante la crisis financiera global y el poco flujo de recursos por parte de la federación.
El martes en Puerto Vallarta, el gobernador Emilio González Márquez, declaró a la cadena Notisistema que la presa no se construiría por el alto costo que implicaba, por lo que ahora se proponía dividirlo en distintas represas a lo largo del río Verde para acelerar la construcción del sistema que será complementado con la presa en El Zapotillo, que tampoco ha iniciado formalmente sus trabajos de construcción.
Ayer tras la reunión de la CEA y el SIAPA, se explicó que el titular de la CEA, César Coll Carabias, habló con el gobernador Emilio González para aclarar algunos puntos sobre la factibilidad de hacer la presa de Arcediano y en la charla se determinó que el proyecto sigue en pie, pero que es necesario buscar alternativas mientras no existan los recursos para construir la presa.
Por la mañana, antes de esta reunión, el titular del SIAPA, Rodolfo Ocampo Velázquez, se dijo sorprendido de la declaración que el gobernador Emilio González Márquez respecto a la cancelación de la presa de Arcediano y afirmó que aún no ha sido notificado de tal decisión.
En la Comisión Estatal del Agua (CEA) su titular, César Coll Carabias, se negó a dar entrevistas y el organismo tampoco ofreció una postura pública sobre el asunto, sin embargo, tras la reunión se indicó que será hoy cuando se informe a detalle lo que sucederá con el proyecto de abastecimiento de agua potable para la Zona Metropolitana de Guadalajara.
El “nuevo” proyecto hace necesaria la construcción de El Zapotillo, en la región Altos dentro del municipio Cañadas de Obregón, pero esta opción también está en duda debido a la fuerte oposición manifestada por habitantes de los poblados de Temacapulín, Palmarejo y Acasico, que serían inundadas con la edificación de una cortina de más de 100 metros de altitud que también buscaría dotar del vital líquido a la ciudad de León, Guanajuato, y a varios municipios alteños de Jalisco.
“Se requieren las dos, Zapotillo digamos es el aljibe de la casa, es donde estás juntando la gran cantidad de agua y lo que tengamos aquí en Arcediano es el tinaco. O sea se necesitan los dos”, dijo González Márquez en Puerto Vallarta, especificando que esta nueva alternativa de construcción permitiría que en tres años pudiera solucionarse el problema de abasto para la zona metropolitana.
Hace un par de semanas César Coll Carabias dijo que se había aprobado la construcción de la cortina en Arcediano, luego de que los comités técnicos de la CNA y de la Comisión Federal de Electricidad habían concluido que sí era viable la solución propuesta.
Incluso, Coll Carabias afirmó que existían cinco recomendaciones derivadas de las reuniones técnicas para solventar los requerimientos de ingeniería y seguridad, como comprobar la resistencia del concreto y la realización de un estudio de resistencia sísmica. Para ello, anunció, se habían solicitado 600 millones de pesos para el próximo año.
Lo que sí aceptó entonces es que había que aprobarse el estudio de viabilidad financiera para determinar el costo de la presa, en cuyos trámites, estudios e indemnizaciones se han gastado al menos 700 millones de pesos hasta ahora. Cálculos conservadores señalaban que la presa costaría al menos 12 mil millones de pesos.
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