No hallan un solo ajolote en los canales de Xochimilco en el censo más reciente
La población de ajolotes (axolote del náhuatl axolutl,
monstruo acuático) se ha ido reduciendo drásticamente en los años recientes en los canales de Xochimilco. En un periodo de tres meses, el año pasado no se encontró ninguno, según la primera etapa del censo que realiza el equipo del doctor Luis Zambrano, del Laboratorio de Restauración Ecológica del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El proceso se retoma en enero porque es más difícil pescarlos en tiempos de lluvias y para hacer una estimación final de cuántos ejemplares quedan en los canales, comentó.
Según el primer censo poblacional, efectuado en 1998, la doctora Virginia Graue, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana Xochimilco, había 6 mil ejemplares por kilómetro cuadrado; el segundo lo hizo en 2003 el equipo encabezado por Zambrano, que registró mil por kilómetro cuadrado, pero en el tercero, realizado en 2008, sólo se contaron 100 ejemplares.
Actualmente, el doctor Luis Zambrano y sus colaboradores están a la mitad del más reciente censo poblacional para tener una estadística real respecto de cuántos ajolotes quedan.
Trabajo de campo
Para realizar el censo se hacen viajes de campo a Xochimilco. El proceso consiste en lanzar una atarraya (red para pescar) al agua para capturar a los ajolotes y luego pesarlos, medirlos y marcarlos. Estas acciones se repiten varias ocasiones en los canales seleccionados por el equipo de expertos. Una vez que se obtiene la información, el sitio queda georreferenciado para tener detectados los lugares donde se encuentran con mayor frecuencia estos anfibios.
Adicionalmente al censo, el especialista en ecosistemas urbanos y lacustres impulsa la creación de refugios. Luego de “un análisis de viabilidad poblacional del Ambystoma mexicanum (nombre científico del animal) vimos que se extinguiría totalmente para 2018 si no hacíamos nada”. De ahí surgió la idea de construir refugios para ellos entre las chinampas.
Se ha comprobado que reproducirlos en peceras no es recomendable, porque se introduce, por mencionar una cifra, a mil 500 hermanos gemelos y no hay variabilidad genética. Estos compiten por el alimento contra otros que no son hermanos gemelos y a final de cuentas mueren. Nuestra propuesta es incrementar la cantidad de refugios sin introducir hermanos gemelos para que los pocos ajolotes que quedan en ese sitio tengan lugar para reproducirse, explicó.
En la red de canales de Xochimilco, cuya principal amenaza es la urbanización y la introducción de especies exóticas, como tilapia y carpa, competidoras y depredadores de los diferentes estadios del ajolote, el investigador trabaja de cerca con los dueños de las chinampas, pues la idea es impulsar una producción libre de pesticidas y fertilizantes, contaminantes del agua donde viven estos anfibios.
Zambrano, también secretario ejecutivo de la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel, explicó el proceso para recuperar el hábitat natural de estos animales. Señaló:
Se extrae el agua contaminada de los canales piloto, se llenan con agua de pozo con un filtro natural, el cual consiste en plantar tulares, y otras plantas, como elodea y cola de zorro, que evitan la entrada de los peces y mejoran la calidad del agua. También se coloca una costalera de piedra.
El doctor en ecología comentó que
una vez que se mejoró la red trófica del refugio donde el zooplancton, fitoplancton e insectos pueden sobrevivir, se introdujo al ajolote para ver si podía sobrevivir y reproducirse en ese ambiente, estrategia que funcionó. De esta manera, se generó un modelo de refugio para que se reproduzca en tierras de diversos chinamperos. Éste se aplicó inicialmente con tres chinamperos y ahora hay pláticas con 10 más.
Deidad azteca
El ajolote fue muy apreciado por los aztecas. Fray Bernardino de Sahagún en la Historia general de las cosas de la Nueva Españarelata que el dios Xólotl, hermano mellizo del dios Quetzalcóatl, se negó a sacrificarse en el fuego para hacer que el Sol y la Luna giraran y aparecieran el día y la noche.
Trató de esconderse en los maizales, pero al ser descubierto se refugió en los magueyes; como lo hallaron, se fue al fondo de un lago, pero lo atraparon y lo mataron.
Luis Zambrano dijo que
es casi irónico que después de tanto tiempo el castigo lo siga persiguiendo y lo mantenga al borde de la extinción.
La capacidad del ajolote de regenerar partes de su cuerpo como branquias, patas o cola, ha atraído la atención de curiosos y científicos. Naturalistas como Alexander von Humboldt, Georges Cuvier y José Antonio Alzate, escribieron ensayos sobre él.
Aunque al nacer puede ser confundido con un renacuajo, en realidad es una salamandra que permanece toda su vida en estado larvario
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