Los habitantes de Temacapulín van a luchar también por sus muertos
• Les duele dejarlos bajo el agua y no creen que el panteón se pueda reubicar
20 de abril 2014 (Temacapulín, Cañadas de Obregón).- Que se destruyan las viviendas que los vieron nacer y crecer, no les duele tanto a los habitantes de Temacapulín.
Lo material es secundario. Sin embargo, que destruyan y sepulten bajo
el agua la basílica de la Virgen de los Remedios y el cementerio donde
descansan sus familiares, eso sí les puede.
Martín Guzmán es
habitante de Temacapulín. En el panteón están los restos de su madre y
de un hermano. Él no cree en las promesas que ha hecho el gobierno de
Jalisco y la Comisión Nacional del Agua (Conagua), de que reconstruirán
la iglesia centenaria de Temaca que data del siglo XVII y mucho menos
cree que se van a reubicar los restos que están sepultados en el panteón.
En forma espontánea, don Martín expresa su incredulidad y su rechazo a que se inunde su pueblo:
¿Cómo se van a llevar el panteón a otro lado?, ¿a ver, dime?, es una pendejada, yo no veo cómo. Le sacas una foto y te la llevas pa’ allá arriba, así sí lo reubicas en fotos, pero en la realidad, ¿cómo?”.
Ya en tono molesto, Martín Guzmán prosigue:
Lo quieren ver a uno de a tiro ignorante, pues que no manchen. La neta, en eso sí, yo digo que están bien tarugos. Cómo voy a creer que va a cambiar el templo o va a cambiar el panteón. Simplemente, una tumba, ¿cómo la cambian de lugar?. Eso que ni se les ocurra decir, eso ni un niño de cinco años se la cree, ¿pues cómo? yo no creo”.
Por su parte, Martha Leticia Álvarez Reyes
dice que le duele mucho dejar los restos de sus familiares bajo el agua
y tampoco cree que se vayan a reubicar a los difuntos en un nuevo
panteón:
Yo tengo a mis padres, a un hermano y a un sobrino. No queremos dejar nuestro pueblo ni nuestros difuntos, menos los vamos a dejar aquí. Vamos a estar luchando hasta dar la vida por nuestro pueblo, por nuestro cementerio, por todos nuestros seres queridos”.
El dolor de los habitantes de Temaca por dejar a sus muertos en el cementerio actual, también incluye dejar atrás al panteón antiguo, situado en lo alto del cerro de la Gloria, desde donde se divisa todo el poblado.
Sobre todo, porque el pórtico de ingreso es considerado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)
como un monumento histórico que tiene que ser preservado, en caso de
que se concrete la construcción de la presa El Zapotillo y la inundación
de Temaca.
En un dictamen hecho en abril de 2011, el INAH señaló que 70% del poblado de Temaca tiene valor histórico.
Sin embargo, un mes después cambió de opinión. Eso sí, advirtió que el
pórtico del panteón antiguo que tiene más de 200 años de antigüedad,
debe preservarse.
Pantaleón García se
define como “temacaliforniano”. Vive en Los Ángeles desde muy joven.
Apenas se enteró que el gobierno de Jalisco notificó que Temaca será
inundado y viajó de inmediato a su tierra.
También incrédulo sobre el destino del cementerio, señala en tono irónico que van a sacar cada huesito, pero los otros huesitos se van a quedar enterrados.
No enterraron perros o unos gatos, enterraron gente católica. Yo tengo un hermano mío, Julián, y mis abuelos Victoriano y Maximina”.
Sus ojos se rasan de lágrimas al recordarlos.
En California, los temaqueños “también andan tristes”.
Allá hay alrededor de 4 mil personas con raíces de Temaca, además de la
descendencia nacida en Estados Unidos. “No tienen ni ganas de comer, de
verdad”, señala Panta, como lo llaman sus amigos
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