Jalisco apenas alcanza seguridad alimentaria
Jalisco Cómo Vamos. Según el observatorio, las comunidades rurales son más vulnerables a sufrir pobreza.
- Tlaquepaque, Zapopan y Guadalajara, municipios con mejores condiciones
El 40% que no la tiene, la padece en las categorías de leve, media y grave
GUADALAJARA, JALISCO (03/JUN/2014).-
De “panzazo” el Estado alcanzó calificación aprobatoria en seguridad
alimentaria, reveló el estudio de percepción elaborado por el
Observatorio Jalisco Cómo vamos.
El estudio arrojó que seis de cada 10 jaliscienses encuestados dijeron alcanzar la seguridad alimentaria, mientras que los otros cuatro la padecen en las categorías de leve, media o grave.
Las comunidades rurales son más vulnerables a sufrir pobreza alimentaria; mientras que en el área Metropolitana de Guadalajara los tres municipios con mejores condiciones de alimentación son Tlaquepaque, Zapopan y Guadalajara. Tonalá, El Salto y Tlajomulco presentan deficiencias.
Por ejemplo en Guadalajara el 77% de los encuestados tiene seguridad alimentaria, mientras que en Tlajomulco apenas 44% cuentan con ella.
En cuestiones de género las mujeres están más expuestas a sufrir pobreza alimentaria; de hecho la encuesta detectó que el 7% de ellas está en esta situación. En el caso de los varones llega al tres por ciento.
Una tercera parte de los jaliscienses encuestados dijeron preocuparse porque en los últimos tres meses se acabaran los alimentos en el hogar.
La encuesta precisa que aunque Jalisco sea el cuarto Estado más rico del país, la riqueza per cápita disminuye y el pobre lo es cada vez más. Los datos anteriores resaltarían a que en Jalisco las dificultades económicas se sienten en el estómago.
También el estudio midió la percepción de igualdad, tomando en cuenta aspectos como tener agua potable, acceso a parques, protección policial y oportunidades entre hombres y mujeres.
Los resultados arrojaron que 43 de cada 100 encuestados dijeron que perciben igualdad de oportunidades, 38 manifestaron estar en mejores condiciones y 18 dicen que no tienen condiciones de igualdad.
Según el estudio estos resultados de percepción no se alejan de los obtenidos en la encuesta del Banco Mundial, que revelan que los pobres tienden a sentir que hay alguien peor que ellos, es decir, que al menos están mejor que alguien más.
LA VOZ DEL EXPERTO
La gente minimiza su pobreza
David Pérez Rulfo (Académico en temas de desigualdad y pobreza).
Aunque la encuesta 2013 del Observatorio Jalisco Cómo Vamos reveló que un tercio de los entrevistados vive en pobreza alimentaria, ellos se perciben en una situación optimista y tienden a hacer relativa su pobreza, indicó el especialista David Pérez Rulfo.
La manera en que los encuestados relativizan su pobreza alimentaria es comprándose con otras personas que viven una situación más precaria que ellos. “Todos tendemos a relativizar las situación personal no tengo trabajo, pero hay otros que no tienen qué comer y la gente en extrema pobreza termina comparándose con los indigentes y es una cascada de relativización de su situación”.
El especialista agregó que la vulnerabilidad de las mujeres a sufrir pobreza alimentaria grave está relacionada con la cultura machista del país y con la falta de oportunidades para su desarrollo personal.
Para ver resultados de la disminución de la pobreza alimentaria habrá que esperar varios años para tener resultados palpables tanto de los indicadores económicos como en las encuestas de percepción.
Consideró que uno de los aspectos a considerar en los estudios de percepción ciudadana es que la población tiende a sobredimensionar las expectativas de que el Gobierno desarrolle políticas públicas basadas en los resultados de este tipo de estudio, pero estas situaciones difícilmente suceden de inmediato. Agregó que la elaboración de estos estudios genera un cambio de cultura de involucramiento social, de transparencia y rendición de cuentas en los ámbitos gubernamentales.
El estudio arrojó que seis de cada 10 jaliscienses encuestados dijeron alcanzar la seguridad alimentaria, mientras que los otros cuatro la padecen en las categorías de leve, media o grave.
Las comunidades rurales son más vulnerables a sufrir pobreza alimentaria; mientras que en el área Metropolitana de Guadalajara los tres municipios con mejores condiciones de alimentación son Tlaquepaque, Zapopan y Guadalajara. Tonalá, El Salto y Tlajomulco presentan deficiencias.
Por ejemplo en Guadalajara el 77% de los encuestados tiene seguridad alimentaria, mientras que en Tlajomulco apenas 44% cuentan con ella.
En cuestiones de género las mujeres están más expuestas a sufrir pobreza alimentaria; de hecho la encuesta detectó que el 7% de ellas está en esta situación. En el caso de los varones llega al tres por ciento.
Una tercera parte de los jaliscienses encuestados dijeron preocuparse porque en los últimos tres meses se acabaran los alimentos en el hogar.
La encuesta precisa que aunque Jalisco sea el cuarto Estado más rico del país, la riqueza per cápita disminuye y el pobre lo es cada vez más. Los datos anteriores resaltarían a que en Jalisco las dificultades económicas se sienten en el estómago.
También el estudio midió la percepción de igualdad, tomando en cuenta aspectos como tener agua potable, acceso a parques, protección policial y oportunidades entre hombres y mujeres.
Los resultados arrojaron que 43 de cada 100 encuestados dijeron que perciben igualdad de oportunidades, 38 manifestaron estar en mejores condiciones y 18 dicen que no tienen condiciones de igualdad.
Según el estudio estos resultados de percepción no se alejan de los obtenidos en la encuesta del Banco Mundial, que revelan que los pobres tienden a sentir que hay alguien peor que ellos, es decir, que al menos están mejor que alguien más.
LA VOZ DEL EXPERTO
La gente minimiza su pobreza
David Pérez Rulfo (Académico en temas de desigualdad y pobreza).
Aunque la encuesta 2013 del Observatorio Jalisco Cómo Vamos reveló que un tercio de los entrevistados vive en pobreza alimentaria, ellos se perciben en una situación optimista y tienden a hacer relativa su pobreza, indicó el especialista David Pérez Rulfo.
La manera en que los encuestados relativizan su pobreza alimentaria es comprándose con otras personas que viven una situación más precaria que ellos. “Todos tendemos a relativizar las situación personal no tengo trabajo, pero hay otros que no tienen qué comer y la gente en extrema pobreza termina comparándose con los indigentes y es una cascada de relativización de su situación”.
El especialista agregó que la vulnerabilidad de las mujeres a sufrir pobreza alimentaria grave está relacionada con la cultura machista del país y con la falta de oportunidades para su desarrollo personal.
Para ver resultados de la disminución de la pobreza alimentaria habrá que esperar varios años para tener resultados palpables tanto de los indicadores económicos como en las encuestas de percepción.
Consideró que uno de los aspectos a considerar en los estudios de percepción ciudadana es que la población tiende a sobredimensionar las expectativas de que el Gobierno desarrolle políticas públicas basadas en los resultados de este tipo de estudio, pero estas situaciones difícilmente suceden de inmediato. Agregó que la elaboración de estos estudios genera un cambio de cultura de involucramiento social, de transparencia y rendición de cuentas en los ámbitos gubernamentales.
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