Se pretende un “genocidio disfrazado de crisis hídrica”, advierte Salvemos Temaca
• Llama a todos los movimientos sociales a defender el poblado Mauricio Ferrer.- La decisión de las autoridades federales y estatales para elevar a 105 metros de altura la cortina de la presa El Zapotillo es un “genocidio disfrazado de una crisis hídrica en Jalisco y Guadalajara”, así afirmó el Comité Salvemos Temacapulín, Acasico y Palmarejo.
A través de un pronunciamiento, la organización llamó a
todos los movimientos sociales a sumarse a su causa, para evitar la
inundación de los tres poblados.
“Reprobamos todas las formas de privatización del agua y
llamamos a todos los movimientos a unirse para poder evitar un
genocidio, disfrazado de una crisis Hídrica en Jalisco y Guadalajara”,
subraya el documento emitido este lunes.
El pasado 10 de abril, la Comisión Nacional del Agua
(Conagua) informó al gobierno de Jalisco de su decisión de elevar la
cortina de la presa El Zapotillo a 105 metros, aun cuando la Suprema
Corte de Justicia de la Nación ordenó a la entidad que tal obra no debe
rebasar los 80 metros de altura.
El argumento de la Conagua fue que los 80 metros no
garantizan la seguridad para los tres poblados. Al día siguiente, el 11
de abril, el gobernador Aristóteles Sandoval Díaz responsabilizó a la
autoridad federal de tal decisión y anunció que a través de la
Procuraduría Social del estado, iniciaría el proceso de indemnización a
los afectados.
Pero la dependencia a cargo de Felícitas Velázquez comenzó
con el pie izquierdo con los pobladores. El día 16 sostuvo una reunión a
puerta cerrada con las autoridades de Cañadas de Obregón, la cual tiene
que dar el permiso de uso de suelo para la construcción de la presa.
El Comité Salvemos Temacapulín, Acasico y
Palmarejo reprochó el secretismo de la Procuraduría Social y el que no
se le haya convocado al diálogo; pero advirtió que no entablará ninguna
negociación si no es con el gobernador Aristóteles Sandoval.
Ayer, el Comité recordó que desde que inició la defensa de
su territorio en 2005, siempre ha buscado que su voz sea escuchada por
los gobernantes en turno, del color que sean.
“Los gobernantes que van y vienen no han aceptado nuestras
razones, ni nuestras propuestas, por eso, hoy, ante las amenazas de un
desalojo forzoso invocamos la protección del Señor de la Peñita y de la
Virgen de los Remedios. Nuestra lucha está sustentada en nuestra fe y la
doctrina social de la Iglesia católica basada en la protección de los
derechos humanos de todas y todos sus feligreses; aun con el apoyo o sin
éste de las autoridades eclesiásticas seguiremos en la resistencia y en
la lucha de nuestra comunidad”, expresaron los afectados.
Los pobladores de Temacapulín expresaron
que la fe es el motor que les hace seguir de pie y “para defender lo que
todas las autoridades de diferentes niveles han condenado a desaparecer
por diferentes intereses particulares”.
De ahí que rechazaron que las autoridades de cualquier nivel tengan las facultades para determinar el futuro de la comunidad.
“Nosotros, pueblo de Temaca, seguiremos resistiendo. El
Señor de la Peñita no nos dará la espalda y aquí hoy frente a él
ratificamos nuestra fe, la defensa de nuestra comunidad y de nuestro
patrimonio religioso. Así como en otras épocas, es momento de sacar la
casta alteña para defender lo que por derecho nos corresponde, nuestra
religiosidad y sitios sagrados”, concluyó el Comité en su comunicado.
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