Medio millón de casas solas, desastre en vivienda
Cd. y Región •
29 Marzo 2013 - 3:52am — Agustín del Castillo
Jalisco es uno de los estados con mayores problemas por la
política habitacional de los gobiernos panistas, asegura el delegado de
la Sedatu.
Foto: Milenio
Guadalajara
• Los saldos de una política de vivienda inadecuada durante los 12 años
de gestión panista se reflejan en alrededor de medio millón de casas
y departamentos desocupados tanto en la periferia de la zona conurbada
de Guadalajara como de sus principales ciudades, destaca el nuevo
delegado de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano
(Sedatu), José Luis Cuéllar Garza.
En entrevista para MILENIO JALISCO, el urbanista destaca que hay una instrucción clara desde la Presidencia de la República para modificar ese estado de cosas que juzga inaceptable para cientos de miles de trabajadores que han adquirido con penurias su vivienda propia en los últimos años.
“El presidente tomó la determinación de desaparecer la Conavi [Comisión Nacional de Vivienda] que creó el presidente Fox, porque lo que tenemos luego de dos administraciones panistas es un desastre, las cifras que se presumen en materia de vivienda son para esconderlas […] hoy tenemos un parque habitacional abandonado que se calcula entre seis y siete millones de viviendas, y tenemos la evidencia, que es inocultable, de que las grandes empresas desarrolladoras están desplomando su valor en la bolsa, porque los derechohabientes se empiezan a dar cuenta que este tipo de oferta o de subsidio y crédito no los beneficia en nada; van a recibir una vivienda que les va a hipotecar su vida, que los va a obligar a pagar un costo de transporte a su trabajo o a los lugares de recreación o de servicios que les va a representar muchas veces más de la mitad de su salario, y esto tenemos que revertirlo”.
Así, “tenemos que encontrar la manera de desarrollar vivienda intraurbana, crear una nueva cultura habitacional entre la población, porque hay que reconocer que los mexicanos no sabemos vivir en condominio, y se trata de generar una cultura que evite que esos condominios se conviertan en guetos inhabitables con problemas de servicio, de convivencia e inseguridad”.
En el caso de Jalisco, de las cifras que mencionaba a nivel nacional, ¿cuánto correspondería?
- Se puede calcular que Jalisco podría tener de 500 mil a 600 mil viviendas desocupadas, abandonadas, pese a que son nuevas.
-Habla de redensificar la ciudad, y es de recordarse que habría de nueve mil a catorce mil hectáreas al interior de la ciudad como lotes baldíos, ¿no es un problema de fuerte especulación?
- Sí, tenemos que encontrar el modo de cortar este nudo gordiano, es un círculo vicioso, donde los desarrolladores alegan que el precio de la tierra al interior de la ciudad es inviable para vivienda, y que entonces el mecanismo del financiamiento es un subsidio que necesariamente lleva el desarrollo a tierras periféricas y suburbanas; así es muy difícil romper el círculo y lo reconocemos; pero tenemos que insistir en ello, porque en la manera en que vamos no podemos continuar; el presidente Peña Nieto no quiere entregar al final de su administración millones de viviendas como éstas, que no representan más que la pérdida de armonía del territorio, que han sembrado problemas sociales latentes muy graves.
- En contraste, hay más de 50 mil ha de reservas urbanas afuera de la ciudad, incluso al otro lado de la barranca, en Zapotlanejo, se quiere desarrollar una megaciudad por encima del accidente geográfico que siempre la contuvo, que es el río Santiago…
- Así es, se trata de la inercia del proceso inmobiliario, que ha sido la lógica de las políticas de desarrollo urbano, y yo no quisiera comprometerme en algo que sé que es muy difícil de lograr, pero desde luego, nuestra misión es empeñarnos en hacer efectivas las competencias federales y estatales en materia de ordenamiento territorial, para que los asentamientos humanos vayan tomando racionalidad, y se desenvuelvan de manera sostenible.
Sin pretextos para no cambiar
Los gobiernos pueden generar con sus instrumentos un cambio en el modo en que crecen las ciudades, asegura Cuéllar Garza. “Pueden inducirlo con algunos aspectos como la introducción de grandes obras de infraestructura, comunicaciones y transportes, energía, todo lo que tiene que ver con movilidad, pero también con servicios, rellenos sanitarios, y una cosa muy importante, los recursos hídricos, esto es vital, y la ventaja que tenemos en el caso de Jalisco es que hay una gran complementariedad entre esta secretaría y la Semadet [Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial], que nos permite conjugar las competencias federales en materia de territorio, con las estatales en materia de ordenamiento ecológico y territorial, entonces no tenemos excusa ya para no intentar dar este cambio”.
En entrevista para MILENIO JALISCO, el urbanista destaca que hay una instrucción clara desde la Presidencia de la República para modificar ese estado de cosas que juzga inaceptable para cientos de miles de trabajadores que han adquirido con penurias su vivienda propia en los últimos años.
“El presidente tomó la determinación de desaparecer la Conavi [Comisión Nacional de Vivienda] que creó el presidente Fox, porque lo que tenemos luego de dos administraciones panistas es un desastre, las cifras que se presumen en materia de vivienda son para esconderlas […] hoy tenemos un parque habitacional abandonado que se calcula entre seis y siete millones de viviendas, y tenemos la evidencia, que es inocultable, de que las grandes empresas desarrolladoras están desplomando su valor en la bolsa, porque los derechohabientes se empiezan a dar cuenta que este tipo de oferta o de subsidio y crédito no los beneficia en nada; van a recibir una vivienda que les va a hipotecar su vida, que los va a obligar a pagar un costo de transporte a su trabajo o a los lugares de recreación o de servicios que les va a representar muchas veces más de la mitad de su salario, y esto tenemos que revertirlo”.
Así, “tenemos que encontrar la manera de desarrollar vivienda intraurbana, crear una nueva cultura habitacional entre la población, porque hay que reconocer que los mexicanos no sabemos vivir en condominio, y se trata de generar una cultura que evite que esos condominios se conviertan en guetos inhabitables con problemas de servicio, de convivencia e inseguridad”.
En el caso de Jalisco, de las cifras que mencionaba a nivel nacional, ¿cuánto correspondería?
- Se puede calcular que Jalisco podría tener de 500 mil a 600 mil viviendas desocupadas, abandonadas, pese a que son nuevas.
-Habla de redensificar la ciudad, y es de recordarse que habría de nueve mil a catorce mil hectáreas al interior de la ciudad como lotes baldíos, ¿no es un problema de fuerte especulación?
- Sí, tenemos que encontrar el modo de cortar este nudo gordiano, es un círculo vicioso, donde los desarrolladores alegan que el precio de la tierra al interior de la ciudad es inviable para vivienda, y que entonces el mecanismo del financiamiento es un subsidio que necesariamente lleva el desarrollo a tierras periféricas y suburbanas; así es muy difícil romper el círculo y lo reconocemos; pero tenemos que insistir en ello, porque en la manera en que vamos no podemos continuar; el presidente Peña Nieto no quiere entregar al final de su administración millones de viviendas como éstas, que no representan más que la pérdida de armonía del territorio, que han sembrado problemas sociales latentes muy graves.
- En contraste, hay más de 50 mil ha de reservas urbanas afuera de la ciudad, incluso al otro lado de la barranca, en Zapotlanejo, se quiere desarrollar una megaciudad por encima del accidente geográfico que siempre la contuvo, que es el río Santiago…
- Así es, se trata de la inercia del proceso inmobiliario, que ha sido la lógica de las políticas de desarrollo urbano, y yo no quisiera comprometerme en algo que sé que es muy difícil de lograr, pero desde luego, nuestra misión es empeñarnos en hacer efectivas las competencias federales y estatales en materia de ordenamiento territorial, para que los asentamientos humanos vayan tomando racionalidad, y se desenvuelvan de manera sostenible.
Sin pretextos para no cambiar
Los gobiernos pueden generar con sus instrumentos un cambio en el modo en que crecen las ciudades, asegura Cuéllar Garza. “Pueden inducirlo con algunos aspectos como la introducción de grandes obras de infraestructura, comunicaciones y transportes, energía, todo lo que tiene que ver con movilidad, pero también con servicios, rellenos sanitarios, y una cosa muy importante, los recursos hídricos, esto es vital, y la ventaja que tenemos en el caso de Jalisco es que hay una gran complementariedad entre esta secretaría y la Semadet [Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial], que nos permite conjugar las competencias federales en materia de territorio, con las estatales en materia de ordenamiento ecológico y territorial, entonces no tenemos excusa ya para no intentar dar este cambio”.
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