Van por agua del Río Verde para la ZMG
Fuente
alterna. El Gobierno del Estado apuesta por el Río Verde para asegurar
el abasto de agua en la Zona Metropolitana.
- El Gobierno estatal busca una fuente alterna de abastecimiento
El proyecto costará seis mil millones de pesos y aportará 5.5 metros cúbicos por segundo a la metrópoli en 2016
GUADALAJARA, JALISCO (03/JUN/2013).-
El Río Verde es la apuesta del Gobierno de Jalisco para tener una
fuente alterna de abastecimiento a la Zona Metropolitana de Guadalajara
(ZMG). La Comisión Estatal del Agua (CEA) confirma que el proyecto será
una realidad en 2016, con un costo total de seis mil millones de pesos.
Las fuentes de abastecimiento actuales de la metrópoli son Chapala (con 5.5 metros cúbicos por segundo), los mantos acuíferos o pozos (2.5) y la Presa “Calderón” (1.5).
“Se cuenta con 9.5 metros cúbicos por segundo en total y el aprovechamiento del Río Verde nos dotaría de 5.5 adicionales de la Presa de El Salto y de la cuenca propia. Con eso cubrimos el déficit que traemos y dejamos descansar los pozos… están muy abatidos los acuíferos de Atemajac y Toluquilla”, subraya Felipe Tito Lugo, titular de la CEA.
—¿Con esta alternativa ya no se requiere del agua de la Presa El Zapotillo para la metrópoli?
— No tiene nada que ver. Estos 5.5 metros cúbicos son sin necesidad de El Zapotillo.
El Río Verde era una alternativa de abastecimiento proyectada hace 22 años, pero se desechó en las administraciones panistas.
“El conocido proyecto Guadalajara-Calderón tenía tres etapas: la Presa ‘Calderón’, el Acueducto y la Planta de San Gaspar (Tonalá), que se aprovechan desde hace 22 años; la segunda etapa era la Presa de El Salto, que también se construyó, y la siguiente incluía el sistema de bombeo denominado El Purgatorio (para enviar el líquido a Guadalajara), pero en su momento se desechó”.
Felipe Tito Lugo critica esa decisión y aporta un dato: “Desde hace 22 años ese volumen de agua se fue al mar… estaríamos hablando de tres mil 700 millones de metros cúbicos más de lo que tiene hoy Chapala”. El Purgatorio funcionaría como un sistema de bombeo, que permitiría enviar las aguas a través de un túnel a una lumbrera; de allí llegaría hasta el punto de regulación y pasaría por gravedad al sistema de la Planta de San Gaspar operada por el SIAPA.
— ¿La metrópoli se puede olvidar de El Zapotillo (se construye en Los Altos de Jalisco)? —se le insiste ante la polémica de que sólo con una cortina de 105 metros dotaría de agua a Guadalajara, pero inundaría a tres poblados alteños.
— No es que nos olvidemos (este proyecto sigue y es adicional). Yo no sé por qué le dan tanta importancia a algo que es menos importante que el sistema de bombeo y El Purgatorio. Cumplamos con la siguiente etapa; es inadmisible haber dejado de utilizar el agua del Río Verde.
Las fuentes de abastecimiento actuales de la metrópoli son Chapala (con 5.5 metros cúbicos por segundo), los mantos acuíferos o pozos (2.5) y la Presa “Calderón” (1.5).
“Se cuenta con 9.5 metros cúbicos por segundo en total y el aprovechamiento del Río Verde nos dotaría de 5.5 adicionales de la Presa de El Salto y de la cuenca propia. Con eso cubrimos el déficit que traemos y dejamos descansar los pozos… están muy abatidos los acuíferos de Atemajac y Toluquilla”, subraya Felipe Tito Lugo, titular de la CEA.
—¿Con esta alternativa ya no se requiere del agua de la Presa El Zapotillo para la metrópoli?
— No tiene nada que ver. Estos 5.5 metros cúbicos son sin necesidad de El Zapotillo.
El Río Verde era una alternativa de abastecimiento proyectada hace 22 años, pero se desechó en las administraciones panistas.
“El conocido proyecto Guadalajara-Calderón tenía tres etapas: la Presa ‘Calderón’, el Acueducto y la Planta de San Gaspar (Tonalá), que se aprovechan desde hace 22 años; la segunda etapa era la Presa de El Salto, que también se construyó, y la siguiente incluía el sistema de bombeo denominado El Purgatorio (para enviar el líquido a Guadalajara), pero en su momento se desechó”.
Felipe Tito Lugo critica esa decisión y aporta un dato: “Desde hace 22 años ese volumen de agua se fue al mar… estaríamos hablando de tres mil 700 millones de metros cúbicos más de lo que tiene hoy Chapala”. El Purgatorio funcionaría como un sistema de bombeo, que permitiría enviar las aguas a través de un túnel a una lumbrera; de allí llegaría hasta el punto de regulación y pasaría por gravedad al sistema de la Planta de San Gaspar operada por el SIAPA.
— ¿La metrópoli se puede olvidar de El Zapotillo (se construye en Los Altos de Jalisco)? —se le insiste ante la polémica de que sólo con una cortina de 105 metros dotaría de agua a Guadalajara, pero inundaría a tres poblados alteños.
— No es que nos olvidemos (este proyecto sigue y es adicional). Yo no sé por qué le dan tanta importancia a algo que es menos importante que el sistema de bombeo y El Purgatorio. Cumplamos con la siguiente etapa; es inadmisible haber dejado de utilizar el agua del Río Verde.
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