El Salto, municipio a merced del cáncer
Ciudadanos de El Salto arremetieron en
contra del gobernador del estado, Aristóteles Sandoval Díaz, y el
presidente municipal, Joel González Díaz, por tenerlos en el olvido,
condenados a una muerte lenta según denunciaron.
Y es que tanto el estado como el
municipio, han incumplido en la dotación de servicios y el combate a la
contaminación del río Santiago, lo que les ha ocasionado una crisis en
su calidad de vida.
Entre enfermedades crónico degenerativas
como el cáncer, leucemia, aparición de tumores en la cabeza y la matriz y
ovarios, además de insuficiencia renal, los ciudadanos de delegaciones
como La Azucena y El Castillo viven en el abandono de sus autoridades, y
esto es algo que ya los tienen hartos, pues no hay manera en que les
den respuesta a sus peticiones.
“Pareciera que somos ciudadanos de
tercera, ya ni de segunda”, sentenció Ramón González, habitante de La
Azucena y uno de los dirigentes de colonos que lamentó que el gobernador
“nos haya fallado”, indicó.
“Triste pero cierto, fuimos a llevarles
ya escritos a Palacio de Gobierno porque este gobierno que tenemos en el
municipio no hace nada por nosotros, no nos da los servicios, no nos
atiende; votamos por Aristóteles porque creíamos que nos iba a ayudar,
porque creíamos que era diferente pero es lo mismo que todos los que han
sido gobernadores, no hay nada para el ciudadano, no nos quieren ni
voltear a ver, es como si fuéramos apestados”.
Un recorrido por ambos lugares mostró que
la desatención predomina por ambos órdenes de gobierno: el ayuntamiento
los ignora y el estado los minimiza, mientras que la contaminación cada
día aumenta en el río Santiago y no ha sido atacada por el estado.
Todos los habitantes de este municipio siguen expuestos a metales
pesados y agentes contaminantes altamente nocivos para la salud, tales
como el talio y el arsénico.
Gabriel Barrera Alonso, habitante de
Jardines del Castillo, denunció que lejos de recibir ayuda de las
autoridades, sólo han sido ignorados; en 13 años que tiene viviendo en
la casa que compró basado en mentiras como “que iban a entubar el canal
de El Ahogado”, o que “habría todos los servicios”, indicó que son ellos
mismos, los ciudadanos, quienes han empezado a brindar soluciones a sus
problemáticas.
“Acá hay una señora que es muy caritativa
y la verdad que todos estamos muy agradecidos con ella, vive acá a unas
casas, esa señora ha hecho mucho más que los gobernantes; ella ha
arreglado las glorietas, les ha puesto alumbrado, rejas, ha hecho muy
buenas labores, incluso contrata gente que arregle las calles, o sea que
lo que no hace el gobierno, lo hace gente que vive aquí mismo”, dijo.
–¿Y su presidente municipal?
–De ese ya ni sabemos por dónde llegarle,
viendo que el gobierno no hace nada, la gente ya no quiere decirle
nada, la gente mejor ni quiere saber nada de él.
–¿Usted confía en su presidente?
–Yo la verdad que nunca lo he conocido,
me han dicho y he visto cosas que no ha hecho y la verdad que pos
desgraciadamente nunca he visto que él venga para acá a ver qué se ha
hecho o qué falta.
–¿Y qué es lo que se ha hecho?
–Pues nada, la verdad que nada, nomás
esta calle que es la entrada a Jardines del Castillo, pero nada en los
13 años que llevo viviendo aquí, no se ha hecho nada, no se ha
emparejado las calles, no se nota qué les interese la gente ni que
quieran ayudarnos, la verdad que está mal.
Las calles de estos dos fraccionamientos,
quizá los más grandes del municipio, están destruidas, llenas de baches
por la pésima calidad del asfalto que fue colocado por las
constructoras GIG y Del Ángel; no hay alumbrado público en manzanas
completas, abarcando perímetros de hasta cuatro de ellas, y esto genera
un clima ideal para los robos a mano armada y robos a casa habitación.
Debido a esta serie de problemas, los
habitantes de los dos fraccionamientos han iniciado un abandono de sus
viviendas, dejando así la oportunidad para que los amantes de lo ajeno
puedan desmantelar las viviendas: se roban el piso, protecciones,
instalaciones eléctricas y tuberías, puertas, accesorios de baño y todo
aquello que pueden cargar, resultando una serie de casas en el abandono,
ideales para la comisión de delitos como violaciones y tráfico de
drogas.
La inseguridad llega a tal grado que el
narcomenudeo es “descarado”. Este medio constató cómo se realizaba una
venta al menudeo sin que pudiese haber acciones que lo combatieran; a la
salida del fraccionamiento Jardines del Castillo, en la carretera que
une a esta población con la delegación de El Verde y El Salto –cabecera
municipal– un sujeto entregó dinero a otro por un pequeño envoltorio que
estaba tirado en la calle; se trataba de un empleado –al parecer– de
una de las fábricas cercanas, pues tenía un uniforme gris oscuro y uno
de los que se dedican a limpiar los parabrisas en los cruceros. Ante
este hecho y por la sospecha que generaba, intentamos llamar a una
patrulla pero no había cobertura (señal) y nos fue imposible.
Por cierto que estuvimos en la zona
alrededor de una hora desde nuestra llegada y no tuvimos la oportunidad
de ver unidad alguna de la policía municipal.
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