Realizaron la tercera asamblea regional de afectados ambientales

Que la UdeG se involucre en la investigación sobre el río Santiago, piden vecinos del lugar

RAUL TORRES

Los representantes de al menos una decena de pueblos que viven a las orillas del río Santiago se dieron cita ayer en San Cristóbal de la Barranca para realizar la tercera asamblea regional de afectados ambientales; entre los acuerdos que se tomaron destaca el de pedir formalmente que la Universidad de Guadalajara se involucre más en la investigación sobre lo que sucede en estas zonas para que recupere su carácter ético y social.

Los representantes de San Lorenzo, San Cristóbal de la Barranca, Ixcatán, El Salto, Juanacatlán, Huaxtlá, Paso de Guadalupe, Mesa de San Juan, entre otros, relataron sus problemáticas y abordaron los puntos comunes de todas ellas, por lo que la reunión –a decir de Gabriela González, de la agrupación Un Salto de Vida– fue más fluida y se pudieron lograr acuerdos de forma sencilla.

A la asamblea también acudieron representantes de organizaciones como el Centro de Análisis Social, Información y Formación Popular (Casifop) y el colectivo Coa.

Entre los problemas que se abordaron está el del escurrimiento de lixiviados del vertedero Picachos, que con las lluvias llegan hasta el arroyo que cruza por los poblados de Huaxtla y San Lorenzo, lo que ha provocado que quienes ahí habitan dejen de sembrar hortalizas debido a la contaminación del agua con la que podrían regarlas.

También se explicó la forma en que la declaratorio de zona natural protegida que la Conagua hizo en Ixcatán no ha reportado ningún beneficio para sus pobladores, ya que ahora no pueden utilizar el agua de los arroyos que corren por ahí para alimentar su ganado o regar sus siembras.

Los integrantes de la asamblea determinaron que el próximo lunes 10 de agosto realizarán una rueda de prensa para informar de todos los acuerdos y solicitar formalmente la participación activa y comprometida de la Universidad de Guadalajara.

Por ahora se nombraron coordinadores de enlace de cada uno de los pueblos y se acordó realizar una nueva asamblea el 26 de septiembre para determinar la forma en que los expertos ambientales e investigadores pueden involucrarse en el trabajo de la asamblea.