Policías de El Salto desalojan a la fuerza a grupo de manifestantes
Aníbal Vivar Galván.- Habitantes de El Salto que durante el mediodía de ayer tomaron el salón de cabildo del ayuntamiento en demanda de que se respete la construcción de una cisterna que llevará agua a varias colonias y beneficiará a cerca de cuatro mil pobladores, fueron desalojados con empujones y bajo amenazas por elementos de la policía municipal luego de que los empleados administrativos abandonaron las oficinas de la presidencia, esto a pesar de que el síndico, Gastón Santana, les garantizó que sería respetada su permanencia en las instalaciones, informó Juan Carlos Ruvalcaba, uno de los manifestantes agredidos por los oficiales para sacarlo del inmueble.Diez inconformes se apostaron en el salón de sesiones al filo de las 13 horas, luego de que aproximadamente 150 personas llegaron a las puertas de la alcaldía exigiendo hablar con las autoridades debido a que en días pasados personal de Obras Públicas se presentó en un terreno municipal localizado entre las colonias Lomas de San Juán y Jardines del Verde que fue facilitado por el ayuntamiento para que los habitantes construyeran la cisterna, que tuvo un costo cercano a los 81 mil pesos, debido a que el municipio incumplió en reiteradas ocasiones su promesa de dotarles de este servicio, por lo que el proyecto fue ejecutado y costeado por los pobladores.
Los manifestantes se entrevistaron con Graciela Hernández, alcalde interina, para recordarle que el municipio no ha cumplido con la colocación de un tubo de 600 metros que alimentará la cisterna desde un pozo profundo, compromiso que se tuvo con el alcalde con licencia Gerardo González Díaz. La edil les aseguró que se instalará durante esta semana, sin embargo, ellos le indicaron que como medida de presión permanecerían en el salón de cabildo hasta que no se cumpliera con esto.
Poco después de las 17:30 horas, cuando varios funcionarios municipales se retiraron de sus labores, el titular de la policía de El Salto, Javier Galíndo Peralez, ingresó acompañado de 15 elementos y dirigíendose a los inconformes, dijo: “se salen por la fuerza o se salen por su voluntad”. Los manifestantes le indicaron que el síndico municipal garantizó su permanencia, pero el mando policial dijo que “asumiría el costo” de esta acción, por lo que varios de los manifestantes salieron por su cuenta, sin embargo, Ruvalcaba insistió en quedarse y fue agredido por los oficiales.
“Me agarraron a huevo entre cuatro policías, torciéndome las manos, rayándome la madre y amenazándome, diciendo que me iba a cargar la chingada por lo que había hecho y que me había ganado quién sabe cuantas chingaderas”, dijo y agregó que el forcejeo duró alrededor de cinco minutos hasta que algunos ciudadanos comenzaron a tomar fotos y videos con sus celulares, lo que hizo que los elementos lo soltaran.
Ruvalcaba recordó que otro de los incidentes que habían tenido con las autoridades a raíz de la construcción de la cisterna se dio con el diputado federal del PRI con licencia, y actual aspirante a la alcaldía de El Salto, Joel González Díaz, quien invitó a los habitantes de las colonias que habían cooperado con la construcción del depósito del agua a que ya no lo hicieran puesto que les dijo, para conseguir votos, que él había aportado los recursos para dicha obra, lo que generó descontento y desunión entre los organizadores del proyecto y los pobladores.
Los inconformes consideraron que el desalojo fue orquestado por el candidato, quien es hermano del actual alcalde con licencia, pues en su búsqueda por el puesto trata de que no se evidencie la inoperancia de la administración. Agregaron que dentro de la administración municipal “no se mueve un dedo si no lo autoriza Joel González”.
Dijeron además que ante el desalojo buscarán plantarse en casas de campaña a las afueras de la presidencia municipal hasta que se coloque el tubo que abastecerá de agua la cisterna
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